Publicado en JeetHeer.substack
La invasión rusa de Ucrania trajo a la superficie la rusofilia derechista estadounidense, un fenómeno de larga data que se volvió más visible para el público en general durante la presidencia de Donald Trump. Esta semana, en una entrevista en The Clay Travis and Buck Sexton Show, Trump se entusiasmó con la estrategia de Putin de reconocer a Donetsk y Luhansk –dos regiones del sureste de Ucrania– como nuevas repúblicas soberanas y lo llamó “genio”. El ex presidente continuó: “Dije: ‘¿Qué tan inteligente es eso?’ Así que va a meterse y se convertirá en un pacificador. Esa es la fuerza de paz más fuerte. Podríamos usar eso en nuestra frontera sur. Esa es la fuerza de paz más fuerte que he visto”, dijo Trump. “Aquí hay un tipo que es muy inteligente... lo conozco muy bien. Muy, muy bien.”I suggest every American who wants to know what’s *actually* going on in Russia and Ukraine, read this transcript of Putin’s address. As I’ve said for month— NATO (under direction from the United States) is violating previous agreements and expanding eastward. WE are at fault. https://t.co/NDmou8I36H — Candace Owens (@RealCandaceO) February 22, 2022
“Sugiero que todos los estadounidenses que quieran saber qué está pasando *realmente* en Rusia y Ucrania, lean esta transcripción del discurso de Putin. Como he dicho durante meses, la OTAN (bajo la dirección de los Estados Unidos) está violando acuerdos anteriores y expandiéndose hacia el este. NOSOTROS tenemos la culpa.”
STOP talking about Russia. Send American troops to Canada to deal with the tyrannical reign of Justin Trudeau Castro.He has fundamentally declared himself dictator and is waging war on innocent Canadian protesters and those who have supported them financially. — Candace Owens (@RealCandaceO) February 19, 2022
PAREN de hablar de Rusia. Envíen tropas estadounidenses a Canadá para hacer frente al reinado tiránico de Justin Trudeau Castro.
Se ha declarado fundamentalmente dictador y está librando una guerra contra los manifestantes canadienses inocentes y aquellos que los han apoyado financieramente.
Candance Owens (1989) es una activista conservadora, presentadora de TV y comentarista política. Es una de las más destacadas militantes pro-Trump entre las mujeres negras.
¿Qué hacemos con esta sintonía con el nacionalismo ruso? Es importante entender que no es solo un producto de la era Trump, o incluso de la Guerra Fría. Las teorías liberales de Trump como “títere de Putin“ (para usar las palabras de Hillary Clinton) son simplistas y personalizan una afinidad mucho más profunda, que no tiene nada que ver con el enriquecimiento personal o el chantaje, sino que tiene sus raíces en puntos de vista racistas de la política global. Hay dos corrientes importantes de rusofilia de derecha. A menudo se superponen, pero son distintas y ocasionalmente pueden estar en tensión. Una es la creencia de que Rusia es un baluarte necesario contra el liberalismo. La otra opinión es que Rusia es un aliado necesario de la supremacía blanca global, que enfrenta a las naciones blancas contra el mundo no blanco (que a menudo se imagina liderado por China).¿Es Vladimir Putin un paleoconservador? En la guerra cultural por el futuro de la humanidad, ¿es uno de nosotros? [...] El presidente Reagan una vez llamó al antiguo imperio soviético “el foco del mal en el mundo moderno”. El presidente Putin está insinuando que la América de Barack Obama puede merecer ese título en el siglo XXI. Tampoco carece de argumentos cuando nos damos cuenta de que aceptamos el aborto a pedido, el matrimonio homosexual, la pornografía, la promiscuidad y todo el arsenal de valores de Hollywood que aplican a Estados Unidos. [...] Si bien gran parte de los medios estadounidenses y occidentales lo descalifican como autoritario y reaccionario, un retrógrado, puede ser que Putin vea el futuro con más claridad que los estadounidenses que aún están atrapados en el paradigma de la Guerra Fría. Así como la lucha decisiva en la segunda mitad del siglo XX fue vertical, Este contra Oeste, la lucha del siglo XXI puede ser horizontal, con conservadores y tradicionalistas en todos los países alineados contra el secularismo militante de una élite multicultural y transnacional.Si se cree que el liberalismo es una amenaza existencial, como sucede con muchos conservadores, entonces es fácil ver a Putin no solo como un mal menor sino también como un aliado potencial.
El mundo se está fragmentando en vastas regiones raciales; las diversas razas comienzan a ser soberanas dentro de sus propias regiones, algo así como las nacionalidades de Europa que comenzaron a constituirse en estados nacionales hacia el final de la Edad Media. Con excepción de las Américas y Australia, la raza blanca ha regresado a Europa; África pertenece a los africanos, Asia cada vez más a los asiáticos. Queda la gran cuestión del imperio de Rusia en el norte de Asia: a fines del siglo pasado se suponía que Bismarck había predicho que el hecho más importante en el siglo XX sería que los estadounidenses hablaran inglés; no es imposible que la condición más importante de los próximos cien años sea que los rusos sean, después de todo, blancos.Lukacs escribió en tono especulativo. La línea de pensamiento identificada por Lukacs fue retomada por los escritores de ciencia ficción de derecha Jerry Pournelle (admirador del dictador fascista Benito Mussolini) y Larry Niven en su serie de novelas CoDominium, que comenzaron en 1973. La serie se basó en la idea de que la Unión Soviética y los Estados Unidos formarían en el futuro una alianza para evitar la amenaza del mundo no blanco. Lo que alguna vez fueron extrapolaciones fantásticas en manos de novelistas de ciencia ficción ahora es una premisa más seria en la extrema derecha. Steve Bannon y Tucker Carlson han argumentado más de una vez que una de las razones para cultivar la amistad con Rusia es que será un socio necesario en la lucha contra China.
Francis Parker Yockey
Los dos argumentos a favor de la rusofilia (el antiliberalismo y el racismo global) a menudo funcionan juntos, pero también podrían estar en tensión dependiendo de qué prominencia tenga prioridad. Bannon es un ejemplo de cómo los dos hilos pueden trabajar juntos. Ha promocionado a Rusia como un aliado potencial contra China, pero también admira a Putin por no haber sido concientizado*:'Putin no se ha concientizado. Es anti-concientizarse'. Los rusos saben qué baño usar. ‘Saben cuántos géneros hay’‘Putin ain’t woke. He is anti-woke’
‘The Russians know which bathroom to use.’ ‘They know how many genders there are’ pic.twitter.com/lkqqTteCBD — Carole Cadwalladr (@carolecadwalla) February 24, 2022
Carole Cadwalladr es una periodista británica que se hizo conocida en 2018 por su investigación sobre el escándalo Facebook-Cambridge Analytica.
Pero este deseo de Bannon de una cruzada contra China no es universalmente compartido. La derecha está dividida sobre China. Entre algunos cuadrantes de la extrema derecha, también es posible ver signos de cierta simpatía por China. David Beattie J. Beattie, exasesor de Trump, tuiteó:Either Russia or China needs to set up a giant server farm for the purpose of hosting Americans who want to be able to criticize their corrupt government
Would be huge move, game changer Think outside the box — Darren J. Beattie 🌐 (@DarrenJBeattie) January 11, 2021
Rusia o China necesitan establecer una granja de servidores gigante con el fin de albergar a los estadounidenses que quieren poder criticar a su gobierno corrupto.
Sería un gran movimiento, un cambio de juego
Pensemos fuera de la burbuja
Richard Hanania del Centro para el Estudio del Partidismo y la Ideología, simpatiza con China y Rusia:China: "Sanctions have never been a fundamentally effective way to solve problems.”
This is true. A China-led world order would be a more humane one. People who think otherwise are brainwashed by American media to know about China’s crimes but not US ones https://t.co/uIT2CQh6Fu — Richard Hanania (@RichardHanania) February 23, 2022