Nunca será suficiente mi agradecimiento a Beatriz por este tipo de crónicas.
Beatriz Vignoli en Rosario 12
Beatriz Vignoli en Rosario 12
Tiene fama de puntual y la confirma. A las 20:00 en punto
hora argentina comenzó ayer la narradora y cronista Hebe Uhart su diálogo con Pablo Makovsky, en el tercer día de la Feria del Libro de Rosario, en el
auditorio del tercer piso del Centro Cultural Fontanarrosa.
Al comienzo de las preguntas del público, Uhart mencionará a
Washoe. La chimpancé Washoe fue el primer ser vivo no humano en aprender a
comunicarse mediante la lengua de signos americana. Primos hermanos es un libro
donde Roger Fouts narra aquel experimento. Hebe Uhart (Moreno, 1936) recuerda
todavía el lugar de Buenos Aires donde lo compró: "Hace muchos años, en
Lavalle casi Carlos Pellegrini".
A las ocho en punto, el entrevistador lee un dictamen citado
en la contratapa de Animales (2017), su más reciente libro de crónicas. La
lista de firmantes, por decirlo con una palabra que a ella le resulta
desagradable, lo "amerita". Allí César Aira, Martín Kohan, y otros
miembros del jurado que le otorgó el Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel
Rojas 2017, dicen: "Hebe Uhart se ha definido como una persona que mira, y
cuando dice 'mira' quiere decir 'escucha'. Quiere decir que los relatos de la
veintena de libros publicados desde 1962 hasta la fecha siguen una línea que no
se guía por el impacto de los acontecimientos, sino por el deseo de captar el
detalle".
Recién cuando se mencione el libro Las clases de Hebe Uhart, hablará la entrevistada: "Eso lo escribió una alumna mía. Se llama Liliana Villanueva. Me grabó 10 años. Yo le di permiso. Hizo bien".
"Dijiste que habías dejado la ficción por la crónica
porque ya habías agotado...". "¡Pero ya hablé de la infancia a
rolete, hablé de mi familia, hablé de los migrantes, hablé de mi pobre tía, la
loca, ya está!". La modestia de Hebe es sincera. Eso gusta. Ella responderá
a las preguntas con un máximo de concisión y un mínimo de cortesía. Hablará
largamente de lo que le interesa, con gracia de comediante.
"Una vez encontré una señora por el barrio, elegante,
grande, mayor pero elegante, linda planta. Y yo le digo –era horrible el perro– le digo,
¡qué lindo perro! Me dice 'sí'. 'Pero el perro la lleva', le digo. La arrastra.
'Sí, tengo la espalda hecha pelota. Porque yo he hecho todos los deportes,
hasta boxeo' –ya empezamos bien con este personaje–. Entonces yo digo: 'Y el tapadito que le puso al perro, ¿es de
San Lorenzo?'. Porque era rojo, con un logo. 'La mantita', me corrige. Ojo, no
confundan. La man–ti–ta. '¡No! Este logo es de los Rolling Stones. Porque ella es una perra
rolinga'". Risas.
De la perra rolinga pasa a los cuentos que le contó María,
la de Corrientes: el del mono que se santiguaba y el del loro que pedía
auxilio. A pesar de haber escrito un cuento mundialmente reconocido sobre
plantas, Guiando la hiedra, prefiere los monos a las plantas. "Porque prácticamente
son muy similares a nosotros, son capaces de vengarse, les gusta engañar a la
gente, les gusta hacer chistes, joder, esconderles cosas a las personas para
ver qué cara ponen".
Desde el fondo del auditorio, le preguntan: "¿Usted ha
encontrado algún mono que sonría?" "¿Algún qué?" "¡Un mono
que sonría!" "Sí, sonríen, sonríen. A veces sonríen". La mujer
que preguntó, con voz aguda y un acento extraño, sigue diciendo: "Aaah...
ahora, ellos pertenecen a la familia simidial (sic), no a la hominidial (sic).
Porque el eslabón no se ha podido encontrar, si hay una ascendencia de la
familia simidial en el hombre. No se ha encontrado en la genética. Pero
probablemente haya sido un experimento creacional, el simio, es probable que
haya sido un experimento...".
Hebe Uhart: —A ver, yo no entiendo tu idea del simio como un
experimento. ¿Qué significa?
Mujer con acento extraño: —Bueno, como que ha habido una
civilización, en el espacio ¿no es cierto? fuera del planeta, que ha intentado
crear...
Uhart: —Eso es Planeta de los simios, qué sé yo...
Mujer con acento extraño: —No, no, no. [...] Pero es muy
probable, que, si usted lee Beresit... ¿Usted me entiende lo que es Beresit?
(NOTA: es una castellanización de "Be'Reshit", las dos primeras
palabras del libro del Génesis, el primero de la Biblia, que en hebreo
significan "En el principio". La palabra resulta desconocida a
todos).
Uhart: —No, pero yo no comparto el creacionismo. No comparto
que las especies fueron creadas en un momento determinado, etcétera.
Mujer con acento extraño: —Vos pensás que hubo una
evolución.
Uhart: —Sí, sí. Yo creo que hubo una evolución, sí.
Mujer con acento extraño: —Aaaah... ¿Entonce' te parece que
nosotro' podemo' descender de la familia simidial?
Uhart: —Nosotros descendemos de los monos, tenemos el 99,8
por ciento del ADN, ¿te parece poco?
Mujer con acento extraño: —Sí, sí. No me significa. Me
significaría si tuviéramo' el cien por ciento.
(El entrevistador trata infructuosamente de cambiar de
tema).
Mujer con acento extraño: —A mí me parece que sí, que los
animales, han tenido, tienen, algunas cruzaciones (sic) con el humano, lo han
tenido.
Uhart (a Makovsky): —¿Qué dice?
Makovsky: —Que han tenido relaciones, no lo... es algo que
se me escapa.
Mujer con acento extraño (enojada porque no la entienden): —Mejor
que ladre. ¡Wú wuu wuy! ¡Wú wuu wuy! (ladra) ¿Me entiendes?
Makovsky: —Sí, ahí estuvo clarísimo. Y coincido
totalmente.
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