Manzanas dejadas en Apple Flagship store, sobre la Quinta Avenida, Nueva York, el 6 de octubre, luego de conocerse la muerte de Steve Jobs. Foto de Timothy A. Clary | AFP.
Cuando esta semana vi que miles de devotos dejaban flores en los locales de Mac por la muerte de Steve Jobs, volví a pensar en el clásico de Max Weber sobre la ética protestante y el espíritu del capitalismo.
El viernes a la noche chateaba por el GTalk con Varinia, una charla que comenzó con los libros y las películas de Harry Potter. Decíamos:
Varinia: es que la magia es lo de menos, me gusta el Espíritu... me gustan los personajes, el hilo de la trama, las analogías que se permite... viste la última?
Yo: eh, claro. los personajes, elena era chiquita cuando íbamos a verla. Las analogías: no sé. La de Cuarón me había gustado mucho
Varinia: yo no lo leí todavía. Todo lo que digo lo robé de la última película: en la última se me hicieron muy patentes todas unas analogías con Jesús, la Trinidad; muy sutiles, que me conquistaron mucho mucho
Yo: pero esas analogías están en las peores películas
Varinia: ja! a mí me sorprendió! es muy angustiosa, me la pasé sufriendo. Harry cobra una intensidad, es un Jesucristo contemporáneo muy bien logrado
Yo: ah, si vos te la pasaste sufriendo seguro que es buenísima
Varinia: al estilo de las analogías de Cameron. Jjaja, qué malo
Yo: pero cameron es hitchcock, cualquier cosa que veamos hoy en cine, incluso en las series, remite a cameron (todo el escándalo que hicieron por la muerte de jobs espero que lo hagan cuando muera cameron)
Varinia: no creo pq Cameron nunca habla en idioma cursi como jobs, que habrá tenido lo suyo pero cameron, ah, es muy cínico como para que mariconeen tanto. I ♥ Cameron. Bueno, se me ocurre que la chica esta, Rowling, entendió algo de Cameron, de Hitchcock, de Jesucristo, de la Biblia, de esta época. Tiene cada joyitas: el cyborg de Cameron que no me sale el nombre (John Hurt) que es el vendedor de las varitas, le explica esta cosa de la vocación cristiana. Eso, ni más ni menos, cuando le dice que es la varita la que escoge al mago, y el Mal, la idea del Mal como algo concreto, nada imaginario. Acá (en la última) se lo vuelve a decir semimoribundo. Además, los que quedan son la “resistencia”, bien a lo cameron, tiene guerra, se hunde el Titanic, todo!, tiene dobles agentes. Tiene, me parece el soporte de un libro excelente, y una gran calidad en lo fílmico, tiene algo con el timing, hay 1 momento en que se interrumpe, pareciera, como si se hubieran quedado sin ideas y la hubieran terminado, y se desacelera esa cosa angustiosa que tiene todo el tiempo; pero cuando salís del cine y la pensás un rato es perfecto ese desajuste, genial!
Yo: bueno, todas las mujeres adultas hablaron maravillas. la escritora es una mujer adulta. a lo mejor también hay algo gremial
Varinia: no creo, yo le dije a Mariela que para mí, para comprenderla del todo, hay que ser adulto, hay que haber pasado la barrera esta de los 40, esa desaceleración de la Vida y desilusión, por qué no ella me retrucó que a Martina le encantó. yo no digo que no pueda encantarle a alguien más joven, pero cierto sentido total, completo, como un anillito sólo lo capta un adulto. Para mí es muy religiosa
Yo: una película es también un modo de preservar un libro, si es buena
Varinia: esa sensación tuve, yo la vi y me quise morfar el libro, eso está bueno; lo que pasa es que primero me tengo que leer los otros 6, ni idea quién dirigió la última
Yo: el mismo que la anteúltima y la anterior
Varinia: pero a mí la anterior no me gustó mucho
Yo: hay que pensar que la rowling fue escribiendo mientras veía las películas: no leí nada sobre eso, pero es un tema buenísimo
Varinia: tal cual, me mata de la envidia cómo la mina “generó” esa obra
Yo: david yates es el director, eh, dirigió state of play, una miniserie genial, salvo por el final.
Acá la charla discurre en torno a tópicos demasiado familiares sobre lo católico, sobre si Potter, con todo ese mundo cargado de imágenes y nada racional no vendría a ser, a fin de cuentas, un nuevo álbum de estampitas católico (católico en el sentido que Graham Greene daba al término en El fin de la aventura: el hombre que reza en la iglesia con la bolsa de los mandados al costado y las verduras envueltas en el diario de ayer: una comunión entre lo trascendente, lo banal y la necesidad cotidiana); es decir, una magia que no tiene que ver con el espiritismo racional anglicano contra el que peleaba Chesterton (el enfrentamiento con Arthur Conan Doyle), sino una iconofilia como la que nutre las iglesias católicas. Así llegamos a la idea de que Windows (con todo lo despreciable que tiene el sistema, aunque a diferencia de Mac es un hardware permeable a los sistemas abiertos) y Facebook son católicos (operados por gente más atenta a su oficio), y que Mac y Twitter encarnan esa ética protestante que apuntala “profesionales” protestantes.
Varinia: Jobs es protestante y Cameron católico! Ahí está la cuestión, nadie quiere abrazar la mugre católica, lo otro se deja tocar.
Yo: qué se puede esperar de alguien que se llama jobsEsta mañana encontré esta nota de Boido en Radar que me reconcilió con ese espíritu crítico de la prensa cultural argentina.
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