Imagen tomada de un post de Taringa.
Hace poco más de un mes se cumplieron 50 años de la primera
emisión de Titanes en
el Ring, lo que dio lugar a homenajes y conmemoraciones, con dos gruesos
libros incluso que recordaban a Karadajian. Sin embargo, en ninguna parte encontré
desarrollada la historia de la militancia de algunos de los titanes en el
Ejército Revolucionario del Pueblo, tal como nos
lo contara Gustavo Plis-Sterenberg a Juan
Manuel Alonso y a mí en mayo de 2008.
El recuadro de aquella entrevista:
“Nosotros teníamos una serie de contactos en una villa de La
Plata que nos seguía mucho a nosotros”, afirma J., un ex militante del ERP
que combatió en Monte
Chingolo, en el libro de Gustavo
Plis-Sterenberg sobre esa batalla entre guerrilleros y militares en 1975.
“Habíamos hecho mucho accionar propagandístico ahí, como repartos de leche o
cuelgues de banderas. Ahí hicimos, en el 75, un desfile militar. Íbamos
vestidos con los uniformes, con armamento y con la bandera del ERP. Fue
impresionante. Estuvo muy bien preparado todo. La gente salía de las casitas
para ver.
“Muchos de los Titanes en el Ring de la época vivían allá y
eran colaboradores nuestros. Uno de ellos, (mientras) comíamos con él y otros
en su casa, me dijo: «Estamos con ustedes. Aunque no vamos a salir con las
armas, en todo lo que podamos vamos a colaborar».
“Nosotros le decíamos: «Vamos a hacer un reparto de leche y
ustedes sin destaparse (porque allá no sabían que eran colaboradores nuestros)
vayan preparando todo». Ellos nos daban los datos que precisábamos, incluso de
la policía, y nos hacían de campana. Nosotros tomábamos varios camiones de
Sancor o de los pollos de Gelbard, que tenía unos frigoríficos grandes, y
hacíamos los repartos. (…) Los «Titanes» organizaban a la gente, formando una
fila para que se fueran llevando los pollos y la leche. Esto muy poca gente lo
sabe, que muchos de los «Titanes» eran gente nuestra. A lo mejor alguno se
entera de lo que digo y me mata, pero yo sé que fue así. La gente de la villa
nos apoyaba muchísimo”.
El párrafo anterior puede leerse en Monte
Chingolo, de Plis-Sterenberg. Le digo a Plis, ahora que ya pasó más
tiempo: “¿No tenés precisiones, cuáles titanes?
“Estoy en condiciones de darles una primicia —dice Plis-Sterenberg
risueño—, el responsable máximo era el Superpibe. El superpibe era el máximo
colaborador, pero también andaban el payaso “Pepino”, Ararat. Ellos se
arriesgaban porque sabían muy bien a lo que se sumaban”.
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