tag:blogger.com,1999:blog-1601207981508566752024-03-13T07:06:07.383-03:00apóstrofe«The crux of the biscuit is the apostrophe», Frank Zappa.Napoleón Zoilohttp://www.blogger.com/profile/17098516836208195250noreply@blogger.comBlogger1320125tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-19442242214888385692024-03-05T19:20:00.000-03:002024-03-05T19:20:07.536-03:00la palabra política<p><span style="font-family: Cambria, "serif";">Publiqué este texto a fines de enero de 2016 <a href="https://www.lacapital.com.ar/edicion-impresa/el-lenguaje-la-precariedad-politica-n1239291.html" target="_blank">en <i>La Capital</i></a> bajo el título “El lenguaje de la precariedad política” (descubro recién que en el archivo no lleva mi firma). Lo escribí a pedido de <a href="https://www.lacapital.com.ar/hernan-lascano-p200.html" target="_blank">Hernán Lascano</a>, que entonces dirigía el suplemento cultural. Reúne las opiniones de Alejandro Horowicz, María Esperanza Casullo, Juan Bautista Ritvo y Pablo Hupert sobre el entonces flamante gobierno de Macri y la política que inauguraba. Había propuesto la siguiente bajada:</span></p><p><span style="font-family: Cambria, "serif";"><i><span style="font-size: x-small;">Macri se presenta como un
demócrata moderno y saltea el Congreso. Sus antecesores critican su demora en
dar indicadores públicos pero desmontaron el Indec. ¿Cuál es el valor de la
palabra en política? ¿Pueden fundarse rutinas políticas nuevas con cambios de
tono o de habla? ¿La acción política desnuda como simulacro lo que se prometió
con palabras? ¿Es inevitable no decir lo que se va a hacer? Pensadores de
campos diversos opinan</span></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: Cambria, "serif";"><<<>>></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmpq_8OaMhsdwrbcJ5uAmZVDEYGRprlLFELn0dv_NowI06ImJDBYmo2Lt_D56-wE6q9ErJ0hAmWaiyP8K2dtoj7Oe8qVjLUF8wmHCo8lqJ3JRuC9AxiPW0OKtunGrPEAlMWCGugs0pRhFWjYqFRc54KkYxxBpR4YUunNM3mld-YSTxQ1IGk-QMs9HX6N5s/s1256/M-2016.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="620" data-original-width="1256" height="260" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmpq_8OaMhsdwrbcJ5uAmZVDEYGRprlLFELn0dv_NowI06ImJDBYmo2Lt_D56-wE6q9ErJ0hAmWaiyP8K2dtoj7Oe8qVjLUF8wmHCo8lqJ3JRuC9AxiPW0OKtunGrPEAlMWCGugs0pRhFWjYqFRc54KkYxxBpR4YUunNM3mld-YSTxQ1IGk-QMs9HX6N5s/w527-h260/M-2016.jpg" width="527" /></a></div><span style="font-family: Cambria, "serif";">Según una extendida
simplificación del análisis del voto en las últimas elecciones, se eligió un
cambio de formas, es decir, un cambio de “lenguaje”. A un mes y chirolas del
nuevo gobierno, es claro que con el cambio de lenguaje vino un cambio político,
mucho más agudo incluso de lo que se quería cambiar. Parafraseando una hermosa
línea de diálogo de </span><a href="http://pifiada.blogspot.com.ar/2016/01/descargas-de-enero.html" style="font-family: Cambria, "serif";"><span class="EnlacedeInternet"><i>Los expedientes
secretos X</i></span></a><span style="font-family: Cambria, "serif";"> (que vuelven pasado mañana a la conspirativa pantalla
de la televisión argentina): “No voy a preguntar si dijiste que cambiarías lo
que creo que escuché porque creo que escuché lo que dijiste que cambiarías”.</span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">En su <i>Ciencia Nueva</i> (1730), Giambattista Vico –uno de los primeros en
observar que los cambios políticos devienen cambios culturales– anota que del
término griego <i>polis</i> (ciudad: de ahí
política) proviene también <i>polemos</i>,
guerra (en español conservamos “polémica”). La política es entonces una tensión
entre lo que se pronuncia en la polis y lo que se calla o, mejor, lo que ese
mismo pronunciamiento no puede decir. Lo pronunciable y lo impronunciable son
los límites no sólo del lenguaje político, sino de la política misma. Porque la
política, la organización y el gobierno de la “ciudad” es una puesta en escena,
una representación montada sobre ese gran y terrible fuera de campo que es la
política en la que no funcionan las palabras, es decir, la guerra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Con mayor precisión y acierto nos
lo dice el historiador <a href="http://www.pablohupert.com.ar/"><span class="EnlacedeInternet">Pablo Hupert</span></a>, autor, entre otros, de <i>El estado posnacional</i>, donde lleva al
terreno histórico las últimas tramas políticas en torno al estado argentino
durante la década pasada: “En el lenguaje político aparece esa batalla entre lo
pronunciado y pronunciable, por un lado y, por otro, lo no pronunciado y lo
impronunciable. Por un lado está lo impronunciable en el sentido de
caracterización de lo social. Hay precariedad en todos lados: laboral, pero
también de las relaciones de pareja, o en la relación entre votantes y
candidatos. Esta precariedad no se quiere asumir y se sigue pidiendo más
previsión, mejor gestión, más trabajo en blanco, cosas así. Y no se ve que en
el actual capitalismo, el trabajo que puede haber, el que se expande, es el
precario. El kirchnerismo lo reconoció de hecho y no lo pudo decir (porque su
lenguaje no se lo permitió). Lo reconoció al poner la AUH, y no lo pudo impedir
porque nunca pudo bajar el 34% de trabajo precario que hay y hubo a lo largo
del tiempo. Después, el kirchnerismo asumió la precariedad que tenía la
gobernabilidad en este país. Y por eso siempre intentó tener la iniciativa y
siempre zigzaguear”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Hupert no entiende eso como una
incoherencia, sino como una perfecta coherencia en mantener la gobernabilidad. “En
un mundo que cambia todo el tiempo, la forma de mantener la gobernabilidad es
moverse mucho. Esa es una de las cosas no dichas, que tiene cierto grado de
pronunciabilidad. Hay otra cosa impronunciable cuando uno caracteriza lo
social, que es que el llamado ‘poder real’, el poder económico, está en lo
financiero. No estaba, para mí, en la gente que salió del campo a cortar rutas,
esos <i>lockout</i> patronales. El verdadero
poder real estaba en los pools de siembra, en las cerealeras exportadoras.”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">El conflicto “entre lo
pronunciable e impronunciable” fue señalado por Walter Benjamin en su ya
clásico tratado sobre la violencia. Al reflexionar en estos términos el
ensayista Alejandro Horowicz (autor, entre varias obras clave de la historia y
la política argentina, de <i>Los cuatro
peronismos</i>) señala: “En el enunciado macrista hay una generalidad que presupone:
la política o es un malentendido de dos personas que no se ponen de acuerdo,
porque sencillamente no se escuchan, o es una terquedad del tamaño de un ego.
Entonces: es un choque de egos o es un malentendido. Este abordaje del tema
deja afuera el conflicto social, que en este razonamiento no existe. Así uno de
los polos del conflicto se toma como el único válido. Y en la lectura del CEO
está claro que el polo del conflicto se elabora desde la lógica empresaria y el
otro ni siquiera puede ser considerado porque no forma parte del problema. El
otro queda discursivamente excluido. La existencia de clases sociales no es un
debate para las ciencias sociales. Esas clases sociales tienen un conflicto que
es el escenario mismo de la política. La política es el modo en el que las
palabras intentan establecer la posibilidad de un cierto tipo de acuerdo en
este conflicto, pero para eso hay que considerar los dos términos de ese
conflicto. Si uno se sitúa, sencillamente, desde la eficiencia empresaria, el
otro término no existe. El otro término es simplemente un costo.”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">“Creo –observa la politóloga
María Esperanza Casullo– que la palabra en política es central, porque el
juicio político es performativo: tiene la capacidad de alterar la realidad por
sí mismo”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Las palabras y las cosas<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Para Horowicz, el kirchnerismo
restableció la significación de la política, las relaciones entre los delitos y
las penas, entre las palabras y las cosas. “La política es también, aunque no
solamente, un sistema lingüístico que se organiza en base a las diferencias. Si
las diferencias no se respetan, si la lógica que articula esas diferencias no
está establecida, pues bien, la política no tiene capacidad significante y por
tanto carece de eficacia, se vuelve palabras vacías, relatos vacíos, vacío. Es
evidente que en el pasado reciente las palabras no decían nada. Las famosas
erratas y furcios de Menem eran proverbiales. Todos podían reírse, incluido el
propio Menem, porque sabían que no tenía ninguna importancia”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Y el mismo Horowicz nos aclara:
“Conviene entender que la palabra pública ha sido degradada. Es cierto que el
kirchnerismo restablece la relación entre las palabras y las cosas, el problema
es que esto estuvo acompañado por la destrucción del Indec, y esto es algo más
grave que unas cuentas incorrectas. La Revolución Francesa estableció el metro
patrón. Esto es: una cuenta exacta, rigurosa, matemática de cómo una
determinada octava parte de un meridiano, el de Greenwich, se transforma en una
medida. Y con eso establece que esa unidad de medida es un instrumento
histórico y que es un acontecimiento garantizar que esa forma de medición pueda
sobrevivir. Cuando se golpea el sistema nacional de estadísticas el valor de la
palabra pública se pone en entredicho. Y no es sólo que se admite que esa
medición puede o no ser correcta: todas las mediciones quedan en tela de juicio
y pone a mediciones tendenciosas en pie de igualdad”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">El poderoso efecto de esto es
para Horowicz un golpe contra el sentido de la palabra pública, de la fe
pública, y de la posibilidad misma del debate. “Porque convengamos en que un
debate sólo es posible como un acto de buena fe de dos partes, donde ambas
están igual de interesadas en obtener la verdad y creen, subjetivamente, que
están en posesión de una cierta verdad y están dispuestas a confrontar
públicamente para demostrarlo. La ruptura del metro patrón es la ruptura de la
posibilidad de esta interrelación y este intercambio. Por lo tanto, cuando el
mundo de las palabras es corrido en estos términos aparece el mundo de la
acción directa, y los cuerpos sin palabras, ya sabemos, es la guerra.”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="vertical-align: baseline;"><span style="font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Hupert
asume que el kirchnerismo, que se proponía una suerte de retorno a las formas
políticas del siglo XX, no alcanzó a integrar al aparato estatal a algunos
movimientos colectivos, a los que dejó en posición, según entiende, de
consumidores aislados. “</span><span style="color: #262626; font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Y si
los consumidores aislados tienen que estar en una lucha individual por
consumir, el kirchnerismo no es un tipo de ‘discurso’ para el consumidor.
Porque el kirchnerismo todavía intentaba meter ideas como Nación, Patria o
‘solidaridad intergeneracional’, mientras que Macri no recurrió a ninguna
figura tercera, que medie o que regule a los consumidores aislados. La
interpelación macrista era muy claramente: ‘Creo en vos'. 'Vos podés estar
mejor’. Yo entré al sitio <i>mauriciomacri.com</i>,
fue muy interesante: la palabra República no está en todo el sitio. Y Macri
habla directamente al votante, casi todo el tiempo. Pero no sólo eso: el fondo
de pantalla es la cara de Macri mirando a la cámara. En ese sitio Macri te está
mirando a los ojos y se va acercando. Es piel a piel. Entonces, en ese punto,
no es lenguaje, es sensación. No es sentido, es sensación. Creo que el votante
sintió que con Macri se podía despojar de todo ese fárrago de sentidos
colectivos que poco tenían que ver con su vida práctica cotidiana. No digo sus
convicciones, digo su práctica cotidiana. Porque en la vida cotidiana estamos
solos en el mercado. Lo más que tenemos es un socio, que nos puede cagar.”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="vertical-align: baseline;"><b><span style="color: #262626; font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Anzuelo<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="vertical-align: baseline;"><span style="color: #262626; font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR; mso-hansi-theme-font: major-latin;">“En el caso de Cambiemos –dice Casullo– es interesante porque hay algo
del <i>bait and swith</i> (enganchar con el
anzuelo y girar, como decimos nosotros) menemista. Mauricio Macri dijo un
montón de cosas en la campaña a sabiendas, creo, de que no iba a cumplirlas:
prometió que no habría despidos en la administración pública y que mantendría
una gran parte de las políticas del kirchnerismo que ‘medían bien’ en las
encuestas. En el debate llegó a decir que no devaluaría”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="vertical-align: baseline;"><span style="color: #262626; font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR; mso-hansi-theme-font: major-latin;">En torno a lo que se dice y se calla en el discurso político hay
siempre, hasta donde se puede (porque estar inmersos en el lenguaje no deja
tantas posibilidades de maniobra, salvo en ciertos efectos comunicacionales),
cierto cálculo. María Esperanza Casullo ensaya: “El cálculo, como en el caso
del menemismo [la célebre confesión: “Si decía lo que iba a hacer no me votaba
nadie”], es que los votantes le perdonarían [a Macri] el abandono de las
consignas de continuidad en torno a ciertas políticas populares si podía hacer
dos cosas: a) convencer a la población de que la situación con la cual se
encontró es una catástrofe montada por el propio kirchnerismo, lo cual obliga a
repensar toda la estrategia y b) la situación económica mejora. La operación a)
está en curso, la b) hay que ver qué pasa”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="vertical-align: baseline;"><span style="color: #262626; font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Pero, ¿cómo ha sido la historia de los presidentes recientes en relación
con su discurso político? “Los presidentes, creo –dice Casullo–, tienen un
margen para ‘cambiar de palabra’ pero no infinitamente y no en cualquier
momento. Creo que en Argentina la población sigue más y mejor la política de lo
que le damos crédito. Un presidente, sobre todo, no puede anunciar <b><i>sólo</i></b>
malas noticias. Hablar con sinceridad de lo mal que está o estará la economía
es una cosa, pero puede pasar a transmitir impotencia rápidamente”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Los términos del conflicto<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Con el ensayista y psicoanalista
rosarino Juan Ritvo, polemista memorable en temas políticos, conversamos a
partir de una observación de Roberto Espósito según la cual “el lenguaje es
objeto mismo de la política”. “El cambio de lenguaje era ya esperable: son los
ciclos de la política argentina que van de la lucha de las fuerzas de la patria
contra la ‘anti-patria’ (aunque muchos de los patriotas forman parte orgánica
de la llamada antipatria) al llamado a la conciliación, la armonía, la paz, en
fin, a la antipolítica. La política se neutraliza cuando entra en el terreno de
las buenas formas parlamentarias, aunque el horror y la violencia continúen
fluyendo y fluyendo. En una sociedad dividida en clases, la violencia es
inextirpable. Todos esos términos como república, militancia, libertad, batalla
cultural son, ya, meros restos de una batalla perdida. Las militancia
kirchnerista fue una parodia de otras militancias a sangre y fuego (esta era
una militancia para conseguir puestos en el Estado) y su batalla cultural
ocultó siempre el incremento feroz de la pobreza extrema en estos últimos años.
Todo empezó cuando Néstor (Kirchner) heredó el aparato de (Eduardo) Duhalde y
terminó haciendo lo mismo. El macrismo (pero es excesivo, Macri es un líder de
baja intensidad), bajo el manto de la república, lo que oculta es una tremenda
transferencia de ingresos. El desastre del gobierno anterior condujo a esto,
por eso yo no distinguí demasiado (aunque voté resignado a Scioli) entre un
frente y otro.”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">En <i>La tragedia, o el fundamento perdido de lo político</i>, el ensayista y
sociólogo Eduardo Grüner analiza la doctrina de Carl Schmidt (de cuyos
fundamentos jurídicos se nutriera el nazismo) y sintetiza: “la <i>verdad</i> de lo político, el momento
auténticamente político, emerge en el ‘estado de excepción’, y no en la
normalidad ‘parlamentaria’ ni en la rutina institucional.” El “estado de
excepción”, definido por Schmidt en su <i>Teología
política</i> (1922), señala el momento en que la autoridad puede tomar medidas
extraordinarias, como definir al enemigo público en períodos de extrema crisis,
lo que pone en suspenso a la ley sobre quien ejerce la autoridad. En 2005 el
filósofo italiano Giorgio Agamben desarrollaría de nuevo este concepto en torno
al concepto de soberanía. Tomó como ejemplo los detenidos bajo la
administración de George W. Bush acusados de terrorismo para llevarlos a la
cárcel de Guantánamo. En otras palabras, el “estado de excepción” es un abuso
esperable de toda autoridad que ejerce el poder más allá de la ley.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Para Horowicz, la síntesis
incluye a Schmidt pero también a Karl Marx: “Uno explica por qué el estado de
excepción es el que permite la decisión política, el otro muestra cómo el
ropaje que la burguesía intenta dar a la república no sólo no resuelve la
conflictividad, sino que cuando la conflictividad pone en juego las decisiones,
a la hora de la verdad, queda el estado de excepción. Y basta recordar 1976
para saber que esto es así. De modo que lo que ruge por debajo y por detrás del
gobierno de Macri es el estado de excepción. Macri tiene el consenso requerido
para la práctica del estado de excepción sin los instrumentos materiales que
ese estado de excepción supone, esto es, sin las fuerzas armadas, que son parte
del proceso de descomposición general.” <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">—¿Qué otros actores participarían de esa
descomposición general?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">—La idea de una conducción
sindical como la que vemos. Que veamos una movilización de ATE separada de una
de la izquierda, separada de una de simpatizantes del Frente para la Victoria
en relación a la defensa de la Ley de Medios, ahí uno se da cuenta de que estos
elementos, que son concurrentes y forman parte de un mismo escenario político y
obedecen a las mismas razones, no permiten un encuentro unificado,
sencillamente porque sus direcciones son incapaces de articularse. Esto puede
suceder un rato, pero si persiste el resultado del partido es obvio. Y el
proceso del peronismo también es de franca descomposición. Cuando se mira el
FPV no se ve una unidad política, sino que los gobernadores van a negociar como
negociaron siempre, los intendentes hacen lo propio y, al mismo tiempo, uno ve
un segmento de diputados que estaría dispuesto a juegos de mayor alcance, pero
lo que queda claro es que de ninguna manera hay una dirección reconocida por
todos, eso está en disputa salvajemente y el enfrentamiento allí tiene tan poca
amabilidad como el conflicto social. En consecuencia, esto va a producir una
decantación. Va a quedar muy claro qué quiere decir el peronismo en estas
condiciones históricas. Porque el secreto del peronismo es que podían coexistir
al mismo tiempo el gobernador de Chaco, el intendente de Lomas de Zamora y los
jóvenes radicalizados. Pues está bien claro que esto es una deliciosa utopía.”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Para Hupert, “la verdad de la
política no es representable, no es pronunciable a menos que haya un
acontecimiento.”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Cambria","serif"; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">—¿Cómo diciembre de 2001?<o:p></o:p></span></b></p>
<span style="font-family: "Cambria","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: EN-US; mso-hansi-theme-font: major-latin;">—Sí, creo que la potencia de 2001 fue crónicamente
desactivada por el kirchnerismo, que ha permitido un giro conservador que
empieza en 2011, con menos empleo, más represión, más concentración de la
riqueza. La verdad de todo pacto de dominación es de una violencia tal que hace
presente el estado de excepción.</span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-76370225494162614622024-02-17T13:13:00.000-03:002024-02-17T13:13:11.890-03:00en el interior de una permanencia<p><span style="text-indent: -35.4pt;"><span style="font-family: georgia; font-size: x-small;">El miércoles 14 de febrero pasado <a href="https://www.perfil.com/noticias/columnistas/murio-alejandro-rubio-un-poeta-imprescindible-de-la-generacion-del-90.phtml" target="_blank">murió en Buenos Aires Alejandro Rubio</a> (había nacido en esa ciudad en 1967). En agosto de 2006 le pedí un texto a propósito de la reedición de la obra poética completa de Francisco Urondo que publicamos en un dossier dentro del segundo número de la revista Lenta Prisa, que hacíamos para la entonces Secretaría de Cultura provincial. Ese dossier contó también con una cronología de Urondo que escribió Daniel Freidemberg, un texto de Analía Gerbaudo, “Poéticas de la política. Razones para una polémica”, y una nota de Pablo Montanaro sobre Urondo en el cine, “Reflejos en la pantalla”.</span></span></p><p><span style="text-indent: -35.4pt;"><span style="font-family: georgia; font-size: x-small;">El texto de Rubio reproduzco en esta entrada no conocía, hasta donde sé, versión digital.</span></span></p><p><span style="text-indent: -35.4pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhw0Cw2ku7jgZpLrTvWTh_fgerGRTil0tkAYnGSUeWeYjLmx9uFXVtlUSU-upo4sNTBA_lHZs1_oITfcU6md8amTa_KJGmHBsUObij_qHURFStPF2QLfSX9UsPmktzt0BF63HyT4xMRPwVJwya30JzczYgrSTlGtjMem2Uhca0ZgbzRkcEsHx9Sb2QWGPtn/s4160/IMG_20240217_124525747.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhw0Cw2ku7jgZpLrTvWTh_fgerGRTil0tkAYnGSUeWeYjLmx9uFXVtlUSU-upo4sNTBA_lHZs1_oITfcU6md8amTa_KJGmHBsUObij_qHURFStPF2QLfSX9UsPmktzt0BF63HyT4xMRPwVJwya30JzczYgrSTlGtjMem2Uhca0ZgbzRkcEsHx9Sb2QWGPtn/s320/IMG_20240217_124525747.jpg" width="320" /></a></div><span style="font-family: georgia; font-size: small; text-indent: -35.4pt;">Dossier Paco Urondo > Revista </span><a href="https://issuu.com/makovsky/docs/lentaprisa3/23" style="font-family: georgia; font-size: small; font-style: italic; text-indent: -35.4pt;" target="_blank">Lenta Prisa</a><span style="font-family: georgia; font-size: small; text-indent: -35.4pt;"> Nº2, </span><span style="font-family: georgia; font-size: small; text-indent: -35.4pt;">invierno de 2006.</span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia; font-size: x-small;"><i>La </i>Obra poética<i> de Urondo, publicada por Adriana Hidalgo, pone otra vez en
circulación textos casi inhallables. Cómo leer hoy día esos textos y cómo
darles su lugar en la poesía es una de las preguntas del poeta que escribe esta
nota.</i></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia; font-size: x-small;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: georgia; font-size: x-small;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjESBaG6oclv81dy376lnrdEV3_X4oJ0iBqIePthRl_aoTJOkEuMtkOUTbNvdo4O3ivJX4ae_nhAUyA2F23aD5txXOgIBSzV7EliBySR7YZY8tebtqxFTJ8iGYh-44AHohyphenhyphenEmNZV5NsFJJinY31xKbUl8SshWJzgw_nauoTB_SDVTnyPtGzpc6suerBXypu/s4160/IMG_20240217_124602560_2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjESBaG6oclv81dy376lnrdEV3_X4oJ0iBqIePthRl_aoTJOkEuMtkOUTbNvdo4O3ivJX4ae_nhAUyA2F23aD5txXOgIBSzV7EliBySR7YZY8tebtqxFTJ8iGYh-44AHohyphenhyphenEmNZV5NsFJJinY31xKbUl8SshWJzgw_nauoTB_SDVTnyPtGzpc6suerBXypu/s320/IMG_20240217_124602560_2.jpg" width="320" /></a></span></div><a href="https://eternacadencia.com.ar/nota/alejandro-rubio-quot-no-es-raro-tener-dos-ideas-contradictorias-en-la-mente-quot-/2047"><span style="font-family: georgia;">Alejandro
Rubio</span></a><p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">La reedición
de la obra poética de <a href="https://www.adrianahidalgo.com/libro/obra-poetica-francisco-urondo/">Francisco
Urondo hecha por la editorial Adriana Hidalgo</a>, a treinta años de la muerte
del autor, luego de un largo lapso en que a duras penas se podía acceder a los
volúmenes publicados por De La Flor en 1972 y Casa de las Américas, en 1986 –que
incluye el libro inédito e inconcluso <i>Cuentos de batalla</i>, algunos de
cuyos poemas ya habían aparecido en la breve antología <i>Poemas de batalla</i>,
prologada y recopilada por Juan Gelman bajo el sello Seix Barral en 1998–,
permite a una nueva generación conocer la propuesta poética más rica y
elaborada, junto con la de Leónidas Lamborghini, que produjo la promoción de
los años 60. La coyuntura cultural y política, probablemente, es propicia para
que estos nuevos lectores puedan apreciar los estrictos valores poéticos de
Urondo sin la incomodidad que el fracaso de su opción política –opción que, más
que un tema, fue la condición de posibilidad y la estructura de sentimiento de
muchos de sus poemas– solía provocar en los lectores nacidos después de 1960.
En efecto, la poesía de los 60 fue sinónimo, desde 1976 en adelante, de algo
que estos lectores ya no compartían: el optimismo histórico. Si la sociedad
argentina de esa década estuvo marcada por la revolución cubana, la presencia
de un peronismo proscripto, la inestabilidad institucional, cierta prosperidad
económica, el alto consumo cultural de la clase media, la implantación de la
noción, a medias comercial, de “literatura latinoamericana” y si, lo que es más
importante, la sociedad argentina de los años 60 estuvo tensionada por la
aspiración revolucionaria; los poetas que empezaron a publicar y obtener
lectores después de 1984 se encontraron con una estructura en la cual, luego de
la ilusión de “retorno” promovida por el gobierno de Raúl Alfonsín,
entremezclada de una manera poco obvia con el proyecto de convertir al país en
una democracia a la española, después del fracaso de esa ilusión y ese
proyecto, quedaba claro que la iniciativa política la tenía la derecha. Este
auge de la derecha, basado en datos objetivos, económicos y geopolíticos muy
concretos, que el campo cultural nacional e internacional, aun integrado en
gran parte por individuos con ideas marxistas, no logró contrarrestar dado que
la ruina económica e ideológica del bloque socialista y una sensación difusa de
la agotamiento de los “estilos radicales”, desde el arte de vanguardia hasta la
política contestataria o revolucionaria, ruina y sensación que se etiquetaron,
más rápida que certeramente, con el nombre de “posmodernismo”, coadyuvaron a un
derrotismo y una retracción en los que apenas se intentó salvar las papas
apelando a una palabra de la Segunda Guerra Mundial, “resistencia”, lo que daba
por hecho que la fuerza activa era la del enemigo; este auge de la derecha,
decíamos, con su aparato cultural estableciendo el marco en que la libertad de
cada escritor podía moverse sin pecar de anacrónica, hizo que obras como las de
Urondo, y también las de Ernesto Cardenal, Roque Dalton y otras donde la
presencia de un gesto político esperanzado fuera, sin ninguna vergüenza ni
cortapisa, explícita, dejaran en los contemporáneos del triunfo de la burguesía
a nivel mundial un regusto amargo y burlón a palabra inadecuada, dogmática, en
definitiva, vacía. Bien: en Argentina y en la región actualmente la derecha
está en retirada. Esto no quiere decir que el lector nuevo se identifique
acríticamente con el optimismo histórico que campea en los poemas de Urondo,
porque mucho agua ha corrido bajo el puente. Significa, sí, que este optimismo
histórico ya no es un obstáculo insalvable que impida penetrar la sofistica
textualidad de esta obra, su equilibrio entre el riesgo y el buen gusto, su
solución original al problema de cómo se hace una poesía argentina,
cosmopolita, contemporánea y duradera al mismo tiempo.</span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh94tIiKgWxd5jO2zFUpdRjizxZoquicUZeNyExtduZujIGzUAnqbmZArdoWkUIm6kvlcxac9MosBAeCgrxXMczmyLpjzsR-dTRuPepEwO_ov_x1YGd8DYuAY7IKlyugQ3xUHZmfUFE91LebnVvI-mYBBAFnDbiNn5Ok7qV91uZ3XFciJZyxpWEkqeCcd5K/s4160/IMG_20240217_124709624_2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh94tIiKgWxd5jO2zFUpdRjizxZoquicUZeNyExtduZujIGzUAnqbmZArdoWkUIm6kvlcxac9MosBAeCgrxXMczmyLpjzsR-dTRuPepEwO_ov_x1YGd8DYuAY7IKlyugQ3xUHZmfUFE91LebnVvI-mYBBAFnDbiNn5Ok7qV91uZ3XFciJZyxpWEkqeCcd5K/s320/IMG_20240217_124709624_2.jpg" width="320" /></a></div><b style="font-family: georgia;"><span lang="ES">Eros e Historia</span></b><p></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES"><span style="font-family: georgia;">Los libros
de poesía de Urondo se van sucediendo en un arco temporal de casi veinte años, desde
<i>La Perichole</i> hasta <i>Poemas póstumos</i>, desde 1954 a 1972. Es cierto
que, para comprender la totalidad de esta obra, no cabe el concepto de
evolución, como sí cabe para Alberto Girri o Joaquín Gianuzzi, porque no hay
rupturas dramáticas que hagan ver lo anterior como rudimentario o embrionario,
ya que los primeros libros de Urondo exhiben una solvencia técnica y un fondo
de motivos, tonos y preocupaciones que alcanzarán sus trabajos últimos. Urondo
ejecutó, con elementos a priori inconexos y hasta antitéticos, un complicado
juego de figura y fondo que los intercambia, los acerca o los aleja, siempre
buscando el enfoque óptimo para que el poema, su materia y su forma, se
acerquen lo más posible a lo esencial. Lo esencial es casi siempre lo que
podríamos llamar un sentimiento, si este término transmitiera el complejo
confuso de ideas, emociones, anticipaciones y recuerdos que la realidad dispara
en un sujeto. Pero tampoco se puede decir, por supuesto, que la poesía de
Urondo se mantenga idéntica a sí misma de principio a fin, como en los casos de
Miguel Ángel Bustos o Francisco Madariaga. Más bien, en palabras de Sartre, se
podría afirmar que Urondo cambió como todo el mundo: en el interior de una
permanencia. Esta permanencia se definiría por dos invariantes: la Historia,
con las mayúsculas con que su época la escribía, y el eros. Más precisamente:
la obsesión irrenunciable de Urondo es encontrar la palabra poética mediante la
cual se muestre que la historia tiene un cuerpo y que ese cuerpo es sexuado y,
al revés, que el cuerpo recorrido por el erotismo es recorrido también por los
conflictos, intereses y deseos de la comunidad de los seres humanos que
constituyen la Historia. Urondo entendió que lo personal era político de una
manera bastante distinta a como lo proclamó el feminismo: entendió la identidad
de lo personal y lo político como una disimetría trágica en que una parte de la
persona, en últimas instancia la vida nuda, debe sacrificarse a la Historia
para que perdure un nombre, cifra de la verdadera humanidad. La política, en la
teoría de Urondo, es un dios que pide más y más sacrificios personales, un dios
letal. Pero, por lo dicho anteriormente, no puede haber verdadero eros si se
elude esta exigencia cruel. Muchos militantes de organizaciones armadas
hubieran suscripto este pensamiento pero, como ninguno creía que la poesía
tenía algún papel en la épica de la revolución, ninguno creyó importante
someter a la poesía a la prueba crucial a la que la sometió Urondo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;"><b><span lang="ES">Lírica anecdótica</span></b><span lang="ES"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEAoLJ0wfO46MsTghR-cAgtI35xaqESKvnWcIViI07VFSgNL5qtHL7JeSCCEo55lj_gwJCoVGxxAg8_QhmxqInxjXZJaXqM3yw16qfAYlXTs_MIkZTa6zlh-QonbS-RfhOorHPAye68c6KF3OG4WwOA4Ji_HMNJ823iJe-7H6xGVGbg__j-HKpFr035gXQ/s4160/IMG_20240217_124749247_2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEAoLJ0wfO46MsTghR-cAgtI35xaqESKvnWcIViI07VFSgNL5qtHL7JeSCCEo55lj_gwJCoVGxxAg8_QhmxqInxjXZJaXqM3yw16qfAYlXTs_MIkZTa6zlh-QonbS-RfhOorHPAye68c6KF3OG4WwOA4Ji_HMNJ823iJe-7H6xGVGbg__j-HKpFr035gXQ/s320/IMG_20240217_124749247_2.jpg" width="320" /></a></div><span style="font-family: georgia;">Urondo se
acercó muy joven al grupo de la revista </span><i style="font-family: georgia;">Poesía Buenos Aires</i><span style="font-family: georgia;">. Se suele
identificar a este grupo con una actitud hermética, en el sentido general de “poesía
que no se entiende”. Pero la verdad es que los primeros dos libros de Urondo –escritos
en contacto, si no con la preceptiva, sí con las ideas que ese grupo movilizó
en la cultura argentina–, son, al menos para una persona con cierto
entrenamiento en la lectura de poesía –entrenamiento que podría consistir
apenas en algo de tradición española, algo de modernismo y algo de ultraísmo–,
perfectamente claros, amables y disfrutables. </span><i style="font-family: georgia;">La Perichole</i><span style="font-family: georgia;"> (1954), la “perra
chola”, es decir, la mestiza esposa de un auténtico virrey del Perú de la
primera mitad del siglo XVIII, es, hasta donde alcanzamos a ver, el primer
jalón de una línea subterránea y subversiva de textos poéticos o escritos por
poetas, cuyos otros emergentes son </span><i style="font-family: georgia;">Una sombra donde sueña Camila O´Gorman</i><span style="font-family: georgia;">,
de Enrique Molina, y los poemas “criollistas” de </span><i style="font-family: georgia;">Alambres</i><span style="font-family: georgia;">, de Néstor
Perlongher. Esta línea se caracteriza por tomar los motivos más laterales de la
historiografía y conectarlos con una fuerza deseante y voraz que no teme
atravesar los límites del telurismo y la mitología. También se caracteriza por
orientar el motivo hacia una intervención puntual en el presente de la
escritura. Cuando la JP cantaba “tiembla la puta oligarquía, se viene la
tercera tiranía”, en 1973, Molina ofrecía una versión infernal de aquella
primera tiranía. Perlongher, en 1987, cuando el pueblo elegía a sus
representantes, se ocupaba de indagar qué inclusiones y exclusiones delimitaban
ese tan traído y llevado “pueblo”. Correlativamente, detrás de la mestiza
salvajemente erótica y telúricamente poderosa de Urondo, no cuesta mucho ver la
figura de Eva Perón. Urondo fija la correspondencia en la recepción de ambos
personajes, a dos siglos de distancia, por la gente bien, como lo muestra esta
cita: “La gente es propensa tanto a complicar los escándalos, como a eternizar
los papelones de aquellos a quienes no superarán...”, mezclando verso y prosa,
lo anecdótico con lo lírico, Urondo logra una pieza de mesurada potencia
crítica, una alegoría burlona sobre el antievitismo. </span><i style="font-family: georgia;">Historia antigua</i><span style="font-family: georgia;">
(1956) reúne breves prosas poéticas escritas con un gusto y una compacidad como
pocas veces alcanzó el subgénero en Argentina. Urondo hace convivir la
figuración libre con las contradominantes prosaicas y juega con un “tú” amoroso
que a veces se amplifica en el “vosotras” (dicho sea de paso, si bien Urondo
usará el voseo, aun en su etapa más afín con la poética coloquialista, lo hará
con suma mesura, homeopáticamente), como se ve en “Viejas amigas”. Otra pieza
destacable es “Gaviotas”, situada en la misma serie metonímica que el famoso
albatros de Baudelaire como alegoría del poeta moderno. “Todo hace suponer que
existe una sola verdad y una sola preocupación en su mundo”: la obsesión de una
lejanía ilimitada. Gregarias y a la vez solitarias, las gaviotas representan la
primera fase en la reflexión de Urondo sobre el lugar del poeta, donde todavía,
en la balanza que pesa individualismo y colectivismo, el primero pesa más que
el segundo. El siguiente libro, </span><i style="font-family: georgia;">Lugares</i><span style="font-family: georgia;">, de 1961, es más ajustado a la
preceptiva de </span><i style="font-family: georgia;">Poesía Buenos Aires</i><span style="font-family: georgia;"> (poemas y versos brevísimos, ausencia
de mayúsculas y signos de puntuación, imagen pura, primacía de sustantivos
concretos y elementales como “aire” y “agua” apenas determinados por algún
adjetivo) pero no a sus ideas más productivas. Es claramente un paso atrás con
respecto a los libros anteriores; es sumamente pulcro, pero carece de ambición
y de </span><i style="font-family: georgia;">pathos</i><span style="font-family: georgia;">. Curiosamente, fue publicado después de </span><i style="font-family: georgia;">Dos poemas</i><span style="font-family: georgia;"> (1959)
que reunía “Arijón” y “Candilejas”, dos textos que abrían nuevos caminos en la
poética de Urondo. El primero es un poema de largo aliento de inspiración
orticiana, donde Urondo prueba anclar su imaginario en un territorio preciso.
Hay profusión de topónimos impresos en cursiva, marcas patentes de esa prueba.
La dicción es menos concisa y terminante, más tentativa, como si el autor fuera
tanteando oscuramente la esencia del poema. El resultado es menos satisfactorio
que el de los primeros dos libros, pero vale, además de como preanuncio de su
escritura posterior, más extensiva, suelta e incisiva a la vez, por unos versos
donde define un pensamiento ontológico: “la única realidad que no se puede
transformar (...)/ una absoluta sombra/ un eterno pliegue”. Una sombra absoluta
no da lugar a los cuerpos ni a la luz, y un pliegue eterno es una falsa
profundidad de la que no hay salida. La idea es adversativa: hay realidades que
se pueden transformar, pero el límite último es ése. Es como si en todo lo que
existe hubiera un perfil equívoco que se orienta hacia la oscuridad, la
adversidad, la falsedad. Esta idea es desarrollada en “Candilejas”, donde la
tramoya de una representación vacía toda posición elocutiva, tanto la primera
como la segunda y la tercera persona, de todo carácter de verdad, donde incluso
el desastre merece el comentario “no es para tanto”. El poema que cierra el libro
</span><i style="font-family: georgia;">Nombres</i><span style="font-family: georgia;"> (1963) –donde se reeditan “Arijón” y “Candilejas”–, “B.A. Argentine”,
concentra todos los procedimientos retóricos que en el volumen señalan la
entrada de Urondo a su versión del coloquialismo. Se trata de un viaje
imaginario de la calle Corrientes al Tibet, donde un paseante veloz y alerta
toma notas, recuerda a una mujer, repasa la historia, adelanta esperanzas. Lo
referencial que se dispara hacia la fantasía alocada se refleja en un estilo
que cita y refunde reminiscencias literarias de varias fuentes, toma como
modelo el habla cotidiana sin respetarla y ciñe imágenes donde la proporción
entre definición e indefinición está calculada para cada caso.</span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;"><b><span lang="ES">Clandestino</span></b><span lang="ES"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;"><b></b></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: georgia;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQKaLePNiJsL6CqJ6zyf8bOHoqWH6g0aAykn6Jy_8qq_Gmr60OS3trw622E3IfOdF2RIH8311QPsslEjBCQjous0Ff2sYBSdVbvU4QDexVzHBrYL3n3PvBuCt1gFyK7Hi9pHI_IuhjdCJe_2CP-0v46DL7CLDv3FqvcIe0Ba4mXTIbIeeGF490-B4xa8Zw/s4160/IMG_20240217_124853928_BURST000_COVER_COMP.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4160" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQKaLePNiJsL6CqJ6zyf8bOHoqWH6g0aAykn6Jy_8qq_Gmr60OS3trw622E3IfOdF2RIH8311QPsslEjBCQjous0Ff2sYBSdVbvU4QDexVzHBrYL3n3PvBuCt1gFyK7Hi9pHI_IuhjdCJe_2CP-0v46DL7CLDv3FqvcIe0Ba4mXTIbIeeGF490-B4xa8Zw/s320/IMG_20240217_124853928_BURST000_COVER_COMP.jpg" width="240" /></a></b></span></div><i style="font-family: georgia;"><span lang="ES">Del otro
lado </span></i><span lang="ES" style="font-family: georgia;">(1967) profundiza y pule lo
descubierto en el libro anterior. Contiene dos de los poemas más memorables de
Urondo, “Parques y jardines” y “Los gatos”, donde la ampliación temática y
tonal del coloquialismo es combinada con una riqueza figurativa y un timing que
los vuelve clásicos, representativos de una corriente y a la vez autónomos como
obras de arte de primera clase.</span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;"><i><span lang="ES">Adolecer</span></i><span lang="ES"> (1968) es el libro central de la obra de
Urondo, ese tipo de libros que obligan a exclamar “acá este tipo puso todo”.
Estructurado en ocho secciones que se abren, salvo una, con un “puedo” que
afirma una potencia que el desarrollo del poema matizará y cuestionará, y que se
cierran con la imagen del entierro, visto en la adolescencia del yo, de un
general radical asesinado en la década infame por tratar de evitar un comicio
fraudulento, el libre flujo de palabras que representan recuerdos, reflexiones
y anticipaciones, ofrece un examen del espíritu de época de los 60 desde
adentro. El tango, la Biblia, fragmentos de la historia argentina y mundial,
sirven de fondo a la insatisfacción que provoca vivir en un país donde la
batalla decisiva siempre se elude. La posición de Urondo es inequívoca: “nosotros
sí tenemos que dar la batalla”, es el mensaje político del poema. Este mandato
precede todo análisis objetivo de una coyuntura concreta y es indiferente que
sea suicida o no. En <i>Son memorias</i> (1970) y <i>Poemas póstumos</i> (1972)
Urondo exhibe su radicalización y los poemas son cada vez más comunicativos y
explícitos en este aspecto, como se lee en “Hotel Guaraní”, “Liliana Raquel
Gelin”, “Felipe Vallese” y “Solicitada”. Por otro lado, no se priva de la
ironía y la elipsis que ha trabajado en el resto de su obra, si bien no son
predominantes. Cómo conciliar la declaración clara de una postura ideológica
con el obligado decir indirecto del género poético es el problema que ocupó a
Urondo en sus últimos libros publicados. Hoy, se podría decir que la ideología
ha periclitado y se conservan los hallazgos poéticos; sin embargo, hay una
relación de consanguinidad entre el “mensaje” y la tensión formal a la que
obliga cuando no tiene aún un formato estereotipado. A casi nadie le importa
que Virgilio haya escrito la <i>Eneida</i> para glorificar a Augusto; sin
embargo, la <i>Eneida</i> fue escrita para glorificar a Augusto.<o:p></o:p></span></span></p>
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: georgia;">La perla de esta edición son
los doce poemas que se conservan del inconcluso <i>Cuentos de batalla</i>,
escrito en la clandestinidad. Estos poemas se hacen cargo reflexivamente de la
situación de escribir poemas en la clandestinidad. ¿Por qué y para qué, insiste
Urondo, escribir poemas en la clandestinidad? Para reflejar la cúspide de una
vida y una poesía, que es la mínima distancia con la muerte. Urgentes,
contenidistas, circunstanciales, estos poemas exhiben un cuidado técnico que se
manifiesta a simple vista en la disparidad entre un vocabulario y una sintaxis “naturales”
y una versificación “antinatural”, de bruscos encabalgamientos. Urondo sabe que
este libro nunca podrá ser terminado, como se entrevé en “Quiero denunciar...”:
el enemigo se acerca, pero ni siquiera puede pronunciarse la palabra “derrota”.
En el extremo de su existencia y de su obra, Urondo escribe y muere en su ley.</span></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-16441759738047754572024-02-10T00:16:00.002-03:002024-02-10T00:18:30.662-03:00vinería Esta tarde estuve un largo rato en la <a href="https://maps.app.goo.gl/Ayq9KaC3kq99niRV9">vinería de Juan</a>, en esa calle que transité con intensidad mientras mi hijo estuvo en la primaria.<div>La moza que llegó con dos café con leche y tres medialunas era hija de un célebre jugador de Central de los años 80 (acaso de antes), cuyo nombre no retuve.</div><div>Algo le dijo Juan sobre hacer plata las camisetas de su padre, que llegó a jugar en Europa, pero ella dijo que una empleada doméstica se había llevado todas esas camisetas.</div><div>Lo dijo mientras se retiraba, con la bandeja aún cargada con un café y unas facturas de otro cliente. El final de esas camisetas lo narró ya en la vereda, con algún detalle que ya no escuchamos.</div><div>Más tarde llegó Emir, que me conocía de la radio y habia trabajado con Adolfo Corts para <i><a href="https://www.sonidosderosario.com.ar/">Sonidos de Rosario</a></i>.<br></div><div>En menos de una hora, el universo recoleto y fantasmagórico de la ciudad circuló por la vinería de Juan de forma analógica hasta que se unió a su "procesión en las nubes".</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-80278807142496815642024-02-06T06:40:00.001-03:002024-02-06T06:40:30.225-03:0006:35Los últimos seres vivos de la noche nos entregan su aliento fresco. Las llamas inminentes del sol lo vuelven pasado mientras nos roza.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-84566860815073009022024-01-19T19:38:00.001-03:002024-01-19T19:38:30.769-03:00bio-geografía<p><span style="font-family: georgia;">Publicado hace ya 13 años por <a href="https://www.emr-rosario.gob.ar/page/libros/id/1271/title/San-Nicol%C3%A1s-de-la-Frontera" target="_blank">la Editorial Municipal de Rosario</a>, <i><a href="https://snf-pm.blogspot.com/" target="_blank">San Nicolás de la Frontera</a></i> tiene un hermoso podcast realizado por <a href="https://open.spotify.com/show/1tmktzssZ7eQX95p4SEFrM?si=1fde9eed52f44400" target="_blank">Modo Podcast</a> (Galpón 11), de la Secretaría de Cultura de Rosario. En <i><a href="https://www.youtube.com/playlist?list=PLbD0JvZ82fEPwZcC_d-XB4Hg6cvCEvPBp" target="_blank">YouTube</a></i> y en <i><a href="https://open.spotify.com/show/1tmktzssZ7eQX95p4SEFrM?si=1fde9eed52f44400" target="_blank">Spotify</a></i>.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/DnKv895Dm58" width="320" youtube-src-id="DnKv895Dm58"></iframe></div><br /> <p></p>
<iframe allow="autoplay; clipboard-write; encrypted-media; fullscreen; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="352" loading="lazy" src="https://open.spotify.com/embed/episode/169KITiJHFXxo1FVEHVLjR?utm_source=generator" style="border-radius: 12px;" width="100%"></iframe>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-86106467786231484672024-01-15T12:33:00.001-03:002024-01-15T12:33:37.600-03:00polifemo Soñé que estaba en Paysandú, Uruguay, donde llegaba en tren, en un gigantesco tren desvencijado que las vías no soportaban, y había que bajar y hacer equilibrio entre fierros retorcidos para seguir camino. En un momento entraba a una pizzería y me encontraba en una mesa con un hombre envejecido que tenía un solo ojo en la frente, como Polifemo, pero reconocía en ese rostro el de un viejo conocido, incluso él se paraba y me llamaba por mi nombre, usaba el diminutivo. Tenía cara de buena gente. Mientras las imágenes del sueño se desvanecen, a medida que avanza la mañana, la familiaridad de ése rostro me persigue.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-28236815880077612762023-11-30T04:16:00.000-03:002023-11-30T04:16:02.613-03:00no hay mal que dure cien años<p><span style="font-family: georgia; font-size: x-small;">El original en inglés de este artículo puede leerse <a href="https://www.thenation.com/article/world/henry-kissinger-obituary/?utm_source=pocket_saves">en <em>The Nation</em></a>, la histórica revista abolicionista de izquierda estadounidense. A su vez, el autor de este artículo prologó <a href="https://t.co/YpCouCTKQj">un libro, <em>Only the Good Die Young</em></a> (<em>Sólo los buenos mueren jóvenes</em>) publicado por la más reciente <a href="https://jacobin.com"><em>Jacobin</em></a> (revista de izquierda estadounidense que promovió la candidatura de Bernie Sanders a la presidencia) que tenía preparado antes de la muerte de Henry Kissinger e incluye varios artículos sobre la influencia de las políticas del ex secretario de Estado sobre la violencia, las masacres y la desestabilización en varios países del mundo, entre ellos Argentina. Allí hay un artículo del politólogo <a href="https://jacobin.com/author/leandro-morgenfeld">Leandro Margenfeld</a> sobre <a href="https://jacobin.com/2023/11/kissinger-in-argentina">el legado de Kissinger en Argentina</a>. Traducción de <a href="https://revistarea.com/autores/pablo-makovsky/">P.M.</a></span></p><div style="text-align: center;"><span style="font-family: georgia;">>>>*<<<</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></div><div><span style="font-family: georgia;">por <a href="https://revistarea.com/autores/greg-grandin/" target="_blank">Greg Grandin</a></span></div><div><span style="font-family: georgia;"><br /></span></div><div><span style="font-family: georgia;">Henry Kissinger, nacido en la Alemania de Weimar en 1923, ha muerto. Alcanzó los 100 años y, en los últimos años de su vida, políticos, escritores y celebridades lo agasajaron como si fuera la encarnación del siglo estadounidense. Y en cierto modo lo era.</span></div><div><p><span style="font-family: georgia;">Antes, en tiempos más críticos, lo habían acusado de muchas cosas malas. Ahora que ya no está, sus críticos tendrán la oportunidad de volver a ensayar sus acusaciones. Christopher Hitchens, quien sostuvo que el ex secretario de Estado debería ser juzgado como criminal de guerra, también está muerto. Pero hay una larga lista de testigos de cargo: reporteros, historiadores y abogados ansiosos por proporcionar antecedentes sobre cualquiera de las acciones de Kissinger en Camboya, Laos, Vietnam, Timor Oriental, Bangladesh, contra los kurdos, en Chile, Argentina, Uruguay y Chipre, entre otros lugares.</span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiy6e2ba8GWh-Hy0w6ca9V8H8mPXfNOZflB2iTV0oijuPJkLjXK_bqleuNz31L2eydpMdPTRX3ujiWU9di22-E6c3MljsJ-ihYkb9QyGm4GTZlzcQzEussy2GXUsW0zZL9HbZF3sYi_RNiPEEYpmBRlMaBDJhSmL6lH1m_fETjADfScG_bZqJNvKC_tsJJx/s1960/kissinger-nixon.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1470" data-original-width="1960" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiy6e2ba8GWh-Hy0w6ca9V8H8mPXfNOZflB2iTV0oijuPJkLjXK_bqleuNz31L2eydpMdPTRX3ujiWU9di22-E6c3MljsJ-ihYkb9QyGm4GTZlzcQzEussy2GXUsW0zZL9HbZF3sYi_RNiPEEYpmBRlMaBDJhSmL6lH1m_fETjADfScG_bZqJNvKC_tsJJx/s320/kissinger-nixon.jpg" width="320" /></a></div><br /><span style="font-family: georgia;"><br /></span><p></p><p><span style="font-family: georgia;">Se han publicado decenas de libros sobre este hombre a lo largo de los años, pero sigue siendo <i>The Price of Power</i> (<i>El precio del poder</i>), de Seymour Hersh (1983), el que los futuros biógrafos tendrán que superar. Hersh nos dio el retrato definitorio de Kissinger como un paranoico atildado, que oscila entre la crueldad y la adulación para avanzar en su carrera. Pequeño en sus vanidades y mezquino en sus motivos, Kissinger, en manos de Hersh, es sin embargo shakesperiano porque la mezquindad se representa en un escenario mundial, con consecuencias épicas.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Kissinger tiene muchos devotos y muchos de sus obituarios sin duda instarán al equilibrio. Las transgresiones, dirán, deben sopesarse con los logros: la distensión y los subsiguientes tratados armamentistas con la Unión Soviética, la apertura de la China comunista y su diplomacia itinerante en el Medio Oriente. Es en este momento cuando las consecuencias de muchas de las políticas de Kissinger serán redefinidas como “controversias” y relegadas a opiniones más que a hechos. Tras la presidencia de Donald Trump, con el mundo convulsionado por nuevas guerras de conquista, la habilidad política “sobria” de Kissinger es, como varios comentaristas han afirmado recientemente, más necesaria que nunca.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Esperemos comentarios de color: colegas y conocidos que recordarán que tenía un irónico sentido del humor y una afición por la intriga, la buena comida y las mujeres de mejillas altas. Recordaremos que salió con Jill St. John y Marlo Thomas, era amigo de Shirley MacLaine y era conocido cariñosamente como Super K, Henry de Arabia y el Playboy del ala oeste [de la Casa Blanca]. Kissinger era brillante y tenía mal genio. Era vulnerable, lo que lo hacía cruel, y su relación con Richard Nixon era, como dijo el periodista Evan Thomas, “profundamente rara”. Ésos eran los enemigos originales, con Kissinger halagando a Nixon en la cara y quejándose de él a sus espaldas. “La mente de albóndiga”, llamó a su jefe tan pronto como volvió a colgar el teléfono, un “borracho”. Nixonger, llamó a ese dúo Isaiah Berlin.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Nacido en Fürth, Alemania, Kissinger llegó a los Estados Unidos en 1938. Su familia huía de los nazis y los resúmenes de su vida enfatizarán su carácter extranjero. “Chico judío”, lo llamó Nixon. Suele decirse que la visión del mundo de Kissinger, descrita de modo convencional como una valoración de la estabilidad y el avance de los intereses nacionales por encima de ideales abstractos como la democracia y los derechos humanos, choca con la idea que Estados Unidos tiene de sí mismo como bueno de manera innata, como una nación excepcional. “Intelectualmente”, escribe su biógrafo Walter Isaacson, su “mente conservaría su carácter europeo”. Kissinger, señala otro escritor, tenía una visión del mundo que “un estadounidense nativo no podría tener”. Y su acento bávaro se hizo más profundo a medida que envejecía.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Pero interpretar a Kissinger como un extraterrestre que no está en sintonía con los acordes del excepcionalismo estadounidense es no captar el significado del hombre. De hecho, era el estadounidense por excelencia, con su mentalidad moldeada según su lugar y su época.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Cuando era joven, Kissinger abrazó la más estadounidense de las presunciones: crearse a sí mismo, la noción de que el destino de uno no estaba determinado por la propia condición, que el peso de la historia podía imponer límites a la libertad, pero dentro de esos límites había espacio para maniobrar. Kissinger no expresó estas ideas en la jerga vernácula estadounidense. Más bien, tendía a expresar su filosofía en la pesada prosa de la metafísica alemana. Pero las ideas eran en gran medida las mismas: “La necesidad”, escribió en 1950, “describe el pasado, pero la libertad gobierna el futuro”.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Esa línea proviene de una tesis que Kissinger presentó cuando era estudiante de último año en Harvard, un viaje de casi 400 páginas a través de los escritos de varios filósofos europeos. El significado de la historia, como la tituló Kissinger, es denso, melancólico y sobrecargado, fácil de descartar como producto de la juventud. Pero Kissinger repitió muchas de sus premisas y argumentos, en diferentes formas, hasta el final de su vida. Además, cuando llegó a Harvard, el autor tenía una amplia experiencia en el mundo real, en tiempos de guerra, pensando en las cuestiones que planteaba su tesis, incluida la relación entre la información y la sabiduría, el mundo material y la conciencia, y la forma en que el pasado presiona sobre el presente. El propio Kissinger escapó del Holocausto, pero al menos 12 miembros de su familia no lo lograron. Reclutado en 1943, pasó el último año de la guerra en Alemania, donde se esmeró en el ascenso en las filas de la inteligencia del ejército. Como administrador militar de la ciudad ocupada de Krefeld, a orillas del Rin, interrogó a oficiales de la Gestapo, convirtiendo a algunos en informantes confidenciales y ganando una Estrella de Bronce.</span></p><p><b><span style="font-family: georgia;">Pensar el poder</span></b></p><p><span style="font-family: georgia;">En otras palabras, la relación entre hecho y verdad, preocupación central de su tesis, no era una cuestión abstracta para Kissinger. Era una cuestión de vida o muerte, y la diplomacia posterior de Kissinger fue, escribe uno de los compañeros de Kissinger en Harvard, un “transplante virtual del mundo del pensamiento al mundo del poder”.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Kissinger, en los próximos obituarios, será llaLa metafísica de Kissinger comprendía partes iguales de tristeza y alegría. La tristeza se reflejaba en su creencia de que la experiencia, la vida misma, en última instancia no tenía sentido y que la historia era trágica. “La experiencia es siempre única y solitaria”, escribió en 1950. “La vida es sufrimiento, el nacimiento implica la muerte”. En cuanto a la “historia”, dijo que creía en su “elemento trágico”. "La generación de Buchenwald y de los campos de trabajo siberianos no puede hablar con el mismo optimismo que sus padres." El júbilo surgió al aceptar esa falta de sentido y esa tragedia, al comprender que las acciones de uno no estaban predeterminadas por la inevitabilidad histórica ni gobernadas por una autoridad moral superior. Había “límites” a lo que un individuo podía hacer, “necesidades”, como dijo Kissinger, impuestas por el hecho de que vivimos en un mundo lleno de otros seres. Pero los individuos poseen voluntad, instinto e intuición, cualidades que pueden utilizarse para ampliar su campo de libertad.mado “realista”. Esto sería exacto si se define el realismo como una visión pesimista de la naturaleza humana y la creencia de que se necesita poder para imponer orden en las relaciones sociales anárquicas.</span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0pgxpWsjqCFytsAJFp3za88PRWlhewEyacOgSRdDc1V3pg3Y4g2GQODnUv6WqYfJE099TD1ffdEhto9iYIw_UlVEEhEEA8MnumVRTgkJPPH3N6JGPwY3UddWgxGDX9-hxw-rcCG_DKqcXFkAUpmGS6yDRltwmO41oPEFQDxSX8oUtZRaMNvu-7PUaubuk/s800/kissinger-videla.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="532" data-original-width="800" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0pgxpWsjqCFytsAJFp3za88PRWlhewEyacOgSRdDc1V3pg3Y4g2GQODnUv6WqYfJE099TD1ffdEhto9iYIw_UlVEEhEEA8MnumVRTgkJPPH3N6JGPwY3UddWgxGDX9-hxw-rcCG_DKqcXFkAUpmGS6yDRltwmO41oPEFQDxSX8oUtZRaMNvu-7PUaubuk/s320/kissinger-videla.jpg" width="320" /></a></div><br /><span style="font-family: georgia;"><br /></span><p></p><p><span style="font-family: georgia;">Pero si se toma el realismo como una visión del mundo en la que se puede llegar a la “verdad” de los hechos observando esos hechos, entonces Kissinger claramente no era realista. Más bien, Kissinger se declaró a menudo a favor de lo que hoy la derecha denuncia como relativismo radical: Sostuvo que no existe la verdad absoluta, ninguna verdad en absoluto más que la que se puede deducir desde una perspectiva propia y solitaria. “El significado representa la emanación de un contexto metafísico –escribió–. Cada hombre, en cierto sentido, crea su imagen del mundo". La verdad, dijo Kissinger, no se encuentra en los hechos sino en las preguntas que hacemos sobre esos hechos. El significado de la historia es "inherente a la naturaleza de nuestra consulta".</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Este tipo de subjetivismo estaba en el aire de la posguerra, y Kissinger en sus primeros escritos no parecía diferente de Jean-Paul Sartre, cuya influyente conferencia sobre existencialismo se publicó en inglés en 1947 (y fue citada por Kissinger en <i>The Meaning of History</i> –<i>El sentido de la historia</i>–). Cuando Kissinger insiste en que los individuos tienen la “elección” de actuar con “responsabilidad” hacia los demás, suena absolutamente sartreano, haciéndose eco de la creencia del filósofo radical francés de que, dado que la moralidad no es algo que se impone desde fuera sino que viene desde dentro, cada individuo “es responsable del mundo”. Kissinger, sin embargo, tomó un camino muy diferente al de Sartre y otros intelectuales disidentes, y esto es lo que hizo que su existencialismo fuera excepcional: no lo utilizó para protestar contra la guerra sino para justificar su ejecución.</span></p><p><b><span style="font-family: georgia;">Creación</span></b></p><p><span style="font-family: georgia;">Kissinger no fue el único entre los intelectuales políticos de posguerra que invocó la “tragedia” de la existencia humana y la creencia de que lo mejor que uno puede esperar es establecer un mundo de orden y reglas. George Kennan, un conservador, y Arthur Schlesinger, un liberal, pensaban que los “aspectos oscuros y enredados” de la naturaleza humana (en palabras de Schlesinger) justificaban un ejército fuerte. El mundo necesitaba vigilancia. Pero ambos hombres (y muchos otros que compartían su sensibilidad trágica, como Reinhold Niebuhr y Hans Morgenthau) acabaron por volverse críticos, algunos extremadamente críticos, del poder estadounidense. En 1957, Kennan defendía la “retirada” de la Guerra Fría y, en 1982, describía a la administración Reagan como “ignorante, poco inteligente, complaciente y arrogante”. La guerra de Vietnam provocó que Schlesinger abogara por un poder legislativo más fuerte para controlar lo que en 1973 llamaría la “presidencia imperial”. No fue el caso de Kissinger.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">En cada uno de los puntos de inflexión de la posguerra en Estados Unidos, momentos de crisis en los que hombres de buena voluntad comenzaron a expresar dudas sobre el poder estadounidense, Kissinger tomó la dirección opuesta. Hizo las paces con Nixon, a quien tildó al principio de desquiciado; luego con Ronald Reagan, a quien inicialmente consideró hueco; y luego con los neoconservadores de George W. Bush, a pesar de que todos llegaron al poder atacando a Kissinger; y finalmente con Donald Trump, a quien Kissinger imaginó fantasiosamente como la realización de su creencia de que la grandeza de los grandes estadistas reside en su espontaneidad, su agilidad, su capacidad para prosperar en el caos sobre –como escribió Kissinger en la década de 1950– “la creación perpetua, en una constante redefinición de objetivos”.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">“Hay dos tipos de realistas”, escribió Kissinger a principios de la década de 1960, “los que manipulan los hechos y los que los crean. Occidente no necesita nada más que hombres capaces de crear su propia realidad”. Trump, el presidente del <i>reality show</i>, ciertamente crea su propia realidad. Un “fenómeno”, llamó Kissinger a Trump, diciendo que “algo extraordinario y nuevo” podría surgir de su presidencia.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">De Rockefeller a Nixon, de Nixon a Reagan, de Reagan a George W. Bush, de George W. Bush a Trump: fortalecido por su inusual mezcla de tristeza y alegría, Kissinger nunca vaciló. La tristeza lo llevó, como conservador, a privilegiar el orden sobre la justicia. El júbilo lo llevó a pensar que podría, con la fuerza de su voluntad y su intelecto, anticiparse a lo trágico y reclamar, aunque sólo fuera por un fugaz momento, la libertad. “Aquellos estadistas que alcanzaron la grandeza final no lo hicieron mediante la resignación, por bien fundada que fuera”, escribió Kissinger en su tesis doctoral de 1954; “Se les concedió no sólo mantener la perfección del orden, sino también tener la fuerza para contemplar el caos y encontrar allí material para una nueva creación”.</span></p><div class="mceTemp"><span style="font-family: georgia;"> El existencialismo de Kissinger sentó las bases sobre las que defendería sus políticas posteriores, políticas que trajeron muerte, destrucción y miseria a millones de personas. Si la historia ya es tragedia y la vida es sufrimiento, entonces la absolución llega con un cansado encogimiento de hombros del mundo. No hay mucho que un individuo pueda hacer para empeorar las cosas de lo que ya están.</span></div><p><span style="font-family: georgia;">Antes de ser un instrumento de autojustificación, el relativismo de Kissinger fue una herramienta de autocreación y, por tanto, de autoprogreso. Kissinger tenía la habilidad de ser todo para todas las personas, particularmente para las personas en una posición superior: "No te diré lo que soy", dijo en su famosa entrevista con Oriana Fallaci, "nunca se lo diré a nadie". El mito sobre sí mismo es que no le gustaba el desorden de la política moderna de los grupos de interés, que sus talentos se habrían realizado mejor si no hubieran estado obstaculizados por la supervisión de la democracia de masas. Aunque en realidad, fue sólo gracias a la democracia de masas, con sus casi infinitas oportunidades de reinvención, que Kissinger pudo escalar las alturas.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Producto de la nueva meritocracia de posguerra, Kissinger aprendió rápidamente a manipular a los periodistas y a cultivar a las élites, para quienes se hizo indispensable, y a aprovechar la opinión pública en su beneficio. En un período de tiempo notablemente corto, y a una edad sorprendentemente joven (tenía 45 años en 1968 cuando Nixon le pidió que fuera su asesor ["adviser", en el original, corresponde a un cargo de secretario de Estado en nuestra administración política] de seguridad nacional), había arrebatado el aparato de seguridad nacional a los "hombres del oriente" del <i>establishment</i>. Los blancos anglo-sajones protestantes (WASP) gentiles, con sus egos dirigidos hacia adentro, como el primer secretario de Estado de Nixon, William Rogers, a quien Kissinger finalmente expulsó, no tenían idea de a qué se enfrentaban.</span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBr5TSizawkSxTI9rnO4HSBI3lxOsaFvDwfpixAEuoTLWU7hkamjkLgOzGhNDrahOPXmOUu5fp52oTJXujkjrZ1373-rSChYVHFmejtTDJSfGHIuUS3g9Jr_CtsdX1gKENRIQQTnKCqowwo28tTmH2VJldOG-8awaOOmF_oGqQS0YjHgTq8416GfHVqEyL/s4000/Ronald_Reagan_and_Henry_Kissinger.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2627" data-original-width="4000" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBr5TSizawkSxTI9rnO4HSBI3lxOsaFvDwfpixAEuoTLWU7hkamjkLgOzGhNDrahOPXmOUu5fp52oTJXujkjrZ1373-rSChYVHFmejtTDJSfGHIuUS3g9Jr_CtsdX1gKENRIQQTnKCqowwo28tTmH2VJldOG-8awaOOmF_oGqQS0YjHgTq8416GfHVqEyL/s320/Ronald_Reagan_and_Henry_Kissinger.jpg" width="320" /></a></div><br /><span style="font-family: georgia;"><br /></span><p></p><p><span style="font-family: georgia;">Aún así, al considerar el mundo que Kissinger deja atrás, es importante centrarse no en su descomunal personalidad sino en el enorme papel que desempeñó en la historia de la posguerra. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial y el comienzo de la Guerra Fría, ha habido muchas versiones del Estado de seguridad nacional. Pero a finales de los años 60 y principios de los 70 se produjo un momento transformador en la evolución de ese Estado, cuando las políticas de Kissinger, especialmente su guerra de cuatro años lanzada en secreto en Camboya, aceleraron su desintegración, socavando los fundamentos tradicionales –planificación de una élite, consenso bipartidista y apoyo público– en las que se apoyaba. Kissinger, junto con Nixon, acogió con agrado esta desintegración: “Tenemos que romperle la espalda a esta generación de líderes demócratas”, le dijo Kissinger a Nixon, mientras los dos hombres conspiraban para utilizar la política exterior para obtener ventajas internas. Nixon respondió: "Tenemos que destruir la confianza del pueblo en el <i>establishment</i> estadounidense".</span></p><p><span style="font-family: georgia;">“Éso es”, respondió Kissinger.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Sin embargo, incluso cuando la desintegración del antiguo Estado de seguridad nacional avanzaba rápidamente, Kissinger ayudó a su reconstrucción en una nueva forma: una restaurada presidencia imperial basada en demostraciones de violencia cada vez más espectaculares, un secretismo más intenso y un uso cada vez mayor de la guerra y el militarismo para aprovechar el disenso doméstico y la polarización para obtener ventajas políticas.</span></p><p><b><span style="font-family: georgia;">Consecuencias</span></b></p><p><span style="font-family: georgia;">Las guerras de Estados Unidos en el sudeste asiático destruyeron la habilidad para que sean ignoradas las consecuencias de las acciones de Washington en el mundo. Se estaba descorriendo el telón y, al parecer, en todas partes la relación de causa y efecto estaba apareciendo a la vista: en los informes de Hersh y otros periodistas de investigación sobre los crímenes de guerra estadounidenses, en la erudición de una nueva generación de historiadores que cuestionan, en el trabajo de realizadores de documentales como <i>En el año del cerdo</i>, de Emile de Antonio, y <i>Corazones y mentes</i>, de Peter Davis; entre antiguos creyentes apóstatas y verdaderos, como Daniel Ellsberg; en la disidencia de intelectuales como Noam Chomsky. Peor aún, la sensación de que Estados Unidos era una fuente tanto de bien como de mal en el mundo comenzó a filtrarse en la cultura popular, en las novelas, las películas e incluso en los cómics, tomando la forma de un escepticismo y un antimilitarismo generalizados.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Kissinger ayudó a la presidencia imperial a adaptarse a este nuevo cinismo. Fue un maestro en promover la propuesta de que las políticas de Estados Unidos y la violencia y el desorden que existen fuera de sus fronteras no tienen ninguna relación, especialmente cuando se trataba de dar cuenta de las consecuencias de sus propias acciones. ¿Camboya? “Era Hanoi”, escribe Kissinger, señalando a los norvietnamitas para justificar su campaña de bombardeos de cuatro años contra esa nación neutral. ¿Chile? Ese país, dice en defensa de su golpe de Estado contra Salvador Allende, “fue 'desestabilizado' no por nuestras acciones sino por el Presidente constitucional de Chile”. ¿Los kurdos? “Una tragedia”, dice el hombre que se los entregó a Saddam Hussein, con la esperanza de alejar a Irak de los soviéticos. ¿Timor Oriental? "Creo que ya hemos oído suficiente sobre Timor".</span></p><p><b><span style="font-family: georgia;">Existencialismo imperial</span></b></p><p><span style="font-family: georgia;">También resultó útil para el blindaje de la presidencia imperial, lo que podríamos llamar el existencialismo imperial de Kissinger, que ayudó a restaurar un mecanismo de negación, una forma de neutralizar el torrente de información que lograba estar disponible al público sobre las acciones de Estados Unidos en el mundo y sus resultados, a menudo catastróficos de esas acciones. Los periodistas y académicos podrían desenterrar hechos difíciles de discutir que demostraran que el derrocamiento de cualquier gobierno democrático o la financiación de regímenes represivos generaban reacciones adversas. Pero Kissinger nunca vaciló en su insistencia en que el pasado no debería limitar el abanico de opciones de Estados Unidos en el futuro. Las grandes potencias, al igual que los grandes hombres, son absolutamente libres: libres no sólo de supervisión moral sino de lógica causal que podría vincular acciones pasadas con problemas actuales.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Los obituarios mencionarán cómo la hostilidad conservadora hacia las políticas de Kissinger (distensión con Rusia, apertura a China) ayudó a impulsar la primera candidatura real de Reagan a la presidencia en 1976. Y trazarán una distinción entre su tipo de política de poder supuestamente testaruda y el "idealismo" neoconservador que nos llevó a los fiascos de Afganistán e Irak.</span></p><div class="mceTemp"><span style="font-family: georgia;"> Pero probablemente extrañarán la forma en que Kissinger sirvió no sólo como contraste sino también como facilitador de la Nueva Derecha. A lo largo de su carrera, planteó una serie de premisas que serían adoptadas y ampliadas por los intelectuales y formuladores de políticas neoconservadoras: que las corazonadas, las conjeturas, la voluntad y la intuición son tan importantes como los hechos y la inteligencia concreta para guiar la política; que demasiado conocimiento puede debilitar la resolución; que hay que arrebatar la política exterior de las manos de expertos y burócratas y entregarla a hombres de acción; y que el principio de autodefensa (definido en sentido amplio para abarcar casi cualquier cosa) anula el ideal de soberanía. Al hacerlo, Kissinger desempeñó su papel en mantener la gran rueda del militarismo estadounidense girando siempre hacia adelante.</span></div><p><span style="font-family: georgia;">Ningún ex asesor de seguridad nacional o secretario de Estado ha ejercido tanta influencia después de dejar el cargo como Kissinger, y no sólo a través de su constante defensa de la guerra (incluso en Panamá y el Golfo Pérsico). Reagan nombró a Kissinger para su comité presidencial sobre Centroamérica, lo que justificó la línea dura de Reagan en la región; George H.W. Bush nombró a muchos de sus protegidos, entre ellos Lawrence Eagleburger y Brent Scowcroft, para altos cargos de política exterior; y Bill Clinton recurrió a la ayuda de Kissinger para impulsar el Tratado de Libre Comercio con América –el NAFTA– en el Congreso.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Kissinger Associates, una firma consultora privada, se benefició de las consecuencias de las políticas públicas de Kissinger. En 1975, por ejemplo, Kissinger, como secretario de Estado, ayudó a Union Carbide a establecer su planta química en Bhopal, India, trabajando con el gobierno indio y ayudando a conseguir un préstamo del Export-Import Bank de Estados Unidos para cubrir una importante parte de la construcción de la planta. Luego, después del desastre de la fuga de productos químicos en la planta en 1989, Kissinger Associates representó a Union Carbide y ayudó a negociar, en 1989, un acuerdo extrajudicial de 470 millones de dólares para las víctimas del derrame. El pago fue insignificante en relación con la magnitud del desastre, que causó casi 4.000 muertes inmediatas y expuso a otro medio millón de personas a gases tóxicos. En América Latina y Europa del Este, Kissinger Associates ayudó a negociar lo que uno de sus empleados llamó la “venta masiva” de industrias y servicios públicos, una liquidación que, en muchos países, fue iniciada por dictadores y regímenes militares apoyados por Kissinger.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Kissinger, por supuesto, no es el único responsable de la evolución del Estado de seguridad nacional estadounidense hasta convertirse en la máquina de demolición perpetua en que se ha convertido. Esa historia, que comienza con la Ley de Seguridad Nacional de 1947 y continúa hasta la Guerra Fría y ahora la Guerra contra el Terrorismo, comprende muchos episodios diferentes y está poblada por muchos individuos diferentes. Pero la carrera de Kissinger discurre a lo largo de las décadas como una línea roja brillante, arroja su luz espectral sobre el camino que nos ha llevado a donde nos encontramos ahora, desde las selvas de Vietnam y Camboya hasta las arenas del Golfo Pérsico, hasta el punto muerto en Ucrania y la bancarrota moral en Gaza.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Como mínimo, podemos aprender de Kissinger, que apoyó sin vacilar la Primera Guerra del Golfo y la Segunda Guerra del Golfo, y todas las guerras posteriores, que los dos conceptos que definen la política exterior de Estados Unidos (realismo e idealismo) no son necesariamente valores opuestos; más bien, se refuerzan mutuamente. El idealismo nos mete en el atolladero del momento, el realismo nos mantiene allí mientras promete sacarnos, y luego el idealismo regresa de nuevo para justificar el realismo y superarlo en la siguiente ronda. Y así va.</span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQzdGZdvihyG3MtToUGTiAQdIPHd-Uk97ciu_iZf4w4ck2OmHos2k84quEJJnDQt4_kLAayTh-g4Ys_VY1JejOFAnSozTthgxXgv3-_DDjhYHb4EhJTiSh5vGW2gMsTdmAO9Ymc8JsoKzW4Gcu6zcp1ztyxTi2tA9ldxxF8rCC-sENRTnhbJaawt88gGkg/s1440/kissinger-getty.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="907" data-original-width="1440" height="202" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQzdGZdvihyG3MtToUGTiAQdIPHd-Uk97ciu_iZf4w4ck2OmHos2k84quEJJnDQt4_kLAayTh-g4Ys_VY1JejOFAnSozTthgxXgv3-_DDjhYHb4EhJTiSh5vGW2gMsTdmAO9Ymc8JsoKzW4Gcu6zcp1ztyxTi2tA9ldxxF8rCC-sENRTnhbJaawt88gGkg/s320/kissinger-getty.jpg" width="320" /></a></div><br /><span style="font-family: georgia;"><br /></span><p></p></div><div><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-28626010219278702622023-10-28T18:27:00.001-03:002023-10-28T18:27:58.520-03:00lavarropasEl olor a pasto recién cortado flota aún en el aire y el run-run del lavarropas le da sonido, lo vuelve la tarde misma cayendo sobre el patio.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-44730895346713721462023-10-09T13:12:00.002-03:002023-10-09T13:17:45.629-03:00la hoguera de las libertades<p><span style="font-family: georgia;"><b>La libertad de ser idiota</b> </span></p><h5><span style="font-family: georgia; font-size: small;"><span style="font-weight: 400;">Idiota es una palabra que proviene del griego y era el adjetivo con el que se denominaba a aquellos que no se interesaban en la participación política dentro de la </span><i><span style="font-weight: 400;">polis</span></i><span style="font-weight: 400;"> (que, vale aclararlo, no era un paraíso inclusivo, sino un espacio reservado a cierta ciudadanía privilegiada –si les da fiaca leer les recomiendo </span><a href="https://open.spotify.com/episode/0IoS2ILQVT62nv6LUH3ez9?si=cd0e6648cd9340da"><span style="font-weight: 400;">éste episodio de </span><i><span style="font-weight: 400;">HistoriAr</span></i></a><span style="font-weight: 400;"> sobre la democracia en la Grecia antigua). El término es a esta altura incierto porque alcanza otros como </span><i><span style="font-weight: 400;">idios</span></i><span style="font-weight: 400;"> (que tanto significa interior como idioma), de modo que el idiota de entonces era de alguna manera un privado de la lengua que no podía compartir su “interior” con el colectivo político. </span></span></h5><h5><span style="font-weight: 400;"><span style="font-family: georgia; font-size: small;">La época que vivimos es oscura, pero siempre puede ser mucho más oscura.</span></span></h5><h5><span style="font-family: georgia; font-size: small;"><span style="font-weight: 400;">El siguiente texto fue traducido de la </span><a href="https://www.truthdig.com/articles/book-banning-reaches-historic-ominous-levels-in-the-us/"><span style="font-weight: 400;">revista digital </span><i><span style="font-weight: 400;">TruthDig</span></i></a><span style="font-weight: 400;">, que originalmente fundara el gran periodista de izquierda </span><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Robert_Scheer"><span style="font-weight: 400;">Robert Scheer</span></a><span style="font-weight: 400;"> (quien ahora dirige el boletín digital </span><a href="https://scheerpost.com/"><i><span style="font-weight: 400;">ScheerPost</span></i></a><span style="font-weight: 400;">, donde escribe semanalmente nuestro adorado </span><a href="https://revistarea.com/autores/chris-hedges/"><span style="font-weight: 400;">Chris Hedges</span></a><span style="font-weight: 400;">).</span></span></h5><h5><span style="font-family: georgia; font-size: small;"><span style="font-weight: 400;">Se ofrecen cifras sobre los alarmantes niveles de censura de libros en estados republicanos </span><i><span style="font-weight: 400;">postrumpismo</span></i><span style="font-weight: 400;"> como Florida (donde su gobernador Ron DeSantis es un enemigo de Donald Trump y, a la vez, un cruzado que promete una ultraderecha mucho más coherente y devastadora), Texas, Arizona, Iowa, Missouri y Oklahoma, del mismo signo político.</span></span></h5><h5><span style="font-family: georgia; font-size: small;"><span style="font-weight: 400;">Acaso la nota, dirigida a un público de izquierda y estadounidense no es lo suficientemente clara con respecto a lo que significa esta tendencia: dice que cierto pensamiento crítico que puede encontrarse en una literatura accesible a cualquier lector, incluidos clásicos que formaron no sólo a escritores, sino a humoristas y comediantes de Hollywood, como </span><i><span style="font-weight: 400;">Huckleberry Finn</span></i><span style="font-weight: 400;">, de Mark Twain, se prohíben por la acción de minorías intensas como consejos de padres y otras agrupaciones de pequeños seres cargados de odio como los que vimos en la pandemia y los que posiblemente proliferarán en Argentina si las elecciones de octubre próximo llegan a dar rienda suelta a un ostentoso analfabetismo, es decir, a la idiotez.</span></span></h5><h5><span style="font-family: georgia; font-size: small;"><span style="font-weight: 400;">Prohibir libros es algo espantoso no sólo por lo que significa la censura sobre ciertas obras, sino porque es la más fehaciente comprobación de que algunas ideologías fundadas en la ignorancia y el odio sólo pueden sobrevivir si eliminan todo aquello que las cuestiona o introduce dudas sobre sus dogmas. Es aceptar que sólo la ignorancia es garantía de libertad, que es lo mismo que el lema que leían los condenados que ingresaban a campos de exterminio como el de Auschwitz: “</span><em><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Arbeit_macht_frei#:~:text=Arbeit%20macht%20frei%20es%20una,establecidos%20por%20el%20r%C3%A9gimen%20nazi."><span style="font-weight: 400;">Arbeit macht frei</span></a></em><span style="font-weight: 400;">”, es decir: “el trabajo nos hará libres”. </span></span></h5><h5><span style="font-family: georgia; font-size: small;"><span style="font-weight: 400;">A su vez, la nota cita libros y autores que pueden resultar ignotos para nuestros lectores. Obviando el </span><i><span style="font-weight: 400;">Huckleberry Finn</span></i><span style="font-weight: 400;">, exponemos de qué tratan esos libros.</span></span></h5><h5><span style="font-family: georgia; font-size: small;"><span style="font-weight: 400;">—</span><a href="https://store.nytimes.com/products/the-1619-project-a-new-origin-story?variant=39381787902022"><i><span style="font-weight: 400;">Proyecto 1619</span></i></a><span style="font-weight: 400;">, fue un trabajo colaborativo entre autores del </span><i><span style="font-weight: 400;">New York Times</span></i><span style="font-weight: 400;"> que se lanzó como libro en 2021 y ganó los más importantes premios de EEUU. Se promocionó como “una nueva historia de los orígenes de la esclavitud” y lleva ese año en el título porque es el año en el que arribó el primer barco con esclavos africanos al puerto de Boston. Reúne, entre poemas, narraciones y dieciocho ensayos, el legado actual de la esclavitud en EEUU. Es decir, el pasado de hace más de 400 años está en disputa en el presente. ¿Cómo no pensar que el legado del </span><a href="https://www.perfil.com/noticias/politica/alejandro-horowicz-la-casta-politica-es-un-dato-de-la-realidad-no-un-invento-de-milei.phtml"><span style="font-weight: 400;">Rodrigazo en 1975 y la dictadura burguesa genocida</span></a><span style="font-weight: 400;"> de 1976 no están en disputa en el más crudo presente?</span></span></h5><h5><span style="font-family: georgia; font-size: small;"><span style="font-weight: 400;">—</span><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Gender_Queer"><i><span style="font-weight: 400;">Gender Queer: A Memoir</span></i></a><span style="font-weight: 400;"> es una memoria gráfica publicada en 2019, escrita e ilustrada por Maia Kobabe, que resume el camino de iniciación, desde la adolescencia a la adultez de la autora, su exploración en la identidad de género y su sexualidad por la que se define por fuera del binarismo de género.</span></span></h5><h5><span style="font-family: georgia; font-size: small;"><span style="font-weight: 400;">—</span><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Lawn_Boy_(Evison_novel)"><i><span style="font-weight: 400;">Lawn Boy</span></i></a><span style="font-weight: 400;">, es una novela de autoconocimiento de un escritor blanco estadounidense, Jonathan Evison, que cuenta la historia de un joven mexicano-americano que ha enfrentado dificultades desde su infancia y ahora está atravesando una fase de autodescubrimiento. Se publicó en 2018.</span></span></h5><h5><span style="font-family: georgia; font-size: small;"><span style="font-weight: 400;">—</span><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/The_Hate_U_Give"><i><span style="font-weight: 400;">The Hate U Give</span></i></a><span style="font-weight: 400;">. es la primera novela de la escritora afroestadounidense Angie Thomas publicada en 2017. Narra un ataque policial en el que un policía blaco mata a tiros a un adolescente negro. El libro está narrado por Starr Carter, una chica afroamericana de 16 años de un barrio pobre que asiste a una escuela privada de élite en una zona predominantemente blanca y próspera de la ciudad. El libro fue </span><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/The_Hate_U_Give_(film)"><span style="font-weight: 400;">adaptado al cine en 2018</span></a><span style="font-weight: 400;">.</span></span></h5><h5><span style="font-family: georgia; font-size: small;"><span style="font-weight: 400;">—</span><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Looking_for_Alaska"><i><span style="font-weight: 400;">Looking for Alaska</span></i></a><span style="font-weight: 400;"> es una novela del escritor blanco John Green publicada en 2005 y de la que la plataforma </span><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Looking_for_Alaska_(miniseries)"><span style="font-weight: 400;">Hulu hizo una miniserie</span></a><span style="font-weight: 400;"> que se estrenó en 2019. Narra, en tono autobiográfico, la vida de un adolescente escritor que no se adapta a las escuelas secundarias por las que transita y está obsesionado con las frases que pronuncian al final de su vida personajes históricos que van desde François Rabelais hasta Simón Bolívar.</span></span></h5><h5><span style="font-family: georgia; font-size: small;"><span style="font-weight: 400;">—</span><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Beloved_(novela)"><i><span style="font-weight: 400;">Beloved</span></i></a><span style="font-weight: 400;"> es una novela –a esta altura un clásico– de la escritora negra </span><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Toni_Morrison"><span style="font-weight: 400;">Toni Morrison</span></a><span style="font-weight: 400;"> (1931-2019, Nóbel de literatura en 1993). Novela histórica –transcurre después de la guerra de secesión estadounidense, en 1865– al mismo tiempo que política, sociológica y afectiva –o los adjetivos que prefieran para esa rara mezcla de subjetivación que ofrecen los opresores–, la trama de </span><i><span style="font-weight: 400;">Beloved</span></i><span style="font-weight: 400;">, protagonizada por esclavos libertos y en fuga es indescriptible. Hubo </span><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Beloved_(pel%C3%ADcula)"><span style="font-weight: 400;">una película de 1998</span></a><span style="font-weight: 400;"> basada en el libro y protagonizada por Oprah Winfrey y dirigida por el gran Jonathan Demme que, como suele suceder, apenas si reproduce la anécdota del libro. </span></span></h5><h5 style="text-align: right;"><a href="https://revistarea.com/autores/pablo-makovsky/"><span style="font-weight: 400;"><span style="font-family: georgia; font-size: small;">Pablo Makovsky</span></span></a></h5><p style="text-align: center;"><span style="font-family: georgia;">>>>*<<<</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><b>La prohibición de libros alcanza niveles ominosos e históricos en Estados Unidos</b></span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-HMH6QcC055rZBlM19Kjb9uWcmWNmZ8deb72EH_eoIQ_9qnLgVoTZWdBQ3fPoBa_0hcKtuh5_gtDpGczlHB1N8gCj01bY3kr5CeexzdNGa5Ah2urPb5aBm8Jk8Bq-lasoaOquocIrfoZ7Sz09m2K8Xo3_VeQnDs_9JsyCQxZVVrqfdXcnzcIcHqCT-U-C/s1024/malestar%20en%20la%20cultura.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-HMH6QcC055rZBlM19Kjb9uWcmWNmZ8deb72EH_eoIQ_9qnLgVoTZWdBQ3fPoBa_0hcKtuh5_gtDpGczlHB1N8gCj01bY3kr5CeexzdNGa5Ah2urPb5aBm8Jk8Bq-lasoaOquocIrfoZ7Sz09m2K8Xo3_VeQnDs_9JsyCQxZVVrqfdXcnzcIcHqCT-U-C/w366-h275/malestar%20en%20la%20cultura.jpg" width="366" /></span></a></div><span style="font-size: medium;"><br /></span><div style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: georgia;">El lomo de </span><i style="font-family: georgia;">Das Unbehagen in der Kultur</i><span style="font-family: georgia;"> (1929, </span><i style="font-family: georgia;">El malestar en la cultura</i><span style="font-family: georgia;">, de Sigmund Freud</span><span style="font-family: georgia;">), en el sitio donde fue quemado entre otros libros en la Alemania nazi en 1933.</span></span></div><p></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">por <a href="https://www.truthdig.com/author/stephen-rohde/" target="_blank"><b>Stephen Rohde</b></a></span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Un 10 de mayo de 1933, la Unión de Estudiantes Alemanes organizó un día nacional de quema de libros para incinerar todos las obras consideradas incompatibles con la ideología nazi, incluidos títulos de autores judíos, medio judíos, comunistas, socialistas, anarquistas, liberales, pacifistas y sexólogos. Esta historia vuelve a cobrar una candente relevancia durante la actual <a href="https://www.ala.org/advocacy/bbooks/banned">Semana del Libro Prohibido</a>, un evento anual patrocinado por decenas de organizaciones comprometidas con el libre acceso a la información, desde la Asociación Estadounidense de Bibliotecas hasta el Consejo Nacional de Profesores de Lengua Inglesa.</span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Esta no es una Semana del Libro Prohibido cualquiera. En el pasado, los estadounidenses por lo general lamentaban los escasos ejemplos de bibliotecas de pueblos pequeños y juntas escolares mojigatas que prohibían libros como <i>Las aventuras de Huckleberry Finn</i>. Aquellos números ahora parecen algo pintoresco. Entre julio de 2022 y julio de 2023, según un nuevo y <a href="https://pen.org/report/book-bans-pressure-to-censor/">sorprendente informe de PEN America</a> –la organización internacional que reúne a escritores de EEUU–, se produjeron 3.362 casos de prohibición de libros en las aulas y bibliotecas de las escuelas públicas del país, negando a los estudiantes el acceso a 1.557 títulos de libros únicos creados por 1.480 autores, ilustradores y traductores. Esto representó un notable aumento del 33 % con respecto al año lectivo 2021-22. Los autores a los que se dirige la prohibición suelen ser mujeres, personas de color y/o personas LGBTQ+. “En medio de un creciente clima de censura”, concluye el informe, “la prohibición de libros escolares continúa propagándose a través de campañas coordinadas por parte de una minoría chillona de grupos y actores individuales y, cada vez más, como resultado de la presión de la legislación estatal”.</span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Más del 40 por ciento de todas las prohibiciones de libros ocurrieron en los distritos escolares de Florida, una cantidad mayor que la de cualquier estado. PEN America registró 1.406 casos de prohibición de libros en Florida, seguidos por 625 prohibiciones en Texas, 333 prohibiciones en Missouri, 281 prohibiciones en Utah y 186 prohibiciones en Pensilvania. PEN descubrió que, de manera abrumadora, “las prohibiciones de libros se dirigen a libros sobre raza o racismo o que presentan personajes de color, así como a libros con personajes LGBTQ+”. Además,</span></p><blockquote><p><i><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">los libros prohibidos también incluyen libros sobre abuso físico, salud y bienestar, y temáticas que incluyen el duelo y la muerte. En particular, la mayoría de los casos de prohibiciones de libros afectan a libros para adultos jóvenes, libros de grado medio, capítulos de libros o libros ilustrados (libros específicamente escritos y seleccionados para audiencias más jóvenes... [son más del 60 por ciento de las prohibiciones de libros] ocurrieron en ocho estados con una legislación que facilita directamente la prohibición de libros o que creó las condiciones para que grupos locales presionaran e intimidaran a educadores y bibliotecarios para que retiraran libros.</span></i></p></blockquote><p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">PEN no es el único grupo que sigue estas tendencias perturbadoras. En un informe publicado en marzo de 2023, la Asociación Estadounidense de Bibliotecas (American Library Association, ALA) reveló que el número de impugnaciones de libros en 2022 fue casi el doble del total récord de 2021 y, por lejos, el mayor desde que la ALA comenzó a almacenar datos hace 20 años. “Nunca había visto algo así”, dijo Deborah Caldwell-Stone, directora de la Oficina para la Libertad Intelectual de la ALA. "Los últimos dos años han sido agotadores, aterradores y provocan indignación".</span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Además de la favorita de los censores, <i>Las aventuras de Huckleberry Finn</i>, la gran mayoría de las quejas se dirigen a obras con temas LGBTIQA+ o raciales, incluidas <i>Gender Queer</i> de Maia Kobabe, <i>Lawn Boy</i> de Jonathan Evison, <i>The Hate U Give</i> de Angie Thomas, y una edición completa del <i>Proyecto 1619</i>, el informe ganador del Premio Pulitzer de <i>The New York Times</i> sobre el legado de la esclavitud.</span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">El informe de la ALA indica que se han propuesto o aprobado proyectos de ley que facilitan la restricción de libros en Arizona, Iowa, Texas, Missouri y Oklahoma, entre otros estados. En Florida, donde el gobernador Ron DeSantis aprobó leyes para revisar los materiales de lectura y limitar las discusiones en el aula sobre identidad de género y raza, los libros retirados de forma indefinida o temporal incluyen <i>Looking for Alaska</i> de John Green, <i>Hopeless</i> de Colleen Hoover y la novela distópica de <a href="https://revistarea.com/autores/margaret-atwood/">Margaret Atwood</a> <a href="https://revistarea.com/los-testamentos-de-las-criadas/"><i>El cuento de la criada</i></a> y el cuento ilustrado de Grace Lin “Dim Sum for Everyone!” Hace muy poco, el distrito escolar del condado de Martin en Florida eliminó docenas de libros de sus escuelas intermedias y secundarias, incluidas numerosas obras de la novelista Jodi Picoult, <i>Beloved</i> de Toni Morrison, ganadora del premio Pulitzer, y el policial <i>Maximum Ride</i> de James Patterson.</span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Recientemente regresé de un viaje a Europa que incluyó una parada en Bonn, Alemania. Nuestro guía local se detuvo frente al antiguo ayuntamiento y nos llamó la atención sobre los adoquines bajo nuestros pies. Vimos muchas placas en el suelo que conmemoraban los lomos de los libros que habían sido quemados en ese mismo lugar el 10 de mayo de 1933. Llevaban los nombres de autores como Jack London, Karl Marx, André Gide, Ernest Hemingway y Sigmund Freud, entre muchos más. No fueron sólo los camisas pardas quienes participaron en la quema de estos libros. Los estudiantes y profesores de la universidad cercana recorrieron con entusiasmo sus estantes y obedientemente trajeron títulos ofensivos para agregarlos a la pila. En un viaje anterior a Alemania, estuve en la <i>Operplatz</i> de Berlín y miré a través de una pequeña plataforma transparente hacia un espacio subterráneo lleno de estanterías blancas vacías, acompañado por una placa con las palabras proféticas escritas por Heinrich Heine, un poeta y escritor alemán cuyas opiniones políticas radicales llevaron a que las autoridades alemanas prohibieran muchas de sus obras.</span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">“Eso no fue más que un preludio”, escribió en 1821. “Donde queman libros, al final queman personas”.</span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><b>Nota bene</b>: se respetó el único hipervínculo de la <a href="https://www.truthdig.com/articles/book-banning-reaches-historic-ominous-levels-in-the-us/">nota original en <em>TruthDig</em></a> (“La prohibición de libros alcanza niveles históricos y ominosos en Estados Unidos”) y se agregaron otros que podrían ayudar al lector a extender su lectura. Traducción de <a href="https://revistarea.com/autores/pablo-makovsky/">P.M.</a></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-62123121552566495232023-10-07T22:51:00.002-03:002023-10-07T22:51:19.166-03:00medio<p><span style="font-family: georgia;"> Cuando le pregunté por qué decía que eran “medio boludos” me dijo:</span></p><p><span style="font-family: georgia;">—Porque no son del todo boludos.</span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-46140828290385056842023-10-07T17:45:00.002-03:002023-10-07T22:55:38.366-03:00armonía<p><span style="font-family: georgia;">Ésto le dice <a href="http://www.danielsantoro.com.ar/" target="_blank">Daniel Santoro</a> a <a href="https://twitter.com/purasensacion?lang=en" target="_blank">Marina Mariasch</a> y Fabián Casas en el podcast <i><a href="https://open.spotify.com/show/4du9BxJaOXJBxcBBpjptlZ?si=aca2eed800a446ad" target="_blank">La inquietud</a>. </i>Sigue, y es hermoso: </span></p><p><span style="font-family: georgia;">—Ese tema, el de la tensión entre la severidad y la misericordia es una forma de accionar del peronismo. El peronismo existe en esa tensión y nunca está en el medio. Por eso el tema de la armonía. El peronismo nunca es equilibrio, el peronismo es armonía. La armonía son partes distintas. ¿Cuánto de severidad y cuánto de misericordia? Éso es el arte. Cuando Perón dice: “El arte de la conducción”, cuando habla del arte sobre todo, es porque hay que buscar las armonías. Y es difícil, las armonías nunca están dadas, son dinámicas, siempre son distintas. La armonía es el momento, es la foto del momento, ésa es la armonía. El equilibrio pretende una permanencia, el equilibrio es una negociación: 50 cabezas nucleares vos, 50 cabezas nucleares yo, hay equilibrio. El equilibrio es muy severo, porque depende de los números. En cambio la armonía es más misericordiosa: yo quiero un poquito, necesito un poquito. Vos vas a ser parte aunque seas un poquito, eso es la armonía. En la música es fantástica, cuando hay armonía: algo se cuela ahí que solamente la misericordia lo puede permitir. Si no todo sería mitad y mitad, tendería a eso para que se estabilice. La armonía es lo que se puede romper. Si se rompe el equilibrio estás en la catástrofe. Si se rompe la armonía conseguís nuevas armonías.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Para escucharlo entero:</span></p><p><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p>
<span style="font-family: georgia;"><iframe allow="autoplay; clipboard-write; encrypted-media; fullscreen; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="352" loading="lazy" src="https://open.spotify.com/embed/episode/0kvRedfqmY5RkJiGQev2Ub?utm_source=generator" style="border-radius: 12px;" width="100%"></iframe></span><div><span style="font-family: georgia;"><br /></span></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgOa2-uAIQtrDT4YhibWIbI4SHpvdD9fgl8j1oNozzSA2BlwkKFZnxyQ6FLBAAAsGWhsQdEnZE8NW6YiPJSFlwpWRAOFuYsDHLORYJ6mkUgiBOrN3hO5J_5VZidJGgZk-YJfbdrZMigRQteSxNAYzzD6r0CHz1HuhU4v_pIn21mGbLTvyuSqMQfEXtwbuQ/s1200/Santoro-bares.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1200" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgOa2-uAIQtrDT4YhibWIbI4SHpvdD9fgl8j1oNozzSA2BlwkKFZnxyQ6FLBAAAsGWhsQdEnZE8NW6YiPJSFlwpWRAOFuYsDHLORYJ6mkUgiBOrN3hO5J_5VZidJGgZk-YJfbdrZMigRQteSxNAYzzD6r0CHz1HuhU4v_pIn21mGbLTvyuSqMQfEXtwbuQ/s320/Santoro-bares.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyOKT226VSc3XSXfdA3JWkfwxgYkbExGI0FBSac2rv-FRCS2jcQhkrv0Xo30YV3TcnKzT6ckPiBZsBRxU6-tr_MEcahVwXasUuKq8Y7aPLpfv8jAYO84lmjdeSNoG-vVm8NE4XCJ9cIPPDmdU9RkeE0zi1J70gZeINPMSjls5dkRz6o-JBzNybZuThyity/s1200/Santoro-Massotta.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1200" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyOKT226VSc3XSXfdA3JWkfwxgYkbExGI0FBSac2rv-FRCS2jcQhkrv0Xo30YV3TcnKzT6ckPiBZsBRxU6-tr_MEcahVwXasUuKq8Y7aPLpfv8jAYO84lmjdeSNoG-vVm8NE4XCJ9cIPPDmdU9RkeE0zi1J70gZeINPMSjls5dkRz6o-JBzNybZuThyity/s320/Santoro-Massotta.jpg" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: georgia; font-size: x-small;">El cuadro de Massotta, María Moreno y Germán García citado en la conversación. Imágenes tomada de <i><a href="https://vaconfirma.com.ar/?articulos_seccion_722/id_14178/la-construccin-de-una-mitologa-colectiva" target="_blank">VaConFirma</a></i>.</span></div><br /><span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-2101178551288492642023-09-24T01:11:00.004-03:002023-09-24T01:11:40.847-03:00cuadernos<p>Para escribir más tarde:</p><p>Me conmueven los cuadernos que compra mi esposa.</p><p>Hacer algo en la casa. </p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-40406862495937615142023-07-16T20:42:00.005-03:002023-07-17T04:47:53.038-03:00tinta y cenizas<p><span style="font-family: georgia;">El fuego consumió las hojas, que reposan desde anoche en el piso de ladrillos de la parrilla. Una débil lámina carbonizada que aún retiene la tinta impresa.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Las palabras recortadas de oraciones que aún llegan a leerse exhiben en su negrura una claridad espectral.</span></p><p><span style="font-family: georgia;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: georgia;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifQkDFJEVO9Z6Vbi0w1kb05lsnYzhYNxYk23ZNejCuFhu6QQZkh-NoOLiK6RCn8Kd4-i3pA_W6ufY2sDSLYvXOthI-PuU34fRYpPyqybuPQTUiAzSa3ObgMXtbeYgxjsNqpI8lHZInahF5XsnZzpWhXh65g1sbVmowKPZ42QulMb0Rjk05ecXKAvJRsavn/s4160/mis-libros-quemados1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifQkDFJEVO9Z6Vbi0w1kb05lsnYzhYNxYk23ZNejCuFhu6QQZkh-NoOLiK6RCn8Kd4-i3pA_W6ufY2sDSLYvXOthI-PuU34fRYpPyqybuPQTUiAzSa3ObgMXtbeYgxjsNqpI8lHZInahF5XsnZzpWhXh65g1sbVmowKPZ42QulMb0Rjk05ecXKAvJRsavn/w400-h300/mis-libros-quemados1.jpg" width="400"></a></span></div><span style="font-family: georgia;"><br><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3Cc8USomliPJ0JGBGB85ILI1o6EXSSLUAUfsEpue10tt7atsS9qKWXYf7FJoRydfy2NwzJUw4R_sKOFzJsFpKdO2jXuuVwUcAn_zyI1UFqOjw61ieD3g4OfnKe8Bk4hIuZsQ-ovPBVMJqKpn9rZ1mYmqBhDTQXlnEVDGtpBRwVY54iaP_hODuDkeuJqvZ/s4160/mis-libros-quemados2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3Cc8USomliPJ0JGBGB85ILI1o6EXSSLUAUfsEpue10tt7atsS9qKWXYf7FJoRydfy2NwzJUw4R_sKOFzJsFpKdO2jXuuVwUcAn_zyI1UFqOjw61ieD3g4OfnKe8Bk4hIuZsQ-ovPBVMJqKpn9rZ1mYmqBhDTQXlnEVDGtpBRwVY54iaP_hODuDkeuJqvZ/w400-h300/mis-libros-quemados2.jpg" width="400"></a></div><br><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmC6NZAx3jyQvTAEL7byrWRA_EyBSi0Gamh5TnxiTcUJ69Z0JcxiacJvi8g2e8nNTanaTbcmDlNlN4BluDT6VHZR1l-IqkKDWT3oDAHi9BMEKp8NvseFbMUtoGmk7WC7sxx_ysMLMkqvjXv68rrhgMvMdqDsF-Om3mpSCM6kgR3uk1YAfzg3_RaH_f70Hp/s4160/mis-libros-quemados3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmC6NZAx3jyQvTAEL7byrWRA_EyBSi0Gamh5TnxiTcUJ69Z0JcxiacJvi8g2e8nNTanaTbcmDlNlN4BluDT6VHZR1l-IqkKDWT3oDAHi9BMEKp8NvseFbMUtoGmk7WC7sxx_ysMLMkqvjXv68rrhgMvMdqDsF-Om3mpSCM6kgR3uk1YAfzg3_RaH_f70Hp/w400-h300/mis-libros-quemados3.jpg" width="400"></a></div><br> </span><p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-15068190332443637482023-07-12T16:02:00.001-03:002023-07-12T16:08:30.475-03:00el juego generacional<div style="background: white; border: 1pt solid rgb(229, 231, 235); mso-border-alt: solid #E5E7EB .25pt; mso-element: para-border-div; padding: 0cm;">
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;"><b>Este artículo fue escrito para un dossier de la revista <a href="https://theravingage.com/documents/reynolds-the-generation-game" target="_blank">The Raving Age</a> que explora historias y figuras de la juventud bajo el título <i>The Generation Game.</i> Llegamos a él <a href="http://blissout.blogspot.com/2023/06/the-generation-game.html" target="_blank">a través del blog</a> –en realidad un <i>hub</i> de blogs– de Reynolds: <i><a href="http://blissout.blogspot.com/" target="_blank">Blissblog</a></i>. </b></span></span></p><p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">por <a href="https://www.blogger.com/profile/01282478701882900354" target="_blank">Simon Reynolds</a>*</span></span></p><p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">Entre las bromas que hace
en el escenario de un concierto de los Doors y que aparecen en el álbum póstumo
de Jim Morrison <i>An American Prayer</i>
(1978) está ésta: “¡Escuchen!”, grita el vocalista en trance. “No sé cuántos de
ustedes creen en la astrología”. Se elevan gritos de asentimiento de la
audiencia y una mujer grita el signo zodiacal de Morrison. “Así es, bebé, soy
Sagitario”, responde Morrison, y agrega, con aparente orgullo: “El más
filosófico de todos los signos”. Alguien en la multitud, posiblemente la misma
mujer, grita “¡yo también!”. Hay una pausa y luego, con una sincronización
cómica perfecta, Morrison cambia el guión: “Pero de todos modos, no creo en
eso, creo que es pura mierda, eso creo yo”.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">Recordé este interludio
entre canciones mientras reflexionaba sobre el concepto de generaciones: la
creencia de que las cohortes demográficas están unidas por una perspectiva o
mentalidad compartida. Ya saben la partitura: baby boomers de la posguerra,
generación X, millennials, generación Z. De repente me di cuenta de que la
teoría generacional y la astrología tienen mucho en común: se basan en unidades
de tiempo de calendario y postulan fuerzas misteriosas que alinean a las
poblaciones entre sí en formas que atraviesan las múltiples otras formas en que
esos grupos de edad se dividen y diferencian.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">Comencemos con mis propias
actitudes hacia estas dos formas de conocimiento. Estoy totalmente de acuerdo
con el Rey Lagarto al considerar que la astrología es “pura mierda”. Pero así
como Morrison parecía capaz de combinar el escepticismo desdeñoso y el disfrute
de la idea de que los Sagitario como él tenían características particulares,
del mismo modo en mi vida he mirado distraídamente los horóscopos en los
periódicos. Una vez incluso hice una lectura adecuada, cortesía de un amigo de
la universidad que realmente creía en los poderes adivinatorios de la
astrología. Al igual que con el Tarot, siempre se encontrarán correspondencias
con las experiencias de vida o la personalidad de uno: el descubrimiento de que
mi condición de geminiano se vio contrarrestada por una fuerte influencia de
Cáncer parecía explicar por qué las características tradicionales de Géminis
estaban silenciadas en mi carácter. Mi agnosticismo sobre la astrología era
perfectamente capaz de coexistir con su disfrute como juego.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqY8D3e74Q3ng7iRUq0vhFdLDIy4JhkGgvXT3h7vkmVqrHXYNvU6zXI9hja08bXxIgv2UZ4Zb94iJHqTHbHagZOWeddrRE9NFNj9uzTCc6X07xG_JbdV3mLDzxIvdQaMevh21p5oPi70JcKF-doHo96n33EVYWo0NcBXmd_pkCcLX9PAR1Z9XhfmpOc6uH/s640/GenerationX.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="423" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqY8D3e74Q3ng7iRUq0vhFdLDIy4JhkGgvXT3h7vkmVqrHXYNvU6zXI9hja08bXxIgv2UZ4Zb94iJHqTHbHagZOWeddrRE9NFNj9uzTCc6X07xG_JbdV3mLDzxIvdQaMevh21p5oPi70JcKF-doHo96n33EVYWo0NcBXmd_pkCcLX9PAR1Z9XhfmpOc6uH/w265-h400/GenerationX.jpg" width="265" /></a></div><br /><span style="font-family: georgia;"><br /></span><p></p><p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">Mucho de lo mismo se aplica
a la <i>generacionlogía</i>. Recientemente,
para mi sorpresa, supe que, en lugar de pertenecer a la Generación X, como
supuse durante mucho tiempo, en realidad soy uno de los últimos <i>baby boomers</i>. Haber nacido en 1963, al
final de la cola del boom, en realidad parecía explicar algo sobre mi
perspectiva: profundamente atraído por las ideas y el idealismo de los años
sesenta, mientras tenía esa característica sensación X de haber nacido
demasiado tarde. (También nací un poco tarde para involucrarme en el punk; en
muchos sentidos, un estallido renovado de esa creencia de los sesenta en el
poder del rock, el último estallido del <i>boomerismo</i>).
Al igual que con el efecto amortiguador de Cáncer sobre Géminis, mi mentalidad
de <i>baby boomer</i> se vio muy afectada
por la ironía paralizante de la Generación X, sus sentimientos de inutilidad y
agotamiento.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">Hablar de generaciones como
si realmente existieran y tuvieran una influencia sobre las personas está mucho
más extendido y bien visto que la creencia de que los eventos y las
personalidades están gobernados por el movimiento de los planetas. Pero, ¿hay
realmente mucha más sustancia y realidad en esto de las “generaciones”? Si bien
podría no ser “un manojo de tonterías”, este discurso de las generaciones
genera tonterías: visiones generales y artículos de opinión débilmente
fundamentados, análisis engañosos y analogías, tópicos y trivialidades. Y, sin
embargo, como la astrología, es un juego con el que nos divertimos. Y mucho más
que la astrología, es un modo de hablar que constituye parcialmente su objeto:
generalizar sobre una generación en realidad la lleva a una semiexistencia, le
da forma a cómo las personas se perciben a sí mismas y cómo son percibidas por
generaciones anteriores o posteriores. Lo que puede ser sólo una ilusión, un
tambaleante conjunto de supuestas afinidades, se convierte en un hecho social.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdFMOfikuI7NlbFTdyX2Jhe2JjfCwV7INDXET1nTHxpzT8eBMKidBhjYb4RHRIAAfkq2X7x-NS1wgOf6P6EHS54g8ul4KXAWedjiPkuXu4YK6N22cUwIuEBlVhnH89naeEAbpmee-Ec-Mk5vv9upbaLK6YWfko4Wc0zjNJrETk6hnvG9rS25ScB1Zl7UUQ/s833/Comic-GenX.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="833" data-original-width="640" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdFMOfikuI7NlbFTdyX2Jhe2JjfCwV7INDXET1nTHxpzT8eBMKidBhjYb4RHRIAAfkq2X7x-NS1wgOf6P6EHS54g8ul4KXAWedjiPkuXu4YK6N22cUwIuEBlVhnH89naeEAbpmee-Ec-Mk5vv9upbaLK6YWfko4Wc0zjNJrETk6hnvG9rS25ScB1Zl7UUQ/w308-h400/Comic-GenX.jpg" width="308" /></a></div><br /><span style="font-family: georgia;"><br /></span><p></p><p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">En este ensayo juego con la
idea de generación y con conceptos relacionados como la década y la era (cuyos
casi sinónimos incluyen la época, la edad, el período y la noción de <i>Zeitgeist</i>). Los tomo en serio y al mismo
tiempo retengo toda la credibilidad (un rasgo muy de la Generación X, claro: el
equívoco, la habilidad –o la maldición– de poner todo entre comillas). Sin
embargo, no descarto estas formas de ver la historia y dividir a las poblaciones
como completamente infundadas. Incluso el escéptico más obstinado debería ser
capaz de aceptar que los estados de ánimo o las perspectivas parecen marcar
fases particulares del tiempo, o ser un sentimiento común entre muchas personas
de cierta edad. (Parece notable la proximidad entre “grupo etario” y “edad”,
como en era, época, etc.). ¿Hay algún medio por el cual estos conceptos
nebulosos puedan precisarse, de modo de convertirlos en herramientas con un
asidero menos tenue y más tenaz de las realidades históricas? En algún lugar
entre la credulidad de las mentes esquemáticas sobre el determinismo del
calendario y un racionalismo austero que rechaza todo discurso sobre el “espíritu
de una época” como tonterías místicas, podría haber un camino que reconozca el
poder de la fantasía y la especulación como prismas analíticos y como fuerzas
que impulsan y dan forma a la historia misma?<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><b><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">La estructura del sentimiento<o:p></o:p></span></span></b></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">Si se está dando vueltas en
torno a un concepto menos místico, aparentemente más fundamentado en lo
material y riguroso que funcione en el mismo sentido que <i>Zeitgeist</i>, hay varios candidatos dentro de la teoría crítica y la
erudición académica durante el último medio siglo más o menos: entre ellos la <i>episteme<a href="file:///E:/Makovsky/Simon%20Reynolds%20-%20Generaciones.docx#_edn1" name="_ednref1" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><b><span style="color: black; font-size: 11pt;">[i]</span></b></span><!--[endif]--></span></a></i>
de Michel Foucault y la “estructura del sentimiento” de Raymond Williams<a href="file:///E:/Makovsky/Simon%20Reynolds%20-%20Generaciones.docx#_edn2" name="_ednref2" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="color: black; font-size: 11pt;">[ii]</span></span><!--[endif]--></span></a>.
Más recientemente, ha surgido la teoría del afecto, un arsenal de formas de
captar y articular los estados de ánimo y las vibraciones semi-intangibles que
atraviesan una población durante un período particular: una forma de rastrear
lo que se ha llamado “el clima emocional” –en otras palabras, sentimientos que
se sienten individualmente pero que no se originan en la vida privada de un
individuo, sino en emociones públicas experimentadas en común por sectores de
la población.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-family: georgia;"><i><span style="font-size: 11pt;">Episteme</span></i><span style="font-size: 11pt;"> es un concepto menos
sensiblero. Utilizado por primera vez en <i>Las
palabras y las cosas</i> de Foucault (1966), se refiere a las condiciones de
conocimiento que prevalecen en una cultura y durante una era en particular.
Foucault postula “reglas de formación” subyacentes: “un régimen de verdad” que
gobierna lo que se considera conocimiento legítimo. Con sus estudios sobre
prisiones, asilos psiquiátricos y hospitales, la preocupación particular de
Foucault son las formas en que disciplinas como la penología, la psiquiatría y
la sexología generan un conocimiento que está indisolublemente ligado a la
práctica (formas en que los cuerpos y las poblaciones son tratados, castigados,
acordonados; cómo se “curan”, canalizan, provocan y fomentan los
comportamientos). Pero con un poco de amplitud, la <i>episteme</i> podría verse como un marco de suposiciones más grande y
flexible (una estructura de percepción, tal vez, en lugar de un sentimiento)
que constituye la forma en que una sociedad se comprende y se explica a sí
misma. El pensamiento de Foucault, tal como se desarrolla en los trabajos
posteriores sobre la sexualidad, también admite la posibilidad del disenso y la
discrepancia: está la episteme oficial, pero también están los “saberes
populares prohibidos”.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">La astrología, de hecho, sería un buen ejemplo de uno
de ellos, al igual que cualquiera de las supersticiones, creencias místicas o
mágicas, pseudociencias como el pensamiento positivo y la terapia motivacional,
etc. Aunque “prohibido” realmente no funciona: estas formas de conocimiento no
oficial pueden ser desdeñadas y desaprobadas por profesionales sensatos y
educados, pero en sociedades pluralistas del conocimiento, se les permite
existir y reclamar su derecho a la conciencia popular. Como resultado, la
esfera político-discursiva contemporánea está plagada de contraconocimientos:
las teorías conspirativas y los hechos alternativos abundan, la credulidad de
sus adherentes se combina paradójicamente con una profunda desconfianza hacia
los responsables políticos, los principales medios de comunicación y la experiencia
tecnocrática.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">Aunque gran parte de su trabajo fue histórico, e
involucró una exploración profunda de archivos en busca de rastros de los
discursos de épocas anteriores, Foucault también caracterizó su proyecto como
una historia del presente: un intento de tratar los horizontes contemporáneos
del pensamiento y el conocimiento no como una etapa cumbre en el ascenso de la
Ilustración a la verdad claramente percibida, sino tan limitados por
estructuras y anteojeras ocultas como cualquier etapa histórica anterior.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">“Estructura del sentimiento”, la formulación
deliberadamente oximorónica de Raymond Williams, se traslada a una zona más
húmeda y difusa que abarca la sensibilidad, las actitudes, los valores y las
creencias. Éstos impregnan todo el campo social y le dan coherencia (de ahí “estructura”),
manifestándose en convenciones, hábitos y modismos en los ámbitos del
comportamiento, el habla y el ocio tanto como en el trabajo, la religión
organizada y la política oficial. Difundido por primera vez en un libro de 1954
sobre cine, la “estructura del sentimiento” a medida que se desarrollaba se
convirtió en una alternativa dinámica y flexible a las nociones de hegemonía y “sentido
común” de Antonio Gramsci, que enfatizaban la imposición de arriba hacia abajo
de la ideología a través de instituciones y discursos dominantes. Los conceptos
adicionales de Williams, “residual” versus “emergente”, permiten de manera útil
la posibilidad de cambio y conflicto, la fusión gradual de una nueva estructura
de sentimiento desde dentro de la matriz existente y mayoritaria. “Residual” se
refiere a las ideas y costumbres tradicionales que persisten en el presente,
mientras que “emergente” se refiere a las opiniones y actitudes marginales y
minoritarias que son el heraldo, en el ahora, de cómo pensarán y sentirán las
cosas una mayor proporción de la población en algún momento del futuro. La
trama y la urdimbre de las tendencias residuales y emergentes constituye el
tapiz que es el momento actual. Además, cualquier fenómeno cultural o social
que logre no solo una popularidad masiva sino un significado real tenderá a
contener ambos elementos dentro de su tejido.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">Más que la <i>episteme</i>,
la estructura del sentimiento parece un concepto útil para abordar la idea de “generación”.
Cuando se combina con la noción de residual y emergente de Williams, se puede
ver cómo se producen las brechas generacionales: una nueva formación de
sensibilidad que emerge de la formación anterior, simultáneamente en oposición
a ella o alejándose de ella, al mismo tiempo que hereda y adapta rasgos de su
precursora. La erupción del punk a mediados de la década de 1970 es un caso de
estudio de este tipo de cambio de fase y transición entre generaciones. Lo que
inicialmente llama la atención –y es disruptivo– es la forma en que los
rockeros punk apuntaron al consenso anterior de la década de 1960: invirtieron
de manera escandalosa y provocativa el esquema de valores anterior (amor y paz
reemplazados por odio y caos). Sin embargo, a un nivel más hondo, hay una
continuidad dentro de una formación transgeneracional más grande en la que
ciertas suposiciones sobre el poder y el propósito de la música no solo se
mantienen sino que se reavivan: la identificación de la cultura juvenil con la
rebelión y el radicalismo. Es solo que con el punk, la rebelión es tanto contra
la cultura conservadora de los padres como contra la cultura del “hermano mayor”
del progresismo estancado y comprometido de la década de 1960. Además, en la
práctica, muchas personas de la década de 1960 que estaban a finales de sus
veinte y principios de sus treinta se involucraron en el punk, como gerentes o
fundadores de sellos discográficos –en algunos casos tocando en bandas– y
modificaron su ropa, la longitud y el estilo de sus peinados, su habla y su
jerga e incluso sus acentos para ajustarse a la nueva estructura de
sentimiento.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">Aunque el hecho de que la fecha de nacimiento de uno
no sea necesariamente algo que lo encadene a una estructura de sentimiento y le
impida adaptarse al nuevo régimen de sensibilidad plantea algunas preguntas
sobre el concepto de generación. ¿Cómo se transmite e instala la conciencia
generacional? ¿En qué sentido está realmente indexado a la edad? No solo hay
ejemplos de personas mayores que hacen una transición relativamente fácil al
modo emergente de pensar y sentir, hay quienes en términos de calendario
deberían pertenecer a la nueva formación pero de hecho tienen una perspectiva “mayor”
(pienso aquí en los hippies de 18, 19 y 20 años que conocí en mi primer año de
universidad, en una época –1981– cuando la música juvenil del momento era la <i>New Wave</i> y el postpunk). O simplemente
pueden estar completamente fuera del juego de las generaciones, teniendo poco
interés en la música o la ropa (las cosas que típicamente tienen los marcadores
más fuertes de la conciencia generacional) y, en cambio, están más involucrados
en actividades o pasiones que no están indexadas a grupos etarios del mismo
modo (ciencia, actividades al aire libre, política electoral, etc).<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">Probablemente la mayoría de nosotros podemos pensar en
personas con las que nos hemos encontrado que no parecen pertenecer a la misma
época. En mi segundo año en la universidad, mis amigos y yo “adoptamos” a un
joven con modales y puntos de vista de caballero mayor. Disfrutamos de la
vestimenta y las opiniones anómalas de William (que lo habrían ubicado en la
década de 1930 o, con un empujoncito, a principios de la década de 1950
anterior al rock and roll). Sin duda, es igualmente cierto decir que William
nos adoptó, disfrutando de cierta fricción en nuestra socialización y de sus
propias reacciones de reprobación a las ideas de moda sobre el feminismo y el
postestructuralismo que soltábamos. Hasta cierto punto, reflejó un arquetipo de
la década de 1980, el joven <i>fogie</i>:
una reversión contrahegemónica de cómo eran las cosas antes de la cultura
juvenil y la era del rock (cuando los hombres jóvenes aspiraban a verse y
comportarse como de mediana edad, fumando en pipa y usando traje y corbata) que
en cierto sentido fue paralelo al empuje del thatcherismo para hacer retroceder
todo lo ganado en la década de 1960. Pero la cualidad fuera de tiempo de
William parecía más arraigada en su psique: simplemente no pertenecía a la
actualidad.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">Del mismo modo, uno se encuentra con personas que se
niegan a quedarse donde pertenecen generacionalmente: el hippie envejecido de
los sesenta que se sumergió en la escena rave de los 90, por ejemplo (lo
suficientemente raro como para ser notable pero al mismo tiempo casi una figura
arquetípica en la escena). Algunas personas parecen tener una facilidad innata
para deslizarse de una escena juvenil a otra incluso a medida que su edad
acumula los años. Al igual que los anacronismos humanos y los retrocesos
caracterológicos como William, estos tipos más jóvenes por dentro de lo que
parecen por fuera debilitan la noción de la generación como una especie de
derecho de nacimiento casi biológico que es propiedad común de las personas
nacidas dentro de cierto manojo de fechas.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">Sin embargo, aquellos de nosotros que ya no somos
jóvenes nos encontramos con esta sensación todo el tiempo: la fricción y el
escalofrío de una diferencia generacional palpable. En especial si el trabajo
de uno requiere que esté en presencia de personas de la mitad de su edad o
menos (como un docente universitario), pero también cuando se está en compañía
de hijos y sus amigos, nota este abismo, que se manifiesta de manera más aguda
a través del humor y el lenguaje. Parte de esto proviene de tener un conjunto
diferente de recuerdos culturales y experiencias formativas con el arte y el
entretenimiento. Pero también es una vibración (y aquí vuelven a aparecer la “estructura
del sentimiento” y la teoría del afecto) que va más allá del gusto y que tiene
un sabor casi biológico: como el olor emitido por una especie diferente.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">¿Qué fuerzas generan y condicionan las diferencias
generacionales? Un factor causal subyacente podría ser el cambio en los patrones
de crianza. Mi generación fue moldeada por la adopción de ideas progresistas
sobre la crianza de los niños (recoger a un bebé cuando lloraba, en lugar de
dejarlo “llorar a gritos”, una gran cantidad de caricias y afecto táctil, la
eliminación gradual del castigo corporal). Las generaciones subsiguientes se
han visto afectadas por estilos de crianza y educación aún más permisivos:
tratar a los niños como mini-adultos en lo que respecta a la elección del
consumidor, la moda de evitar el lenguaje prohibitivo y utilizar la negociación
para obtener los resultados de comportamiento deseados, la paternidad
sobreprotectora, que no le permite a los niños el tipo de autonomía y
circulación libre que era la norma para los niños preadolescentes como lo fui
yo, padres que permiten que los niños pequeños duerman en la cama conyugal por
mucho más tiempo de lo que se consideraba apropiado en el pasado. Sin duda,
estas tendencias moldean la psique en crecimiento y afectan la postura del
joven hacia el mundo. Estos enfoques cambiantes del cuidado y la educación
contribuirían de hecho a la formación de una nueva “estructura de sentimiento”.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">Otros factores pueden ser históricos: lo que realmente
sucede, política y económicamente, durante los años de formación de una generación.
Crecer durante la Segunda Guerra Mundial y el racionamiento que continuó
durante una década incluso después de la victoria moldeó las expectativas y
actitudes (y sin duda también tuvo efectos fisiológicos) de la generación de
jóvenes británicos que precedió a la mía; otro factor sería la terminación del
servicio militar obligatorio para los jóvenes a principios de la década de
1960. Del mismo modo, es probable que los grupos demográficos que a una edad
temprana vivieron desestabilizaciones como el 11 de septiembre o el covid y el
encierro también dejen una huella particular. Otro conjunto de factores
involucra la tecnología: una generación que creció con teléfonos inteligentes y
redes sociales estará conectada de manera diferente a una generación anterior
que adoptó esas herramientas pero tiene grabado el recuerdo de cómo funcionaban
las cosas en la era anterior. Luego están los diferentes impactos causados por
la secuencia histórica del pop y la cronología cultural: las personas que
presenciaron en tiempo real el surgimiento del rock’n’roll aparentemente de la
nada tienen un sentimiento diferente sobre la música que aquellos que crecieron
20 o 40 años después, cuando el rock parece haber estado siempre ahí.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">Las generaciones también están constituidas por el
ciclo de retroalimentación de la investigación de mercado y los informes
periodísticos. Los sondeos y encuestas de opinión, los estadísticos y los
observadores de tendencias extraen datos de la población o de estratos
específicos de la misma; esto alimenta los artículos de los medios sobre
cambios de actitudes, aspiraciones y ansiedades. Como un espejo con el poder no
solo de reflejar sino de precisar la imagen, el análisis mediatizado de los
supuestos atributos generacionales se convierte en una profecía autocumplida,
dando forma a cómo un grupo etario o grupo demográfico en particular se
entiende a sí mismo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">Los columnistas de moda y los investigadores de
mercado trabajan directamente para empresas que quieren controlar los deseos
fluctuantes de los consumidores. Luego están los psicólogos y sociólogos que
escriben no ficción para el mercado masivo: libros de investigación pero no
académicos que son accesibles al lego y, en algunos casos, se convierten en
éxitos de ventas o reciben mucha atención en los medios (un ejemplo sería Dr.
Jean Twenge, un profesor de psicología que es autor de diagnósticos extensos de
libros sobre la mentalidad millennial como <i>Generation
Me</i> (2006), <i>The Narcissism Epidemic</i>
(2009) e <i>iGen</i> (2017)). En un sentido
indirecto, también podría decirse que estos académicos trabajan en nombre de
las grandes empresas y el gobierno, ya que sus perspectivas y tipologías de
personajes influyen en las campañas y políticas publicitarias. Pero a nivel
periodístico, los artículos de opinión sobre generaciones tienden a elaborar
sus conclusiones a partir de una mezcolanza de estadísticas, observaciones
anecdóticas, lecturas semióticas de productos culturales (canciones, estrellas,
películas, series de televisión, juegos, tendencias, memes) y especulación. La
forma de arte de este tipo de piezas, y el negocio de la misma (clics) premia
la conclusión generalizadora y llamativa, en lugar de la afirmación matizada y
tentativa.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">(Estoy pensando aquí en mis propios escritos
anteriores sobre la Generación X; no es un término que use mucho, pero hablé
bastante a principios de los 90 sobre Slacker. A partir de fines de los 80, el
rock alternativo y la música indie giraba en torno a un conjunto de actitudes y
afectos superpuestos que incluían la resignación, la retirada, la mente nublada
y la desconexión de la política. Este (des)espíritu nacido para perder irrumpió
en el <i>mainstream</i> con Nirvana y el
movimiento <i>grunge</i>, al mismo tiempo
que cristalizó en <i>Slacker</i> (1991), la
película de culto de Richard Linklater, ambientada en una Austin, Texas, de
vagos postuniversitarios que formaban bandas a medias con nombres como The
Ultimate Losers. (La próxima película de Linklater, <i>Dazed and Confused</i> –<i>Rebeldes
y confundidos</i>, 1993– encontró un pre-eco para este estado de ánimo de
agotamiento dichoso de los años 90 en el pre-punk de 1970). El arquetipo <i>slacker</i> (vago, en inglés) era
sociológicamente real y había muchas pruebas subculturales y sónicas para
apoyar la idea de que se trataba de un arquetipo <i>Zeitgeistiano</i>. Sin embargo, mientras escribía enérgicamente sobre
la película y las bandas del tipo “rock <i>slacker</i>”,
adivinando todo tipo de significado en sus voces apagadas y guitarras
desafinadas y los temas de “apatía zen” en canciones como “Everything Flows”,
de alguna manera desvió mi atención que yo fui cualquier cosa menos un vago: de
hecho era un adicto al trabajo virtual, prolífico, motivado y ambicioso. Como
de hecho lo fueron muchas de las bandas que encarnaron más poderosamente la
impotencia generacional en su música e imagen: realizaron muchas giras,
grabaron a menudo y, en la mayoría de los casos, firmaron con los principales
sellos cuando se presentó la oportunidad. <i>Hicieron
una carrera a partir de una estética de la anticarrera</i>.)<o:p></o:p></span></span></p><p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p>
<iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/KlmfRuXxuXo" title="YouTube video player" width="560"></iframe>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><b><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">El arte de las
décadas<o:p></o:p></span></span></b></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">Pero con el juego de las generaciones, a pesar de
todas las ironías, afirmaciones exageradas y pruebas contradictorias barridas
debajo de la alfombra, por lo general hay <i>algo</i>
allí. El análisis basado en las décadas es, en comparación, la forma más pura
de misticismo de calendario. Aunque el fervor por este tipo de cosas se ha desvanecido
un poco, la gente sigue apegada a la idea de que la década (una división
arbitraria del tiempo histórico) debería tener algún tipo de esencia o “sensación”
unificadora. Pero dado que cualquier estudio sensato de los siglos pasados
indica que las eras no comienzan precisamente en el punto de cambio entre
décadas numéricas, la gente comenzó a trabajar con conceptos como Los largos
Sesenta: la idea de que la década de 1960 realmente no terminó hasta 1973,
cuando la crisis del petróleo y la contracción económica resultante provocaron
que se marchite el sentido de posibilidad que había reinado durante la década
anterior. Pero si una década en realidad dura más de diez años y llega a su
punto de cesación varios años después de su fin numérico, ¡la demarcación de la
historia en porciones de una década no tiene sentido!<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">(Menos ligada al punto de cambio de década, pero aún
caprichosa, era la teoría cíclica de la historia del pop: por ejemplo, la
proposición de que las revoluciones siempre suceden en un año que termina en 7
(como la psicodelia de 1967, el punk de 1977... se cayó un poco cuando pasó
1987, ¡uno de los años más intrascendentes del pop de todos los tiempos!).<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">Al igual que con las generaciones, la conciencia de la
década se convierte en una profecía autocumplida: si suficientes personas creen
que han entrado en una nueva era designada por la llegada de un año que termina
en cero, esto se convierte en un hecho social, o al menos, en un discurso. Las
personas, en su mayoría jóvenes, anhelan ser parte de un momento que les
pertenece; los medios esperan ansiosos la llegada de una nueva década; siempre
hay candidatos compitiendo por ser los heraldos del <i>Next Vibe</i>. El glam rock se puede atribuir en parte al deseo de los
adolescentes por una música diferente al sonido de sus hermanos mayores; Bowie
se veía a sí mismo como un artista de veletas, alguien que sería para los 70 lo
que Dylan o los Rolling Stones habían sido para los 60. El anhelo juvenil
incipiente combinado con el avance profesional por parte de artistas
individuales como Bowie y Marc Bolan para llevar el nuevo Geist a la cima. Un
término de moda en ese momento, iniciado por Alice Cooper y ampliamente
adoptado, era “rock de tercera generación”: la primera generación eran aquellos
que habían presenciado el rock and roll de los años 50 en tiempo real; el
segundo había visto evolucionar a la ola de bandas que va de los Beatles a los
Stones desde el ritmo y el blues duro hasta la psicodelia y el rock hippie;
pero ahora, en 1971, una tercera ola de deseo juvenil buscaba representaciones
y representantes que les pertenecían solo a ellos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">La falla en esta teoría, por supuesto, es que muchos
de los miembros de la “tercera generación” en términos de su edad en realidad
no fueron tomados con glamour y estaban felices de continuar alineados con los
valores de finales de los 60, escuchando esas bandas u otras que eran
sónicamente una continuación del rock ácido y la música pesada, vistiéndose y
drogándose en consecuencia, y continuando con el pelo largo y la cara con
barba. Del mismo modo, algunas de las bandas de la tercera generación, como
Mott the Hoople, que grabó un himno para la Ola Demográfica Siguiente con “All
the Young Dudes” (la letra se burla de los grupos de los años sesenta que creen
en toda esa palabrería de la revolución), eran en realidad, en términos de
edad, miembros de la segunda o incluso de la primera generación (el cantante
Ian Hunter tenía la edad suficiente para recordar la llegada del rock’n’roll al
Reino Unido). En Black Sabbath, que continuó y extendió la estética “pesada”
iniciada por Cream, eran en realidad más jóvenes que Mott the Hoople. Sabbath y
Led Zeppelin definieron la nueva década del rock tanto como lo hicieron Bowie,
Mott o Roxy, si no más.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">Las décadas –cuándo comienzan, quién las representa–
son discutibles. Al igual que con la conversación generacional, ese es su
punto: ser motivo de contención, sitios de argumentación. Lo que dijo William
Gibson sobre el futuro –ya está aquí pero está distribuido de manera desigual–
podría aplicarse a cualquiera del grupo de generalizaciones que se acumulan en
la postulación de un espíritu generacional o un sentimiento de década. En otras
partes del mundo o diferentes regiones de un país, dentro de una población o en
un grupo de edad, existen diversos grados de participación y sintonía con el <i>Zeitgeist</i>. ¿Las nociones sobre
generaciones o décadas se aplican con la misma fuerza en Noruega que en el
Reino Unido? ¿En Mississippi, como lo hacen en California? Durante mucho tiempo
fue una broma que si podés recordar los años sesenta, no estuviste allí. Pero
muchas personas recuerdan perfectamente bien la década porque vivían en unos
años sesenta totalmente diferentes, una década sin swing ni drogas. Asimismo,
las caracterizaciones derrotistas de la Generación X son desmentidas por la
gran cantidad de jóvenes involucrados en el activismo durante los años 90.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">Al igual que con el juego de la generación, hablar de
décadas es muy divertido. Una vez participé en un grupo de blogs colectivos,
cada uno de los cuales estaba dedicado a una década diferente: los 70, los 80,
los 90. El blog fue uno de los más interesantes y entretenidos que he leído.
Sin embargo, funcionó mejor cuando los colaboradores se centraron en productos
culturales discretos de una época: un grupo de rock o un disco, una determinada
película o serie de televisión, un político o una campaña publicitaria. De
hecho, no recuerdo que nadie haya hecho declaraciones radicales sobre los
supuestos principios que definen la década. El blog funcionó para sus
escritores y lectores como una zambullida en la especificidad del pasado, como
una versión más analítica de esos agradables programas de televisión <i>I Love the</i> 70s/80s/90s con su galería de
modas, celebridades, éxitos y escándalos. Estos fragmentos, como los de un
holograma hecho añicos, parecen capturar la quintaesencia de toda la era, pero solo
como un indicio brillante, casi como un aroma.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;">Las décadas, como las generaciones, y como las épocas
y los períodos, son fábulas: ficciones con una pizca de verdad. El juego de
tomarlos de verdad tiene efectos reales. Quien crea que se está balanceando, o
balanceándose de nuevo (como con el replay del Britpop de los 60 a mediados de
los 90), y los medios de comunicación propagan y amplifican ese sentimiento
hasta que suficientes personas creen que está sucediendo y se apresuran a
unirse; muy pronto y muy certeramente, ha convertido la historia en algo más
cercano a una realidad compartida. La hiperstición es un término acuñado por
pensadores aceleracionistas en los años 90 para describir este proceso. Pero,
en realidad, si se abandona la “rstición” y nos quedamos en “híper”, estamos
hablando de una de las maniobras más antiguas del mundo: el truco de la
confianza, la “verdadera ilusión” llevada a cabo por chamanes, saltimbanquis,
empresarios, mercachifles y directores de escena a lo largo de la historia.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: georgia;"> </span></span></p>
<iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/9IqiRY60ZDE" title="YouTube video player" width="560"></iframe>
<p style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: none; padding: 0cm;"><span style="font-family: georgia;"><span lang="EN-US" style="font-size: 11pt;">* <b>Simon
Reynolds</b> es autor de ocho libros, incluidos <i>Rip
It Up and Start Again: Postpunk 1978-84</i>, <i>Retromania: Pop Culture's Addiction to Its Own Past</i> (<i><a href="https://cajanegraeditora.com.ar/libros/retromania/">Retromanía: la
adicción del pop a su propio pasado</a></i>, Caja Negra, Buenos Aires, 2012), <i>Energy Flash: A Journey Through Rave Music
and Dance Culture</i>, y <i>Shock and Awe:
Glam Rock and its Legacy</i>. Es colaborador independiente de <i>Pitchfork</i>, <i>New York Times</i>, <i>London Review
of Books</i> y <i>The Wire</i>. </span><span style="font-size: 11pt;">Tiene un blog: <i><a href="http://blissout.blogspot.com/">Blissblog</a></i>.
Nacido en Londres, Reynolds pasó gran parte de las décadas de 1990 y 2000 en
Nueva York y actualmente vive en Los Ángeles, donde da clases en el programa
Experimental Pop del California Institute of the Arts.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div><!--[if !supportEndnotes]--><span style="font-family: georgia;"><b>Nota bene: </b>el texto no tiene hipervínculos porque no los tenía el original. Los enlaces que fueron incluidos llevan a los sitios originales de las publicaciones.<br clear="all" />
</span><hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="edn1">
<p class="MsoEndnoteText"><span style="font-family: georgia;"><a href="file:///E:/Makovsky/Simon%20Reynolds%20-%20Generaciones.docx#_ednref1" name="_edn1" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 10pt;">[i]</span></span><!--[endif]--></span></a> Cf. Michel Foucault, <i>Les mots et les choses</i> (Gallimard,
1966), En español: <i>Las palabras y las
cosas</i>.<o:p></o:p></span></p>
</div>
</div><p><span style="font-family: georgia;"><a href="file:///E:/Makovsky/Simon%20Reynolds%20-%20Generaciones.docx#_ednref2" name="_edn2" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 10pt;">[ii]</span></span></span></a> <span lang="EN-US">Cf. Raymond Williams, Michael Orrom, <i>Preface to Film</i> (Michigan University Press, 1954).</span> </span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-69092103580476541842023-07-07T13:55:00.004-03:002023-07-07T13:58:56.942-03:00ruperta<p><span style="font-family: georgia;">En septiembre de 2019, en el marco del Festival Internacional de Poesía (que lamentablemente reemplazó su sitio web por su participación en redes sociales), <a href="https://iech.conicet.gov.ar/bernardo-orge/" target="_blank">Bernardo Orge</a> se acercó al Centro Cultural El Obrador para contactarse con referentes de la comunidad qom de la zona oeste de Rosario y a partir de allí mantuvo conversaciones con Ruperta Pérez, Arsenio Borgez y Samuel Romero en sus respectivas casas. De esas charlas surgieron los textos publicados en la plaqueta, que se leyó en una visita de representantes del Festival junto con invitados de esa edición en <a href="https://www.facebook.com/elobradorrosario/" target="_blank">El Obrador</a>.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Aquí se reproduce el texto de Ruperta tal como se publicó en esa plaqueta.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieMo84qM_asD8tN1HNSWo-IrosuXes-9i3HUIfqf-ULziGq7Jdwi7piqjD9nvy2gZ2Glp3iVLFOt-iyDEhl8VO4UnOUzviLbhD-tCB3yV-o9YQK3QVMoyJq1CKXY7D7gaItmta52E7k1PKaiKud0qs3hmlb8kOvSMzQe6fEsuJXkYu7J7VrnGblygoa40i/s4160/Ruperta01.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4160" data-original-width="3120" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieMo84qM_asD8tN1HNSWo-IrosuXes-9i3HUIfqf-ULziGq7Jdwi7piqjD9nvy2gZ2Glp3iVLFOt-iyDEhl8VO4UnOUzviLbhD-tCB3yV-o9YQK3QVMoyJq1CKXY7D7gaItmta52E7k1PKaiKud0qs3hmlb8kOvSMzQe6fEsuJXkYu7J7VrnGblygoa40i/w300-h400/Ruperta01.jpg" width="300" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs7KInlrlN_I6IHkJamdHGR4CXyJJG9OSeFHcMwam5UqTQm9ksCaRuKAHt4WX7b1WAbksaI1I023VWf1VsFMNRFDVEP0pRd6Xcv5-h2ApEeJV7MXaqDJCJn6YWRktTTlCw16nrHaElatJo60VJVI_tB5fJ81u0osOX4g0nS5hXVOrjP44b2m00A5Arlw2v/s4160/Ruperta02.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4160" data-original-width="3120" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs7KInlrlN_I6IHkJamdHGR4CXyJJG9OSeFHcMwam5UqTQm9ksCaRuKAHt4WX7b1WAbksaI1I023VWf1VsFMNRFDVEP0pRd6Xcv5-h2ApEeJV7MXaqDJCJn6YWRktTTlCw16nrHaElatJo60VJVI_tB5fJ81u0osOX4g0nS5hXVOrjP44b2m00A5Arlw2v/w300-h400/Ruperta02.jpg" width="300" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc906kRECokLXUwlsp5hijtVLUNCQoq_gr3zsf_Rjd4fLcIZ8WjO7QEZOtFhAcF6kNcrSZuAYtyQ4IHhK5OVFT_M6RJJfen8xVHQ1lSz4MNNMrfJpGr2iteshUCrZtVwyelF3ggNtKuU8yfw_a5HHnl8vLv56cJ4Y0y_tP0yjSPtgWRxM9WhTHaB7YdFo6/s4160/Ruperta03.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4160" data-original-width="3120" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc906kRECokLXUwlsp5hijtVLUNCQoq_gr3zsf_Rjd4fLcIZ8WjO7QEZOtFhAcF6kNcrSZuAYtyQ4IHhK5OVFT_M6RJJfen8xVHQ1lSz4MNNMrfJpGr2iteshUCrZtVwyelF3ggNtKuU8yfw_a5HHnl8vLv56cJ4Y0y_tP0yjSPtgWRxM9WhTHaB7YdFo6/w300-h400/Ruperta03.jpg" width="300" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiclo79QnhJ1D68ee4_N9BtZvA4ehy5lfRG5-YSxOkzc0u2lSMOGAE2JlQHbtVBcMFUXuYQFQhHiy7U7xhYCL9EACbvWIS5o2ys8zERnnR_mW684-D1zopG0rXqtnJTtM4MJjfvGUgMV1TUkmfE-lO4vFp2kXvbY4T9H7v1PwblcftrnK36KlDqfyVpRwXP/s4160/Ruperta04.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4160" data-original-width="3120" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiclo79QnhJ1D68ee4_N9BtZvA4ehy5lfRG5-YSxOkzc0u2lSMOGAE2JlQHbtVBcMFUXuYQFQhHiy7U7xhYCL9EACbvWIS5o2ys8zERnnR_mW684-D1zopG0rXqtnJTtM4MJjfvGUgMV1TUkmfE-lO4vFp2kXvbY4T9H7v1PwblcftrnK36KlDqfyVpRwXP/w300-h400/Ruperta04.jpg" width="300" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzf41iWyARU_XBfrDp_RUHjL7Te9FrJDl9LhG6JxF2cJiZJeVm_qMEguZRXVRVNEqtBol--fRpieGeOWJdB8UuhDv8KAU2Uhujs29Pge6D2JyROVDOhsRvMGsy1J0kcrvtadEd9At5Hr0oZtZ21MMytbrpD2Ejls_59dakHVrILV2nELflGLXY6Fn4SF0a/s4160/Ruperta05.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4160" data-original-width="3120" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzf41iWyARU_XBfrDp_RUHjL7Te9FrJDl9LhG6JxF2cJiZJeVm_qMEguZRXVRVNEqtBol--fRpieGeOWJdB8UuhDv8KAU2Uhujs29Pge6D2JyROVDOhsRvMGsy1J0kcrvtadEd9At5Hr0oZtZ21MMytbrpD2Ejls_59dakHVrILV2nELflGLXY6Fn4SF0a/w300-h400/Ruperta05.jpg" width="300" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJtusROX4UEXcXtOiF-CqLItSk7C3ZSx5H9HI-7RsMpAzueGn1mdnMsZPfyqvkx0uXv_Vplk038soi4E_7jM2OBMPjmlJdmQi4aP1SSc8MgeYyntkvipY1t7FA5-S6f9myKv-lUSFfyod4viast03qy7-k4dAsFXa0WtwLTwqmaCI14-cSAhMLkbQfcSEU/s4160/Ruperta06.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4160" data-original-width="3120" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJtusROX4UEXcXtOiF-CqLItSk7C3ZSx5H9HI-7RsMpAzueGn1mdnMsZPfyqvkx0uXv_Vplk038soi4E_7jM2OBMPjmlJdmQi4aP1SSc8MgeYyntkvipY1t7FA5-S6f9myKv-lUSFfyod4viast03qy7-k4dAsFXa0WtwLTwqmaCI14-cSAhMLkbQfcSEU/w300-h400/Ruperta06.jpg" width="300" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-ODmFGUtKtWZIIeahWsNZovL6D0uHlgyMA17lS3rXpoeDr6HuYGGvS96r-ocTXtaA3BBiYi_zRucEFHeikXdP9cI9dMuzvi5Gn81lG-N8RlB6tuyWmAFEVGTjSvk7gsm7QVuwIZWRSHRGf8EEDLWcvr3K0IXR5JrMrMaYpVwLpKo7_G20QfPfDOx9af6f/s4160/Ruperta07.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4160" data-original-width="3120" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-ODmFGUtKtWZIIeahWsNZovL6D0uHlgyMA17lS3rXpoeDr6HuYGGvS96r-ocTXtaA3BBiYi_zRucEFHeikXdP9cI9dMuzvi5Gn81lG-N8RlB6tuyWmAFEVGTjSvk7gsm7QVuwIZWRSHRGf8EEDLWcvr3K0IXR5JrMrMaYpVwLpKo7_G20QfPfDOx9af6f/w300-h400/Ruperta07.jpg" width="300" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirpEiDC5zzt571ISWR4jUG7DHWJiRy0KltmgYzzDPeQaJQ9Lk-5mIXFEJ4cLFR-zPXJe3MVLfTLappZRHJ8nKFwdC0Cj4gzWBH5vwvvkwMyqAGoUL7FD54Fc54C058o0E77sQbUizLl_q3I17DCFDvc-zNfFlzrZLf6yI76-FalxHd5w6SDfewK7bFLTHO/s4160/Ruperta08.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4160" data-original-width="3120" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirpEiDC5zzt571ISWR4jUG7DHWJiRy0KltmgYzzDPeQaJQ9Lk-5mIXFEJ4cLFR-zPXJe3MVLfTLappZRHJ8nKFwdC0Cj4gzWBH5vwvvkwMyqAGoUL7FD54Fc54C058o0E77sQbUizLl_q3I17DCFDvc-zNfFlzrZLf6yI76-FalxHd5w6SDfewK7bFLTHO/w300-h400/Ruperta08.jpg" width="300" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTmZeEBjTC1yY_lJUA9oYjiS3EnCD2yylU5Xy7DLVUmR0d4unn1ZE00BxlvkdH_juHmlqpsK7Wju_OnR5KEMACPPB-lmnjARwTjkCI7Lgjglbs4sfb72zSi3e1nY8gPVgGe-NFc_GnDmeYD5EXcsQEKYQZNcu3HORpiGJK-s3w5qo98-l5UdktkE2jnMSu/s4160/Ruperta09.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4160" data-original-width="3120" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTmZeEBjTC1yY_lJUA9oYjiS3EnCD2yylU5Xy7DLVUmR0d4unn1ZE00BxlvkdH_juHmlqpsK7Wju_OnR5KEMACPPB-lmnjARwTjkCI7Lgjglbs4sfb72zSi3e1nY8gPVgGe-NFc_GnDmeYD5EXcsQEKYQZNcu3HORpiGJK-s3w5qo98-l5UdktkE2jnMSu/w300-h400/Ruperta09.jpg" width="300" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWuMImFkSiHAAHyM0oXIITl3CReAVoNRai-r4lSWuRWwnNUQ-_v2SPCSikrewhVhtHKqx2hqhpzZ5U_sQ4dVcCX5Nh6sn891GoOGLSga7Pgni7NH8Q4C-_YHjUv53yrdQmU4P7jOd4fzdloV7xCzNH2hQgP6-fbvz4Lngym_yO7sd9I5Gub8Fys4tnCTjh/s4160/Ruperta10.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4160" data-original-width="3120" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWuMImFkSiHAAHyM0oXIITl3CReAVoNRai-r4lSWuRWwnNUQ-_v2SPCSikrewhVhtHKqx2hqhpzZ5U_sQ4dVcCX5Nh6sn891GoOGLSga7Pgni7NH8Q4C-_YHjUv53yrdQmU4P7jOd4fzdloV7xCzNH2hQgP6-fbvz4Lngym_yO7sd9I5Gub8Fys4tnCTjh/w300-h400/Ruperta10.jpg" width="300" /></a></div><br /><p><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-54810423827382577772023-05-28T02:25:00.004-03:002023-05-28T02:25:53.752-03:00la astroludoteca: la caca de la luna<p><span style="background-color: white; color: #262626; font-family: Georgia, "serif"; font-size: 12pt;">En el suelo del monte hay unas
bolitas que si se aprietan se hacen polvo y se deshacen en la mano.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Cuentan que son restos de una
estrella fugaz, o la “caca de la luna”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Dicen los qom que es una
medicina que cae del cielo y sirve hasta para curar la tristeza.</span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-25973914610960423952023-05-28T02:15:00.007-03:002023-06-05T01:44:32.702-03:00la astroludoteca: no nos desesperamos<p><span style="font-family: georgia;">En el Módulo
2 de la muestra <i><a href="https://pifiada.blogspot.com/2023/05/la-astroludoteca.html" target="_blank">La astroludoteca</a></i> podían leerse estas frases de representantes de la comunidad qom:</span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="font-family: georgia;">“El cielo y sus manifestaciones no nos dan
miedo”</span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="font-family: georgia;">“Tenemos
actitud científica. Observamos los cambios de la naturaleza. No nos
desesperamos”</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="font-family: georgia;">“Ya teníamos internet. La que llevaba los mensajes era la lechuza”</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="font-family: georgia;">Mientras que en el Módulo 1 se leía:</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="font-family: georgia;">“El viento me oye”</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="font-family: georgia;">“Nosotros escuchamos el espíritu de la naturaleza”</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7Qrp35HQvCDHa8HdWM-3plHEmPuGhkBWL01yt_9uPoFQ2YZk23OC-vC6sJuqxSEh5C-jBT-U6POl2zxYJfbtavZaBum5182HhCwpD6YsNii6x2sQ5OE-6U4Ym4ZemaHOdASHn_aDwdHDzRDyqBrwAxfXn_QpD4nFdtVh48V9dm-MQRK2sP5sQIH9OmQ/s2592/IMG_20151201_105532.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1944" data-original-width="2592" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7Qrp35HQvCDHa8HdWM-3plHEmPuGhkBWL01yt_9uPoFQ2YZk23OC-vC6sJuqxSEh5C-jBT-U6POl2zxYJfbtavZaBum5182HhCwpD6YsNii6x2sQ5OE-6U4Ym4ZemaHOdASHn_aDwdHDzRDyqBrwAxfXn_QpD4nFdtVh48V9dm-MQRK2sP5sQIH9OmQ/s320/IMG_20151201_105532.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiP56k8q4I0FflHZGYeRAy94Sjfv1RutIbyI8kIFfNLWwkPKy5oXFJU7JbnFe_u9dzdwamxc6ANF--hJeanQBzXb0FMu6qXz77RTqRmBrvJgBtAJI4-dMDXB0jxAIRYNXqz4CPdwEmktNtQ7n42k5AJ3bvFgi7EUd-jG19F5DtBobPWQpmHp2ClNjMLtQ/s2592/IMG_20151201_105553.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2592" data-original-width="1944" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiP56k8q4I0FflHZGYeRAy94Sjfv1RutIbyI8kIFfNLWwkPKy5oXFJU7JbnFe_u9dzdwamxc6ANF--hJeanQBzXb0FMu6qXz77RTqRmBrvJgBtAJI4-dMDXB0jxAIRYNXqz4CPdwEmktNtQ7n42k5AJ3bvFgi7EUd-jG19F5DtBobPWQpmHp2ClNjMLtQ/s320/IMG_20151201_105553.jpg" width="240" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQaPIO09U6i_2OBToxrB0K8Xf1-7mJ1vX1MZLLZSdMlGHwDbWLBBJV_tABxT8gdpztn2-BZ83PzTqKgJn3qIn6ILkyXkmmNpobjarftgFB5zc2gAQ3jNlKxvV5L1IEi9LFlBGwzqseJQ941sNXd2_frhu0HZfj5PhyB5_p1LH_y7tM81MJbB_NmVLMag/s2592/IMG_20151201_105614.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1944" data-original-width="2592" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQaPIO09U6i_2OBToxrB0K8Xf1-7mJ1vX1MZLLZSdMlGHwDbWLBBJV_tABxT8gdpztn2-BZ83PzTqKgJn3qIn6ILkyXkmmNpobjarftgFB5zc2gAQ3jNlKxvV5L1IEi9LFlBGwzqseJQ941sNXd2_frhu0HZfj5PhyB5_p1LH_y7tM81MJbB_NmVLMag/s320/IMG_20151201_105614.jpg" width="320" /></a></div><span style="font-family: georgia;">Y en el Módulo
3 se leía:</span><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="font-family: georgia;">“No
somos nómades somos ecológicos”<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="font-family: georgia;">“Nos movemos buscando el alimento de estación”</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="font-family: georgia;">“Nuestro
<a href="https://www.windguru.cz/47656" target="_blank">windgurú</a> es el cielo”<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="font-family: georgia;">“Hay
una ley del cielo que da señales que hay que interpretar”</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="font-family: georgia;">“La luna dice cosas”</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="font-family: georgia;">“Se puede leer un cielo estrellado”</span></p>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-33524360382146800912023-05-28T02:11:00.002-03:002023-05-28T02:15:36.531-03:00la astroludoteca: caramelo del cielo<p><span style="background-color: white; color: #262626; font-family: Georgia, "serif"; font-size: 12pt;">Así me contó el abuelo:</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">el árbol del algarrobo<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">es el árbol del cielo<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;"><i><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Así me contó el abuelo.</span></i><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Quien quiera un caramelo<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">con sabor a cielo y tierra<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">busque la chaucha que encierra<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">la harina de la algarroba<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Muele la abuela primero<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">la harina en el mortero.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">La abuela muele bajo el sol<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Y mezcla frutos del mistol.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Cabe el cielo en su mortero<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Así me contó el abuelo,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">no existe mejor consuelo<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">que un caramelo del cielo.</span></p>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-91222178365639232292023-05-28T02:08:00.004-03:002023-06-05T01:45:57.690-03:00la astroludoteca: el camino del árbol<p><span style="color: #262626; font-family: Georgia, "serif";"><span style="font-size: large;">El taregec</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Este es el árbol que recibe al
hombre que vino del cielo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Según cuenta <a href="https://pifiada.blogspot.com/2023/05/la-astroludoteca-entre-el-cielo-y-la.html" target="_blank">la historia deRapiche’n</a>, la sangre de aquél muchacho que subió y bajó del cielo, se mezcló
con la savia de este árbol. Por eso pueden extraerse de él las tinturas para
hacer los teñidos característicos de los tejidos qom.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Si miramos atentamente el arte
muy antiguo de los pueblos originarios y sus diseños, que se mantienen en el
tiempo, podemos ver las formas y los colores del ojo de la lechuza, el
caparazón de la tortuga, el cuero de la cascabel y del yaguareté.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">También es un árbol muy
importante para el pueblo qom por la dureza y lo noble de su madera, que sirve
para hacer fuego, casas, postes y cabos de herramientas.<o:p></o:p></span></p>
<span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Hasta el yaguareté lo
sabe y lo elige entre todos los árboles del monte para pasar varios días bajo
su sombra.</span><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheLkEmaEUcwyupqKGVlw1zHFxzcSfMIMQqN5U1xnaa9mnqmnvvs1gurUFcoixKA7_xRi9EaUvZyIR7S9cuZFiTvgADiihgEqXrq9exwf4XUMRxWIjLkrpvu_l0TDKni-KUTyF6secRqA32bQ08_xonwO6V95Ty_BL405jwP458oKcInIsuaQ9jwRxd7w/s2592/IMG_20151201_105338.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2592" data-original-width="1944" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheLkEmaEUcwyupqKGVlw1zHFxzcSfMIMQqN5U1xnaa9mnqmnvvs1gurUFcoixKA7_xRi9EaUvZyIR7S9cuZFiTvgADiihgEqXrq9exwf4XUMRxWIjLkrpvu_l0TDKni-KUTyF6secRqA32bQ08_xonwO6V95Ty_BL405jwP458oKcInIsuaQ9jwRxd7w/s320/IMG_20151201_105338.jpg" width="240" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0OLBWDAJNvm91nRouo4L7blrfayks5EFI4t9vCJ4B8J1pFk2xhZ7Lf418T1dnbpOFBvDMC7tE3mQ24ltmkc3yTwhEZw-aSh6BcdlEnJ5LzUUfn480dZ12K3_UQbMrTG8uEbXiAOP_RWTuuc-9PDbpCQTd-ruCUeh4luZ4KaRC6I6SzIx6tAXvH_Dhfg/s2592/IMG_20151201_105510.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2592" data-original-width="1944" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0OLBWDAJNvm91nRouo4L7blrfayks5EFI4t9vCJ4B8J1pFk2xhZ7Lf418T1dnbpOFBvDMC7tE3mQ24ltmkc3yTwhEZw-aSh6BcdlEnJ5LzUUfn480dZ12K3_UQbMrTG8uEbXiAOP_RWTuuc-9PDbpCQTd-ruCUeh4luZ4KaRC6I6SzIx6tAXvH_Dhfg/s320/IMG_20151201_105510.jpg" width="240" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjT6Y6Jkgx7F5Lo7vkoENiAABy-1uw1VZtcUvykr72v2j8bGSnbCY_lFXf2HBEpTZBhaqXOEfm2SMOhyOGrd0-KDvwCS2OT07koDJzODMdU2MjIS18ITNhUkMjTdpjp_fAH-bqgk_HIGcsjA4uFUgdFykt6srzAmZrf845fYaeoxbdxWb-tbvyP4blIAg/s2592/IMG_20151201_122300.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2592" data-original-width="1944" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjT6Y6Jkgx7F5Lo7vkoENiAABy-1uw1VZtcUvykr72v2j8bGSnbCY_lFXf2HBEpTZBhaqXOEfm2SMOhyOGrd0-KDvwCS2OT07koDJzODMdU2MjIS18ITNhUkMjTdpjp_fAH-bqgk_HIGcsjA4uFUgdFykt6srzAmZrf845fYaeoxbdxWb-tbvyP4blIAg/s320/IMG_20151201_122300.jpg" width="240" /></a></div><br /><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><br /></span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-72439805664100617712023-05-28T02:02:00.006-03:002023-05-28T02:16:12.567-03:00la astroludoteca: entre el cielo y la tierra<p><span style="background-color: white; color: #262626; font-family: Georgia, "serif";"><span style="font-size: large;">La historia de Rapiche’n</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="color: #262626; font-family: Georgia, "serif"; font-size: 12pt;"><b>Estrella del amanecer</b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="color: #262626; font-family: Georgia, "serif"; font-size: 12pt;">Según me contó mi abuelo, hay
otra comunidad en el cielo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">En la comunidad del cielo
vive una familia: Rapiche'n, la estrella del amanecer. La hija mayor pide
permiso a sus padres para bajar a la tierra. Es que desde el cielo ella había
mirado a los ojos a un joven de mirada triste y quiere conocerlo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Ya en la tierra, la muchacha y
el joven se enamoran.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Deciden subir juntos al cielo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Pero el cielo es muy frío. El
joven enferma y muere.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">La muchacha, en la ”qotaqui”,
la bolsa que era de su enamorado, guarda sus huesitos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">La “qotaquí” es una bolsa hecha
de fibra o hilo sagrado, “qallete”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Ata la bolsa a la punta de un
ovillo de ese hilo sagrado y la baja despacito hasta la tierra para
entregarla a la familia del muchacho, que la cuelga de un árbol, el “taregec”.<o:p></o:p></span></p>
<span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Desde entonces el “taregec”
es un árbol sagrado, el que recibe al hombre que subió y bajó del cielo.</span><div><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><br /></span></div><div><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><br /></span></div>
<iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/AcYa5NNJoOc" title="YouTube video player" width="560"></iframe><div style="text-align: left;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia; font-size: x-small;">El video es propio, tomado con un celular de entonces y tiene el único propósito de ilustrar el momento.</span></span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-2360658396907962032023-05-28T01:54:00.006-03:002023-05-28T02:16:26.006-03:00la astroludoteca: bajo el cielo protector<p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="color: #262626; font-family: Georgia, "serif";"><span style="font-size: large;">Historia del "mañec"
o ñandú</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="color: #262626; font-family: Georgia, "serif"; font-size: 12pt;">La historia de estos niños
perdidos es también la historia de una comunidad.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Esa historia advierte el
peligro de perderse como comunidad, al olvidar su identidad, su lengua.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">El "mañec", el ñandú,
es un grupo de estrellas en la configuración estelar de la comunidad qom.
Representa la protección, el calor del plumaje del
ñandú que abriga a un pueblo como el recuerdo
vivo de sus orígenes.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><span style="color: #262626; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/4r-qNy5QOe0" title="YouTube video player" width="560"></iframe></p><p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; margin: 6pt 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: georgia; font-size: x-small;">El video es propio, tomado con un celular de entonces y tiene el único propósito de ilustrar el momento.</span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-69454114247058040962023-05-28T01:49:00.003-03:002023-05-28T02:16:39.619-03:00la astroludoteca: el mortero de la abuela<p><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;">“Araganagaqui”</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;"><b>Cómo nacieron las estrellas</b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">Como me contó mi Abuelito, esta es la historia sobre cómo se
formaron las estrellas.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">En el cielo hay otra comunidad, la de nuestras abuelas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">En el cielo, la Abuela pisaba algarroba en un mortero para
darle de comer a los nietos y mientras molía se esparcía en el aire la harina
de la algarroba “nsoch’e”. De ese polvo que volaba se formaron las estrellas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">Por eso es blanca la Vía Láctea, como la harina, como el
pelo blanco de las abuelas, como la helada blanca y fría de la noche del cielo.</span><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal"><br /></p>
<iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/Usb2oRZvNhs" title="YouTube video player" width="560"></iframe><div style="text-align: left;"><span style="font-family: georgia; font-size: x-small;">El video es propio, tomado con un celular de entonces y tiene el único propósito de ilustrar el momento.</span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-86938736070912643962023-05-28T01:42:00.005-03:002023-05-28T21:57:05.366-03:00la astroludoteca<p style="text-align: right;"><span style="font-family: georgia; font-size: x-small;">a la memoria de Arsenio Borgez, cuya muerte lloramos <a href="https://open.spotify.com/episode/3Aeb4LA5UltJ25aUWbPzWR?si=feaccfc9cd1543b1" target="_blank">en pandemia</a>.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">El jueves 3 de diciembre de 2015 concurrimos al <a href="https://www.complejoastronomico.gob.ar/" target="_blank">Complejo Astronómico Municipal</a> (CAM) de Rosario a la inauguración de <i>La astroludoteca</i>, un proyecto maravilloso que se desarrolló en el <a href="https://www.agenda21culture.net/sites/default/files/files/good_practices/rosario-spa_def.pdf" target="_blank">Centro Cultural El Obrador</a> (CCEO) que dirige <a href="https://pifiada.blogspot.com/search/label/Mariela%20Mangiaterra" target="_blank">Mariela Mangiaterra</a>.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">En <a href="https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/12-52199-2015-12-01.html?mobile=1" target="_blank">una nota</a> sobre la inauguración de la Astroludoteca que hizo <a href="https://revistarea.com/autores/beatriz-vignoli/" target="_blank">Beatriz Vignoli</a> para <i>Rosario 12</i>, historiza y describe el proceso: «</span><span style="font-family: georgia;">La historia de la Astroludoteca se remonta al año 2011, cuando el CAM se presentó a una convocatoria del área cultural del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Compitiendo en la categoría Patrimonio inmaterial del Programa de Desarrollo Cultural en la región, enviaron una propuesta cuyo objetivo era recuperar la tradición astronómica <a href="https://www.blogger.com/blog/post/edit/160120798150856675/8693873607091264396#" target="_blank">qom</a>. Se titulaba: “El cielo narrado. Recuperación de la visión cosmológica de la comunidad qom en la ciudad de Rosario, Santa Fe, Argentina”. En 2012, de entre un total de 1.004 proyectos y 513 preseleccionados, el proyecto resultó premiado entre los 50 propuestas elegidas de 26 países. Con una asignación de siete mil dólares, el Complejo recurrió inmediatamente a la cooperación del Centro Cultural El Obrador, que también depende de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad. Situado en el Distrito Oeste, El Obrador fue convocado por su ubicación en una zona de migrantes internos qom, mocovíes y guaraníes oriundos del norte del país y asentados en Rosario.»</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Y sigue: «Ubicado en pleno asentamiento qom, El Obrador es además la sede del microemprendimiento “Periférico. Objetos lúdicos”, que coordinan desde la Fábrica de Juguetes Mariela Mangiaterra y Elsa Albornoz. “Es un lugar interesante que pueden ocupar los mayores; son los abuelos de la comunidad, maestros artesanos del juguete, quienes fabrican juguetes autómatas a manivela y los venden. Esta especie de Gepettos de la comunidad fueron convocados para construir la Astroludoteca, y realizaron artesanalmente soluciones complejas como sistemas de poleas para accionar personajes”, comentó Mangiaterra sobre el dispositivo que relata parte de las leyendas recuperadas a través de imágenes y audio, y que ella contribuyó a desarrollar junto con un equipo que aborda el juego y la infancia.»</span></p><p><span style="font-family: georgia;">El proceso de realización puede verse en el video que hizo <a href="https://www.revistaanfibia.com/autor/81434-2/" target="_blank">Isis Milanese</a> sobre la Astroludoteca:
<iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/JotqgjQLJ3g" title="YouTube video player" width="560"></iframe>
</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Además de la nota mencionada de Beatriz Vignoli <a href="https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/12-52199-2015-12-01.html?mobile=1" target="_blank">en <i>Rosario 12</i></a>, Agustín Aranda publicó <a href="https://www.elciudadanoweb.com/astronomia-basada-en-saberes-ancestrales-de-los-pueblos-qom/" target="_blank">ésta nota en <i>El Ciudadano</i></a> y también <i>La Capital</i> publicó <a href="https://www.lacapital.com.ar/edicion-impresa/se-presenta-el-planetario-rosario-el-proyecto-astroludoteca-n657312.html" target="_blank">ésta otra</a>. Tres años antes, en 2012, cuando la CAM recibió el subsidio del BID, <a href="https://www.elciudadanoweb.com/el-cielo-de-aquel-11-de-octubre/" target="_blank">Laura Hintze escribió</a> sobre el proyecto en <i>El Ciudadano</i>.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">En este posteo inicial voy a reproducir el prólogo de esa exposición y a partir de acá realizaré posteos individuales para cada historia puesta en escena en esa muestra maravillosa.</span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDiOjL6NrQXaiEmVyZzkQqYavBR9m4h8MyAnCcVKgxGMkGjsoCpGP82yy8-KzfBfei8n1Q-KCbMPOwVgFMztan4AzNuQETYehugglKTIcJ47JeSvbvlBBNpWyx4qmVtsx3MISTPlLwrvXh3lu7lrgM9UcF_OqjiHvbd5XfAeKGNVemA2N07A_xRCZeuw/s730/Astroludoteca1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="517" data-original-width="730" height="357" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDiOjL6NrQXaiEmVyZzkQqYavBR9m4h8MyAnCcVKgxGMkGjsoCpGP82yy8-KzfBfei8n1Q-KCbMPOwVgFMztan4AzNuQETYehugglKTIcJ47JeSvbvlBBNpWyx4qmVtsx3MISTPlLwrvXh3lu7lrgM9UcF_OqjiHvbd5XfAeKGNVemA2N07A_xRCZeuw/w503-h357/Astroludoteca1.jpg" width="503" /></a></div><span style="font-family: georgia; font-size: x-large;"><p><span style="font-family: georgia; font-size: x-large;"><br /></span></p>“La casa del cielo”</span><p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: georgia;">Lo que la comunidad qom ve en el cielo, contado por sus
abuelos<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">Todas estas historias nos las contaron ancianos de la
comunidad qom que viven en Rosario. Al contarnos recordaban cuando eran niños y
escuchaban los mismos relatos, que a su vez les contaban sus abuelos.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">Todas son historias sobre el cielo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">El cielo es la casa común. En cualquier lugar del planeta y
momento de la historia es el punto más lejano al que podemos mirar. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">El cielo es el mismo, pero según quién lo mira cambian los
significados de los dibujos que vemos en él. Y las características del pequeño
lugar en el que vivimos también modifican lo que vemos. La historia del Mortero
de la Abuela cuenta el origen de las galaxias llamadas Nubes de Magallanes. Al
mirarlas a simple vista en la noche del monte, sin la competencia de luces de la
ciudad, los qom las describen con un número mayor de estrellas de las que
podemos ver aquí. Ese monte originario del que viene la comunidad qom es el
escenario de todas estas historias.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">Con este trabajo pretendemos amplificar la mirada de esa
porción de cielo que vemos quienes habitamos la ciudad, la provincia y las
provincias cercanas. Se puede observar mejor las estrellas con las nuevas
tecnologías, y también con esa especie de telescopio que son estos relatos de
un pueblo originario.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">Las historias principales (El Mortero de la Abuela, Rapiche’n
y el Mañec) son sobre tres formaciones celestes o grupos de estrellas que los
qom conocen, leen e interpretan; también son una guía para su vida diaria.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">“Se puede leer un cielo estrellado, se puede leer un tacho
de basura”, como dijo la escritora Graciela Montes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">Estas historias también son como cajas de sorpresas. Nos asombra
cómo un mismo relato nos cuenta el origen del mundo, cómo se conectan lo vivo
con lo muerto, la importancia de la lengua y la identidad y, al mismo tiempo,
describen procesos de la vida práctica: cómo conseguir y procesar un alimento,
los materiales naturales para hacer una artesanía o un medicamento. Es una forma
de vivir que conoce profundamente los recursos de la naturaleza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">Estos relatos hacen visible el hilo mágico que une los
distintos planos de la existencia. El de los grandes misterios junto con los
ritmos de la naturaleza, los ciclos, las estaciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">Este trabajo también es el resultado del encuentro entre dos
culturas: la que trasmite lo que sabe y sus preguntas a través de lo escrito, de
los libros y la letra, y otra que lo hace a través de la palabra oral.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">Es el intento de escribir lo que se escucha en el viento, en
la voz de una comunidad. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;"><i>Relatos orales:</i></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">Ruperta Pérez<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">Arsenio Borgez<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;"><i>Idea y realización:</i></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">Elsa Albornoz<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">Pedro Lois<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">Juan Manuel Maggi<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;"><a href="https://pifiada.blogspot.com/search/label/Mariela%20Mangiaterra" target="_blank">Mariela Mangiaterra<o:p></o:p></a></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">Adrián Ayala<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;"><i>Colaboración técnica:</i></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">Lena Pino<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">Lucas Cosignani<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">Centro Cultural El Obrador</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">Complejo Astronómico Municipal<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;">Secretaría de Cultura y Educación<o:p></o:p></span></p>
<p><span style="font-family: georgia;">Municipalidad de Rosario </span></p><p><span style="font-family: georgia;"><i>Este texto se exhibió en el m</i></span><span style="font-family: georgia;"><i>ódulo 1, </i></span><span style="font-family: georgia;"><i>Lateral B de la muestra </i>Astroludoteca.</span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-53483646044025145312023-05-07T03:02:00.002-03:002023-05-07T03:11:17.872-03:00Sofía<p><span style="font-family: georgia;">En algún momento de mi mayoría de edad la tía Sonia fue la tía Sofía. No recuerdo si no pregunté por qué el cambio de nombre o si pregunté y olvidé la respuesta. Entiendo que el nombre Sofía resultaba mejor o respondía mejor a quién era mi tía. Lo acepté como he aceptado todo lo que mi tía Sonia/Sofía me ha ofrecido.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Cuando aún vivía en Paysandú, es decir, hasta mis 11 años a fines de 1974, Sonia/Sofía había perdido a su hija Sheila, enferma de una enfermedad terminal desde su temprana adolescencia. La foto de Sheila, junto con mi prima Martha era un retrato que solía cruzarme cuando entraba a su casa de la calle Bolívar, mi lugar de residencia durante muchos veranos cuando mi familia y yo vivíamos ya en <a href="https://snf-pm.blogspot.com/" target="_blank">San Nicolás</a>, Buenos Aires, Argentina.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Mientras fui niño y adolescente siempre entraba a la casa de mi tía, <a href="https://www.google.com/maps/@-32.3118519,-58.0864734,3a,75y,15.7h,87.56t/data=!3m6!1e1!3m4!1s1ufig7TLgbSMxczLJ1-kSg!2e0!7i13312!8i6656?authuser=1" target="_blank">en Bolívar 937</a>, por el portón que daba al patio o por la puerta que daba al garage, nunca por la puerta principal, a la que se accedía sorteando el portoncito que daba a un vacío porche que transité contadas veces en los años de infancia. En el tránsito de esa casa, a una cuadra de donde viví mi infancia, puedo notar los vacíos de un pasado trastrocados a los espacios no habitados de casas y terrenos que aún recuerdo cercanos.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Mi tía perdió a su hija Martha, mi prima más querida, después de perder a su esposo, cuando ya todos éramos grandes y la salud de mi prima se había deteriorado durante largos años. </span></p><p><span style="font-family: georgia;">La casa de Sonia/Sofía en Paysandú tenía un fondo que daba a una suerte de asociación de músicos sanduceros que funcionaba sobre la calle de atrás, Ayacucho, así que de vez en cuando nos llegaban fragmentos musicales sofisticados y hermosos que resonaban en la acotada distancia y llenaban el patio cercano, que hacía una L: el piso elevado con baldosas en damero qie comenzaba por el lavadero y la galería bajo la parra, donde estaba el sillón hamaca que había fabricado mi padre y la parrilla donde el tío Nicolás asaba asado con cuero.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Más atrás, en lo que para mí era “el fondo”, la casa que se construyó para que viva la abuela Antonia –nacida en Ucrania en 1904, y una suerte de galpón semi-cerrado en el que había un juego de química de Martha y cosas que podrían pertenecer tanto a un gallinero abandonado como a un desván.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_1De4vyh3x-As_SJa_YtTcqIwPwxc9Mr-ghfO_woGbyJMPFOJtvby06nh2pO8PVzsgK2DFIB3NLMdkWZeAK8W9fxRaoWmJFY_xOHVbBL2LmK5aEssxBB2q4zDDvwCBCsA-PlHg7FEQ4THtnxz3LPCo6GSwxqYxzXN9U8_8joYwWuXrmr2Apa6n15TCQ/s1600/antonia-dn-backi.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: georgia;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_1De4vyh3x-As_SJa_YtTcqIwPwxc9Mr-ghfO_woGbyJMPFOJtvby06nh2pO8PVzsgK2DFIB3NLMdkWZeAK8W9fxRaoWmJFY_xOHVbBL2LmK5aEssxBB2q4zDDvwCBCsA-PlHg7FEQ4THtnxz3LPCo6GSwxqYxzXN9U8_8joYwWuXrmr2Apa6n15TCQ/s320/antonia-dn-backi.jpg" width="240" /></span></a></div><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: x-small;">Corrección: mi abuela Antonia no era “analfabeta”, dominaba el ruso mejo que el español.</span><br /></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSoKRb32yQOajkjWPwYEpriRjaY9p4UZtD2zUOSx7THjx7hVEzIMgFns_XEgKEYLK8ngyEz0vBrasSiuPEcdJ9VolTcoZ-VVTAvoRuniG3mI8vH4MczlnXykF1QXzNezO_4Jpo8clB9vWlb5sFlW_Mj78KZ8wf3IAaKUyAby03M-0Mw43qlCIMRzr1KA/s1600/antonia-dni.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: georgia;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSoKRb32yQOajkjWPwYEpriRjaY9p4UZtD2zUOSx7THjx7hVEzIMgFns_XEgKEYLK8ngyEz0vBrasSiuPEcdJ9VolTcoZ-VVTAvoRuniG3mI8vH4MczlnXykF1QXzNezO_4Jpo8clB9vWlb5sFlW_Mj78KZ8wf3IAaKUyAby03M-0Mw43qlCIMRzr1KA/s320/antonia-dni.jpg" width="240" /></span></a></div><p><span style="font-family: georgia;">La casa de mi tía sobre calle Bolívar también dibujaba una suerte de L en la que la pata corta era la ventana del estudio en el que mi tío Nicolás sumaba las cobranzas con las que contabilizaba sus ingresos y mi tía guardaba los libros que vendía. De esa habitación, que mantenía a Nicolás con la vista fija en la calle, extraje un verano tres tomos de las obras completas de H.P. Lovecraft que leí en estado de trance en una edición de papel biblia. También libros de A.J. Cronin que tardaría años en descubrir que eran malos, y enciclopedias que me contaban las maravillas del Egipto antiguo y el más moderno, nacionalista y anti-norteamericano. </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFrDGSyXMpemXSCARCyz-4esK6WHerub6I6MIoIYhiC6NkE0-I4lUzlWq7Zuz1P-zTfqCMismjEDy9ScLy90z8OXGcl8ipfJvCQVCrjS_UDw3F3n4KvrktSJ_2sO5d8qsILA3IDA9tucfafkVQydl5D4WpQ71v7eih5hJHplE972SBjMIl7re50iaW1Q/s1214/sonia-julio-2016_1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: georgia;"><img border="0" data-original-height="911" data-original-width="1214" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFrDGSyXMpemXSCARCyz-4esK6WHerub6I6MIoIYhiC6NkE0-I4lUzlWq7Zuz1P-zTfqCMismjEDy9ScLy90z8OXGcl8ipfJvCQVCrjS_UDw3F3n4KvrktSJ_2sO5d8qsILA3IDA9tucfafkVQydl5D4WpQ71v7eih5hJHplE972SBjMIl7re50iaW1Q/s320/sonia-julio-2016_1.jpg" width="320" /></span></a></div><span style="font-family: georgia;"><br /></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4riOVID9HHihA_QSpg0ddKefUlNvUVwXJ7nRFIE6xQvE8LBifJG4xj3lWtJn2NhuHM672K7WZI10L-zd2EAwvn0YDk7XGhdQ2diNPjm51WkCXkQDXPfuZApspVi496ia0nQSzV44s7kVu4dlXIRTNLgcoOpmeHYbPKP-9vbz2BwGzORxk6EKtDDeiXQ/s1116/sonia-julio-2016_2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: georgia;"><img border="0" data-original-height="837" data-original-width="1116" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4riOVID9HHihA_QSpg0ddKefUlNvUVwXJ7nRFIE6xQvE8LBifJG4xj3lWtJn2NhuHM672K7WZI10L-zd2EAwvn0YDk7XGhdQ2diNPjm51WkCXkQDXPfuZApspVi496ia0nQSzV44s7kVu4dlXIRTNLgcoOpmeHYbPKP-9vbz2BwGzORxk6EKtDDeiXQ/s320/sonia-julio-2016_2.jpg" width="320" /></span></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></div><p><span style="font-family: georgia;">El 11 de julio de 2016, casi siete años desde que mi tía muriera el 2 de mayo pasado, la visitamos con mi esposa, mi hija y mi hijo. Debe haber sido la primera vez que golpeé la puerta principal de la casa de calle bolívar y tuve que explicarle a Sonia/Sofía quién era. Estuvimos una hora con ella, tomaba mates en la sala de recepción de su casa que, en la arquitectura particular de su casa, era el espacio entre el salón principal –al que se accedía por la puerta de entrada–, la cocina a la izquierda y el pasillo que daba al estudio, el baño y las dos habitaciones donde dormí las noches de mi adolescencia.</span></p><p><span style="font-family: georgia;">Allí, donde permanecimos una hora hablando de cosas que no recuerdo, ardía un leño en el hogar, un pedazo de tronco importante. Volvíamos de estar unos días en las <a href="https://guaviyu.com.uy/" target="_blank">termas de Guaviyú</a>, donde habíamos alquilado una cabaña en la que también había un hogar y no pude encender un fuego. “Mirá el tronco que encendió tu tía”, me dijo mi hijo.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM8lFYPkrg7DXERC-hRV7wTq7qAbEyW1HTG0tBL-xZMbc9uLH3rZmUaYNyc2tdKEB6dUzxmRN6t-DMcQ3bXWVvgjojyv8_LpyW3M46JR33NHsWGopKlqNX7LKtTkv_CfDzfvZa7qGCfF3ck9TdsSOMtETJVdoLTuLoMPQk67yLsquHzZCt95Q2sWQEwQ/s3104/sonia-julio-2016_3.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: georgia;"><img border="0" data-original-height="1746" data-original-width="3104" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM8lFYPkrg7DXERC-hRV7wTq7qAbEyW1HTG0tBL-xZMbc9uLH3rZmUaYNyc2tdKEB6dUzxmRN6t-DMcQ3bXWVvgjojyv8_LpyW3M46JR33NHsWGopKlqNX7LKtTkv_CfDzfvZa7qGCfF3ck9TdsSOMtETJVdoLTuLoMPQk67yLsquHzZCt95Q2sWQEwQ/s320/sonia-julio-2016_3.jpg" width="320" /></span></a></div><span style="font-family: georgia;"><br /></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: georgia; text-align: left;">Creo que el leño que has encendido sigue ardiendo, querida Sonia. Покойся с миром</span></div>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-160120798150856675.post-90619164553084703722023-03-22T09:02:00.000-03:002023-03-22T09:02:00.018-03:0020 años de la guerra de irak<p><span style="font-family: georgia;"><strong><span lang="EN-US" style="color: #101517; font-weight: normal;"><a href="https://revistarea.com/autores/chris-hedges/"><b>Chris Hedges</b></a></span></strong><strong><span lang="EN-US" style="color: #101517;"> |</span></strong><span lang="EN-US" style="color: #101517;"> <em>publicado </em><em><span style="font-style: normal;"><a href="https://scheerpost.com/2023/03/19/chris-hedges-the-lord-of-chaos/"><i>en ScheerPost</i></a>: “The Lords of Chaos”</span></em></span></span></p>
<p style="background: white; margin-bottom: 18.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: x-small;"><em><span style="color: #101517; font-style: normal;">Esta
traducción respeta todos los hipervínculos del original. En especial recomiendo
entrar <b><a href="https://www.middleeasteye.net/opinion/unworthy-victims-western-wars-have-killed-four-million-muslims-1990">a éste</a></b>, donde se detalla un
conteo de víctimas en 2016 que releva 30 veces más muertos que estimaciones
oficiales.</span></em><span style="color: #101517;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin-bottom: 18.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSq4CuvhLxrEhinm39zkKPtOs9jlKl2eNQ9ZbfI3G335z1Lax8w8pF_ZeaPS3tK_v-rpFMnRb001EseA30HTTag0J_xBvPzwuwAW5CwyBkom-PTZC3Ea2vyNoHY7KaPSq4UTSg35yRJb5-dKYm-t-7R-ft--lHya6IFgwfVk0i1h9D3z0MdDsbBKvmQw/s1024/MrFish-We-NerOne.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="748" data-original-width="1024" height="317" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSq4CuvhLxrEhinm39zkKPtOs9jlKl2eNQ9ZbfI3G335z1Lax8w8pF_ZeaPS3tK_v-rpFMnRb001EseA30HTTag0J_xBvPzwuwAW5CwyBkom-PTZC3Ea2vyNoHY7KaPSq4UTSg35yRJb5-dKYm-t-7R-ft--lHya6IFgwfVk0i1h9D3z0MdDsbBKvmQw/w434-h317/MrFish-We-NerOne.jpg" width="434" /></a></div><span style="font-size: x-small;"><div style="text-align: right;">Ilustración de Mr. Fish <a href="https://scheerpost.com/2023/03/19/chris-hedges-the-lord-of-chaos/" target="_blank">en <i>ScheerPost</i></a>.</div></span><p></p><p style="background: white; margin-bottom: 18.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;"><span style="color: #101517; font-family: georgia;">Hace dos décadas, saboteé mi carrera en </span><i style="color: #101517; font-family: georgia;">The New York Times</i><span style="color: #101517; font-family: georgia;">. Fue una decisión
consciente. Pasé siete años en Medio Oriente, cuatro de ellos como Jefe de la
Oficina de Medio Oriente. Yo era hablaba árabe. Creía, como casi todos los
arabistas, incluidos la mayoría de los del Departamento de Estado y la CIA, que
una guerra “preventiva” </span><a href="https://thedissenter.org/the-march-to-iraq-war-project/" style="font-family: georgia;">contra</a><span style="color: #101517; font-family: georgia;"> Irak
sería el error estratégico más costoso en la historia de Estados Unidos.
También constituiría lo que el </span><a href="https://encyclopedia.ushmm.org/content/en/article/international-military-tribunal-at-nuremberg" style="font-family: georgia;">Tribunal
Militar Internacional</a><span style="color: #101517; font-family: georgia;"> de Nuremberg </span><a href="https://www.uniset.ca/other/cs4/6FRD69.html#:~:text=%20the%20supreme%20international%20crime,evil%20of%20the%20whole" style="font-family: georgia;">llamó</a><span style="color: #101517; font-family: georgia;">
el “crimen internacional supremo”. Mientras que los arabistas en los círculos
oficiales estaban amordazados, yo no. Fui invitado por ellos a hablar en el
Departamento de Estado, la Academia Militar de los Estados Unidos en West Point
y ante los oficiales superiores del Cuerpo de Marines que tenían en su agenda
ser enviados a Kuwait para prepararse para la invasión.</span></p>
<p style="background: white;"><span style="color: #101517;"><span style="font-family: georgia;">La mía no era una opinión popular ni una que un
reportero, más que un columnista de opinión, pudiera expresar públicamente de
acuerdo con las reglas establecidas por el periódico. Pero tuve experiencia que
me dio credibilidad y una plataforma. Había informado extensamente desde Irak.
Había cubierto numerosos conflictos armados, incluida la primera Guerra del
Golfo y el levantamiento chiíta en el sur de Irak, donde fui hecho prisionero
por la Guardia Republicana Iraquí. Desmantelé fácilmente la locura y las mentiras
utilizadas para promover la guerra, especialmente porque había informado sobre
la destrucción de los arsenales e instalaciones de armas químicas de Irak por
parte de los equipos de inspección de la Comisión Especial de las Naciones
Unidas (UNSCOM). Tenía un conocimiento detallado de cuán degradado se había
vuelto el ejército iraquí bajo las sanciones de Estados Unidos. Además, incluso
si Irak poseyera “armas de destrucción masiva”, eso <a href="https://www.opendemocracy.net/en/opendemocracyuk/was-britains-military-action-in-iraq-legal/">no
habría sido</a> una justificación legal para la guerra.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin-bottom: 18.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;"><span style="color: #101517;"><span style="font-family: georgia;">Las amenazas de muerte hacia mí estallaron cuando mi postura se
hizo pública en numerosas entrevistas y charlas que di por todo el país. Fueron
enviadas por correo por escritores anónimos o expresadas por personas airadas
que llenaban diariamente la casilla de mensajes en mi teléfono con diatribas
llenas de ira. Los programas de entrevistas de derecha, incluido Fox News, me
ridiculizaron, especialmente después de que <a href="https://www.youtube.com/watch?v=BAmkMndtH24">me interrumpieran y me
abuchearan</a> en el escenario de una graduación en Rockford College por
denunciar la guerra. El <i>Wall Street
Journal</i> <a href="https://archive.is/20230318203802/https:/www.wsj.com/articles/SB105365502496376600">escribió</a>
un editorial atacándome. Hubo llamados sobre amenazas de bomba en los lugares
donde había programado una charla. Me convertí en el paria de la redacción. Los
reporteros y editores que había conocido durante años bajaban la cabeza cuando
pasaba, temerosos de cualquier contagio que asesinara su carrera. El <i>New York Times</i> me reprendió por escrito
para que dejara de hablar públicamente contra la guerra. <a href="https://therealnews.com/chedgesrealityassertspt2">Lo rechacé</a>. Mi
cargo había terminado.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white;"><span style="color: #101517;"><span style="font-family: georgia;">Lo que resulta perturbador no es el costo que pagué
personalmente. Yo era consciente de las posibles consecuencias. Lo inquietante
es que los arquitectos de estas debacles nunca han tenido que rendir cuentas y
siguen instalados en el poder. Continúan promoviendo la guerra permanente,
incluida la <a href="https://chrishedges.substack.com/p/ukraines-death-by-proxy">guerra
de poder, de representación</a>, en curso en <a href="https://www.youtube.com/watch?v=4fTxHIVUjRc&t=154s">Ucrania</a>
contra Rusia, así como una <a href="https://johnpilger.com/videos/the-coming-war-on-china">futura guerra</a>
contra <a href="https://www.thecanary.co/feature/2019/08/12/us-desire-to-remain-a-superpower-ended-key-nuclear-treaty-and-may-lead-to-war-with-china/">China</a>.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white;"><span style="color: #101517;"><span style="font-family: georgia;">Los políticos que nos <a href="https://theintercept.com/2023/03/15/iraq-war-where-are-they-now/">mintieron</a>
(<a href="https://web.archive.org/web/20160712005944/https:/www.vox.com/2016/7/9/12123022/george-w-bush-lies-iraq-war">George
W. Bush</a>, <a href="https://www.foreignpolicyjournal.com/2012/09/08/the-lies-that-led-to-the-iraq-war-and-the-persistent-myth-of-intelligence-failure/">Dick
Cheney</a>, <a href="https://archive.thinkprogress.org/rice-lies-to-wexler-about-making-false-statements-before-the-iraq-war-854ce18b9cb5/">Condoleezza
Rice</a>, <a href="https://fpif.org/hillary-clintons-support-iraq-war-no-fluke/">Hillary
Clinton</a> y <a href="https://www.c-span.org/video/?177659-1/us-policy-iraq">Joe
Biden</a>, por nombrar solo algunos) <a href="https://www.middleeasteye.net/opinion/unworthy-victims-western-wars-have-killed-four-million-muslims-1990">extinguieron</a>
millones de vidas, incluidas miles de estadounidenses, y abandonaron Irak junto
con Afganistán, Siria y Somalia, Libia y Yemen en un caos. Exageraron o
fabricaron conclusiones a partir de informes de inteligencia para engañar al
público. La <a href="https://www.jewishvirtuallibrary.org/joseph-goebbels-on-the-quot-big-lie-quot">gran
mentira</a> está tomada de un manual de regímenes totalitarios.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white;"><span style="color: #101517;"><span style="font-family: georgia;">Los animadores de los medios a favor de la guerra: <a href="https://reason.com/2014/05/30/that-time-tom-friedman-said-the-iraq-war/">Thomas
Friedman</a>, <a href="https://www.thenation.com/article/archive/new-yorker-goes-war/">David
Remnick</a>, <a href="https://www.washingtonpost.com/archive/opinions/2003/02/06/a-winning-hand-for-powell/aa1e6dd9-dbf9-4b71-bb86-9c42a4a5a427/?utm_term=.169be9e8c4ca">Richard
Cohen</a>, <a href="https://theracket.news/p/liberal-interventionism-hits-a-wall">George
Packer</a>, <a href="https://www.washingtonpost.com/archive/lifestyle/2003/03/18/bill-kristol-keeping-iraq-in-the-cross-hairs/72191034-2d12-44a0-aaa1-39ecab6d9dce/">William
Kristol</a>, <a href="https://web.archive.org/web/20170517105650/https:/newrepublic.com/article/63345/different-country">Peter
Beinart</a>, <a href="https://www.nytimes.com/2003/02/08/opinion/the-i-can-t-believe-i-m-a-hawk-club.html">Bill
Keller</a>, <a href="https://www.nytimes.com/2006/10/09/business/media/09zakaria.html">Robert
Kaplan</a>, <a href="https://slate.com/news-and-politics/2002/10/you-can-t-assume-a-nut-will-act-rationally.html">Anne
Applebaum</a>, <a href="https://www.nytimes.com/2004/06/30/opinion/calling-bush-a-liar.html">Nicholas
Kristof</a>, <a href="https://www.washingtonpost.com/archive/opinions/2003/05/08/blinded-by-bush-hatred/e48bdcde-ee52-4f75-8b5c-0d188874a6ab/">Jonathan
Chait</a>, <a href="https://www.newsweek.com/invade-iraq-bring-friends-144009" target="_blank"><span style="color: #0675c4;">Fareed Zakaria</span></a>, <a href="https://www.theguardian.com/commentisfree/2013/mar/18/david-frum-iraq-war-oil">David
Frum</a>, <a href="https://slate.com/news-and-politics/2002/10/aflatoxin.html">Jeffrey
Goldberg</a>, <a href="https://www.washingtonexaminer.com/weekly-standard/the-collapse-of-the-dream-palaces">David
Brooks</a> y <a href="https://www.theguardian.com/politics/2003/mar/24/iraq.world">Michael
Ignatieff</a>— fueron utilizados para amplificar las mentiras y desacreditar a
un puñado de nosotros, incluidos <a href="https://www.vanityfair.com/hollywood/2018/11/michael-moore-oscar-speech-lifetime-achievement-award">Michael
Moore</a>, <a href="https://www.democracynow.org/2005/11/14/la_times_fires_longtime_progressive_columnist">Robert
Scheer</a> y <a href="https://www.youtube.com/watch?v=ozxzNjRqCiE">Phil Donahue</a>,
que nos opusimos a la guerra. Estos cortesanos a menudo estaban motivados más
por el arribismo que por el idealismo. No perdieron sus <a href="https://therealnews.com/us-medias-iraq-war-pushers-20-years-on-where-are-they-now-rich-and-influential">megáfonos</a>
ni sus lucrativos honorarios por conferencias y contratos de libros una vez que
se expusieron las mentiras, como si sus diatribas enloquecidas no importaran.
Sirvieron a los centros de poder y fueron recompensados por ello.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white;"><span style="color: #101517;"><span style="font-family: georgia;">Muchos de estos mismos expertos están impulsando una
mayor escalada de la guerra en Ucrania, aunque la mayoría sabe tan poco sobre
Ucrania o la <a href="https://chrishedges.substack.com/p/listen-to-this-article-nato-the-most#details">expansión</a>
<a href="https://web.archive.org/web/20140410031113/https:/www.nytimes.com/1998/05/02/opinion/foreign-affairs-now-a-word-from-x.html">provocativa</a>
e <a href="https://www.armscontrol.org/act/1997-06/arms-control-today/opposition-nato-expansion">innecesaria</a>
de la OTAN hasta las fronteras de Rusia como sobre Irak.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin-bottom: 18.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;"><span style="color: #101517;"><span style="font-family: georgia;">“Me dije a mí mismo y a otros que Ucrania es la historia más
importante de nuestro tiempo, que todo lo que debería importarnos está en juego
allí”, <a href="https://archive.is/20220906111336/https:/www.theatlantic.com/magazine/archive/2022/10/ukraine-invasion-civilian-volunteers-survival/671241/">escribe</a>
George Packer en la revista <i>The Atlantic</i>.
“Lo creí entonces, y lo creo ahora, pero toda esta charla le dio un brillo
agradable al deseo simple e injustificable de estar allí y <i>ver</i>”.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white;"><span style="color: #101517;"><span style="font-family: georgia;">Packer ve la guerra como una purga, una fuerza que
empujará a un país, incluido EEUU, a los valores morales centrales que
supuestamente encontró entre los voluntarios estadounidenses en Ucrania.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white;"><span style="color: #101517;"><span style="font-family: georgia;">“No sabía qué pensaban estos hombres sobre la
política estadounidense, y no quería saberlo”, escribe sobre dos voluntarios
estadounidenses. “En casa podríamos haber discutido; podríamos habernos
detestado unos a otros. Aquí, nos unió una creencia común en lo que los
ucranianos estaban tratando de hacer y la admiración por cómo lo estaban
haciendo. Aquí, todas las luchas internas complejas y las decepciones crónicas
y el puro letargo de cualquier sociedad democrática, pero especialmente la
nuestra, se disolvieron, y las cosas esenciales: ser libres y vivir con
dignidad, se hicieron evidentes. Casi como si EEUU tuviera que ser atacado o
sufrir alguna otra catástrofe para que los estadounidenses recordaran lo que
los ucranianos sabían desde el principio”.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white;"><span style="color: #101517;"><span style="font-family: georgia;">La guerra de Irak <a href="https://www.hks.harvard.edu/publications/true-cost-iraq-war-3-trillion-and-beyond">costó</a>
al menos $3 billones y los 20 años de guerra en el Medio Oriente <a href="https://watson.brown.edu/costsofwar/figures/2021/BudgetaryCosts">costaron</a>
un total de $8 billones. La ocupación <a href="https://web.archive.org/web/20201223195246/https:/www.rt.com/op-ed/510580-afghanistan-death-squads-cia/">creó</a>
escuadrones de la muerte chiítas y sunitas, <a href="https://fpif.org/the_us_role_in_iraqs_sectarian_violence/">alimentó</a>
una terrible violencia <a href="https://www.nbcnews.com/id/wbna15285032">sectaria</a>,
bandas de secuestradores, matanzas masivas y <a href="https://www.ohchr.org/en/stories/2021/10/towards-prevention-torture-iraqi-detention-facilities-0">torturas</a>.
Dio lugar a células de al-Qaeda y engendró a ISIS, que en un momento controló
un tercio de Irak y Siria. ISIS llevó a cabo violaciones, esclavizaciones y
ejecuciones masivas de minorías étnicas y religiosas iraquíes como los <a href="https://press.un.org/en/2021/sc14514.doc.htm" target="_blank"><span style="color: #0675c4;">yazidíes</span></a>. <a href="https://www.undispatch.com/the-persecution-of-christians-in-iraq/">Persiguió</a>
a los católicos caldeos ya otros cristianos. Este caos estuvo acompañado de una
orgía de <a href="https://www.theguardian.com/world/2023/mar/19/the-us-army-destroyed-our-lives-five-iraqis-on-the-war-that-changed-the-middle-east">asesinatos</a>
por parte de las fuerzas de ocupación de EEUU, <a href="https://capl.army.mil/case-studies/wcs-single.php?id=78&title=black-hearts-yusufiyah-iraq">como
la violación en grupo</a> y el asesinato de Abeer al-Janabi, una niña de 14
años y su familia por parte de miembros de la 101ª División Aerotransportada
del Ejército de estadounidense. Estados Unidos participó de manera rutinaria en
la tortura y ejecución de civiles detenidos, incluso en <a href="https://www.aljazeera.com/opinions/2017/10/1/abu-ghraib-the-legacy-of-torture-in-the-war-on-terror/">Abu
Ghraib</a> y <a href="https://truthout.org/articles/lessons-learned-in-the-bucca-camp/">Camp
Bucca</a>.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white;"><span style="color: #101517;"><span style="font-family: georgia;">No existe un recuento preciso de las vidas perdidas,
las estimaciones solo en Irak <a href="https://watson.brown.edu/costsofwar/costs/human/civilians/iraqi">oscilan</a>
entre cientos de miles y <a href="https://bylinetimes.com/2021/09/15/up-to-six-million-people-the-unrecorded-fatalities-of-the-war-on-terror/">más
de un millón</a>. Unos 7.000 miembros del servicio estadounidense murieron en
nuestras guerras posteriores al 11 de septiembre, y más de 30.000 se suicidaron
más tarde, <a href="https://watson.brown.edu/costsofwar/papers/2021/Suicides">según
el proyecto</a> Costs of War de la Universidad de Brown.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white;"><span style="color: #101517;"><span style="font-family: georgia;">Sí, Saddam Hussein fue brutal y asesino, pero en
términos de recuento de cadáveres, <a href="https://www.theguardian.com/commentisfree/2023/mar/17/iraqis-saddam-hussein-us-invasion-country">superamos</a>
con creces sus asesinatos, incluidas sus campañas genocidas contra los kurdos.
Destruimos Irak como un país unificado, devastamos su infraestructura moderna,
acabamos con su próspera y educada clase media, creamos milicias rebeldes e
instalamos una cleptocracia que usa los ingresos del petróleo del país para
enriquecerse. Los iraquíes comunes están empobrecidos. Cientos de iraquíes que
protestaban en las calles contra la cleptocracia han sido <a href="https://www.hrw.org/news/2022/11/29/iraq-no-justice-protester-deaths">asesinados
a tiros</a> por la policía. Hay frecuentes <a href="https://www.rudaw.net/english/middleeast/iraq/17032023">cortes de energía</a>.
La mayoría chiíta, estrechamente aliada con Irán, domina el país.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white;"><span style="color: #101517;"><span style="font-family: georgia;">La ocupación de Irak, que comenzó hoy hace 20 años,
puso al mundo musulmán y al Sur Global en nuestra contra. Las imágenes
perdurables que dejamos luego de dos décadas de guerra incluyen al presidente
Bush de pie bajo una pancarta que dice “<a href="https://www.theguardian.com/world/2023/mar/13/long-shadow-of-us-invasion-of-iraq-still-looms-over-international-order">Misión
cumplida</a>“ a bordo del portaaviones USS Abraham Lincoln apenas un mes
después de que invadiera Irak, los cuerpos de los iraquíes en Faluya que fueron
<a href="https://www.asil.org/insights/volume/9/issue/37/use-white-phosphorus-munitions-us-military-forces-iraq">quemados</a>
con fósforo blanco y <a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/Abu_Ghraib_prisoner_abuse">las fotos</a>
de los soldados estadounidenses aplicando torturas.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin-bottom: 18.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;"><span style="color: #101517;"><span style="font-family: georgia;">Estados Unidos está intentando desesperadamente utilizar a
Ucrania para reparar su imagen. Pero la flagrante hipocresía de pedir “un orden
internacional basado en reglas” para justificar los 113.000 millones de dólares
en armas y otra ayuda que Estados Unidos se ha <a href="https://www.crfb.org/blogs/congress-approved-113-billion-aid-ukraine-2022">comprometido</a>
a enviar a Ucrania no funcionará. Ignora lo que hicimos. Podemos olvidar, pero
las víctimas no. El único camino redentor es acusar a Bush, Cheney y los otros
arquitectos de las guerras en el Medio Oriente, incluido Joe Biden, como
criminales de guerra en la Corte Penal Internacional. <a href="https://www.icc-cpi.int/news/situation-ukraine-icc-judges-issue-arrest-warrants-against-vladimir-vladimirovich-putin-and">Llevar
al presidente ruso</a>, Vladimir Putin, a La Haya, pero solo si Bush está en la
celda de al lado.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white;"><span style="color: #101517;"><span style="font-family: georgia;">Muchos de los apologistas de la guerra en Irak buscan
justificar su apoyo argumentando que se cometieron “errores”, que si, por
ejemplo, el servicio civil y el ejército iraquíes no se hubieran disuelto
después de la invasión de Estados Unidos, la ocupación habría funcionado.
Insisten en que nuestras intenciones eran honorables. Ignoran la arrogancia y
las mentiras que llevaron a la guerra, la creencia equivocada de que Estados
Unidos <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/01402390.2011.559024">podría
ser</a> la única potencia importante en un mundo unipolar. Ignoran los enormes
gastos militares que se despilfarran anualmente para lograr esta fantasía.
Ignoran que la guerra de Irak fue sólo un episodio de esta búsqueda demente.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white;"><span style="color: #101517;"><span style="font-family: georgia;">Un ajuste de cuentas nacional con los fiascos
militares en el Medio Oriente expondría el autoengaño de la clase dominante.
Pero este ajuste de cuentas no se está llevando a cabo. Estamos tratando de
desear que desaparezcan las pesadillas que perpetuamos en el Medio Oriente, <a href="https://www.theguardian.com/commentisfree/2023/mar/17/iraq-war-20-years-later-us-forgetting-ukraine-russia">enterrándolas</a>
en una amnesia colectiva. “La Tercera Guerra Mundial comienza con el olvido”, <a href="https://www.nytimes.com/2022/12/02/opinion/america-world-war-iii.html">advierte</a>
Stephen Wertheim.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white;"><span style="color: #101517;"><span style="font-family: georgia;">La celebración de nuestra “virtud” nacional mediante
el envío de armas a Ucrania, el mantenimiento de <a href="https://www.aljazeera.com/news/2021/9/10/infographic-us-military-presence-around-the-world-interactive">al
menos</a> 750 bases militares en más de 70 países y la expansión de nuestra
presencia naval en el Mar de China Meridional, pretende alimentar este sueño de
dominio global.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white;"><span style="color: #101517;"><span style="font-family: georgia;">Lo que los mandamases en Washington no logran
comprender es que la mayor parte del mundo no cree en la mentira de la
benevolencia estadounidense ni apoya sus justificaciones para sus
intervenciones. China y Rusia, en lugar de aceptar pasivamente la hegemonía
estadounidense, están fortaleciendo sus ejércitos y alianzas estratégicas.
China, la semana pasada, <a href="https://www.aljazeera.com/news/2023/3/11/changing-global-order-china-restores-ties-with-iran-and-saudi">negoció</a>
un acuerdo entre Irán y Arabia Saudita para restablecer las relaciones después
de siete años de hostilidad, algo que alguna vez se esperaba de los
diplomáticos estadounidenses. La creciente influencia de China crea una
profecía autocumplida para aquellos que llaman a la guerra con Rusia y China,
una que tendrá consecuencias mucho más catastróficas que las de Medio Oriente.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white;"><span style="color: #101517;"><span style="font-family: georgia;">Existe un cansancio nacional con la guerra
permanente, especialmente con la inflación que devasta los ingresos familiares
y el 57 por ciento de los estadounidenses que <a href="https://fortune.com/recommends/banking/57-percent-of-americans-cant-afford-a-1000-emergency-expense/">no
pueden pagar</a> un gasto de emergencia de $1,000. El Partido Demócrata y el
ala del establishment del Partido Republicano, que vendieron mentiras sobre
Irak, son partidos de guerra. El <a href="https://thehill.com/homenews/state-watch/3900337-the-memo-desantis-joins-trump-in-pushing-gop-toward-skepticism-on-ukraine/">llamado</a>
de Donald Trump para poner fin a la guerra en Ucrania, al igual que su crítica
de la guerra en Irak como la “peor decisión” en la historia de Estados Unidos,
son posturas políticas atractivas para los estadounidenses que luchan por
mantenerse a flote. Los trabajadores pobres, incluso aquellos cuyas opciones de
educación y empleo son limitadas, <a href="https://www.moaa.org/content/publications-and-media/news-articles/2022-news-articles/facing-a-perfect-storm-the-military-recruiting-crisis/">ya
no están</a> tan inclinados a llenar las filas. Tienen preocupaciones mucho más
apremiantes que un mundo unipolar o una guerra con Rusia o China. El
aislacionismo de la extrema derecha es un arma política potente.<o:p></o:p></span></span></p>
<span style="color: #101517;"><span style="font-family: georgia;">Los
<a href="https://scheerpost.com/2022/04/11/hedges-the-pimps-of-war/">proxenetas
de la guerra</a>, saltando de fiasco en fiasco, se aferran a la quimera de la
supremacía global estadounidense. La danza macabra no se detendrá hasta que los
responsabilicemos públicamente por sus crímenes, pidamos perdón a aquellos a
quienes hemos agraviado y renunciemos a nuestra sed de poder global
indiscutible. El día del juicio final, vital si queremos proteger lo que queda
de nuestra anémica democracia y frenar los apetitos de la máquina de guerra,
solo llegará cuando construyamos <a href="https://chrishedges.substack.com/p/there-are-no-permanent-allies-only">organizaciones
masivas contra la guerra</a> que exijan el fin de la locura imperial que
amenaza con extinguir la vida sobre el planeta.</span></span>Unknownnoreply@blogger.com0