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"I don't want to belong to any club that will accept people like me as a member." Groucho Marx en Groucho and Me (1959).

miércoles, 30 de marzo de 2016

la grieta trump

En su blog Itself, el teólogo, filósofo y traductor Adam Kotsko (hay varias entradas con sus traducciones de Giorgio Agamben o Michel Foucault entre muchos otros), reflexiona sobre lo que se ve venir en Estados Unidos como la gran confrontación entre el candidato republicano, Donald Trump, y acaso la impopular Hillary Clinton por los demócratas.
En una entrada que lleva las etiquetas: “valores familiares” y “políticas del absurdo”, Kotsako da cuenta de una suerte de brecha o grieta que comienza a abrirse en la sociedad estadounidense en torno a las candidaturas de las próximas elecciones presidenciales, el 8 de noviembre de este año.

Escribe Kotsko: “Si Trump es un fascista, si es un potencial Hitler americano, ¿cómo respondemos cuando los miembros de la familia lo apoyan? Por ejemplo, supe que un pariente mío, que era muy próximo cuando yo era niño, es partidario de Trump. También me enteré de otro, uno con el que nos mantuvimos cerca a lo largo de los años, no le gusta Trump, pero lo votaría antes que a Hillary Clinton.
“¿Sería apropiado decirle a estos familiares míos que su juicio moral se está deteriorando de un modo tan siniestro que preferiría no tener más contacto con ellos? Si no es ahora, ¿qué pasa cuando llegue a la nominación? ¿Estoy obligado a amenazar que si votan afirmativamente por Trump, y no tienen la suficiente vergüenza para mentirme sobre ello, nunca más volveré a hablar con ellos?
“¿Es este el momento en que la tolerancia al tío conservador se pasa a ser un vivo rechazo a reunirse con él en el Día de Acción de Gracias, ahora que se manifestó un votante de Trump?
“¿Y si tuviera hijos? ¿Estaría en mi derecho de decir que los partidarios de Trump en mi familia nunca verán a mis hijos de nuevo, porque no quiero que mis hijos estén alrededor de tales personas, no quiero que los influencien personas que pueden ser seducidas por semejante espanto?
“Estas medidas parecen duras, pero si realmente Trump es un mal “sui generis”, lo que sigue son medidas difíciles y sin precedentes. Si no estamos dispuestos a realizar y llevar a cabo este tipo de amenazas, ¿significa que en realidad no lo vemos como un mal sui generis? ¿Que esto es sólo la última cosa que estamos dispuestos a contemplar por el bien de la paz familiar y evitar la estupidez social?”

brasil: el fin de una era

“Es el fin de una era –dice por teléfono Eduardo Crespo–, y mucho más acá en Brasil que allá en Argentina, porque el kirchnerismo se fue con un apoyo importante, sacó 48% de los votos, tiene todavía algunas figuras con cierta popularidad, y si Macri naufraga con su política económica, algo puede surgir. En Brasil, en cambio, parece venirse algo mucho más a la derecha, si ya hubo un giro neoliberal desde el mismo PT, lo que se avecina puede ser algo claramente fascista”.
Fotografía tomada de La Voz.

Con el retardo típico de las conversaciones de WhatsApp, la voz del argentino Eduardo Crespo suena clara y firme, amistosa. Está en Río de Janeiro, donde es investigador de política y economía en la Universidad Federal. A las 16 del viernes pasado la izquierda convocó a una marcha en la Plaza 15 (la más importante de Río) en rechazo de las demandas golpistas de la oposición contra el gobierno de Dilma Rousseff. A Crespo le hubiese gustado ir. “Pero como sucede con las cosas que organiza la izquierda, son convocatorias para la clase media. Al trabajador que vive en los suburbios de Río y tiene dos horas de viaje del trabajo a la casa ni se le cruza participar de estas movilizaciones”. A las 18.30 nuestro hombre debe ir a buscar a su hijo a la escuela, duda de que pueda asistir a la marcha y señala lo inoportuno del horario.