Páginas

viernes, 26 de enero de 2018

espectro

Giorgio Agamben vive en Venecia. No lo sabía y me entero a través de esta generosa entrevista traducida en Artillería Inmanente de la que extraigo esta maravillosa respuesta:
“Para mí el espectro no es una categoría negativa ni, como usted dice, un ectoplasma. El espectro —basta pensar en ciertos relatos de Henry James— es una forma de vida más verdadera que la vida falsa con la que se pretende animar a nuestras ciudades. Ciertamente más verdadera que las masas de turistas o las muchedumbres de jóvenes frecuentemente desesperados que se emborrachan de noche en Campo Santa Margherita en Venecia o en plaza Trilussa en Roma, con la benévola complicidad de las autoridades. E incluso más verdadera que las vacuas Bienales, éstas sí ectoplasmas en el sentido etimológico del término, sustancias informes que aparecen de la nada. En el texto al que usted se refiere, yo hacía una distinción entre las larvas, que son cadáveres que simulan estar vivos o son mantenidos artificialmente con vida (y ésta es la condición de casi todas nuestras instituciones) y el espectro verdadero, que se nos puede aparecer y sorprendernos porque conserva en sí algo vivo y a veces jubiloso. Quizá, en la bancarrota de la cultura occidental, las ciudades y las lenguas de Europa sobreviven únicamente como fantasmas, que, sin embargo, hablan todavía a quien sabe escuchar su voz. Y es sólo prestando escucha a esta voz como nuestro tiempo, que ha extraviado toda consciencia de su situación histórica, podrá encontrar una relación vital con su pasado y con su presente.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios se moderan, pero serán siempre publicados mientras incluyan una firma real.