A los
71 años, Guy Standing, profesor en la Universidad de Londres, nunca
recibió en Estados Unidos el reconocimiento que se merece como académico y
escritor. En parte se debe a que no se ha sido muy expresivo en las redes
sociales. Además, no se publicitaron lo suficiente en los EEUU sus libros ni
sus agudas ideas sobre lo que él llama “el precariado”, que define como una
nueva clase social global a la que ve como la clave política y económica de un
futuro que beneficiaríaa toda la humanidad. Los medios de comunicación prefirieron
no difundir lo suficiente el trabajo de Standing, que fue relegado junto
con el público.Algunos marxistas tradicionales incluso también se burlaron de
sus palabras y conceptos.
El
término “precariado” es tan nuevo y tan poco usado, al menos en los Estados
Unidos, que cada vez que aparece en mi pantalla, la computadora lo subraya en
rojo como diciéndome que no es una palabra real y que escribí mal eso. Aunque no
lo hice.
De
hecho, el libro de Standing con el que descolló, ThePrecariat, se
publicó por primera vez en inglés en 2011, se tradujo a 23 idiomas en todo el
mundo y disparó conversaciones sobre trabajo, salarios, alquileres e
inseguridad económica mundial. Escuché por primera vez la palabra precariado y
su prima, “precariedad” de dos hombres que viven y trabajan en el Área de la
Bahía de San Francisco, donde mujeres, niños y hombres viven vidas que son cada
vez más precarias económica, social y psicológicamente.