mañana proletaria

De nuevo a clases en el Poli, las levantadas a las 6.10 y, a las 7, las caminatas por el Scalabrini Ortiz, donde ayer a eso de las 17 una muchacha regordeta y colorada, en el asiento de atrás de una moto que conducía un joven, le robó a Elena el celular y el portamate. Elena estaba con una amiga y, de vuelta, vieron a los ladrones subir por el viaducto de Avellaneda en la moto. Llamadas al 911 y la comisaría 8ª, sin otra intención que alertar sobre algo que deben conocer bien. Sería una gran pena que las actividades en ese hermoso parque decaigan por estas cosas del todo evitables. En fin. Antes de la lluvia, temprano esta mañana, la primera luz del cielo sobre el parque refulgía gris-blanquecina. Como siempre, el atractivo del lugar no sólo está en esa inmensidad dormida de las primeras horas, sino en el tráfico sobre avenida Alberdi, donde al andar psicótico de los automovilistas hace de fondo al paso de los hombres y las mujeres que van a pie a trabajar, con sus oleadas de perfume económico flotando bajo la arboleda, regándola de esa cosa casi moral del trabajador y la limpieza. Sobre el asfalto, los colectivos cargados que echan una segunda luz a la tenue luz de la mañana.