Gran novedad: retornará a las pantallas Twin Peaks con nueve episodios flamantes. El estreno de la serie en
ABC cumplió 25 años el 4 de abril pasado. La célebre tira creada por David
Lynch y Mark Frost tuvo una temporada y media (la cadena de televisión levantó
su segunda temporada por la mitad) entre 1990 y 1991. Los ejecutivos de ABC
notaron que la dupla Lynch-Frost estaba mucho más interesada en la recreación
de atmósferas y diálogos estrambóticos que en resolver el interrogante principal
de la serie: ¿Quién mató a Laura Palmer?
Sin embargo, algo del método creado por Lynch –que había perfeccionado
su estilo en 1986 con la inquietante película Blue Velvet, que tuvo su estreno para la prensa ese año en Rosario
en el cine El Cairo, una media mañana de mayo– y Frost sembró un camino que
después retomaron Chris Carter en Los
expedientes secretos X y hasta Los Soprano,
según declaró su mismo creador, David Chase.
Al anunciar el regreso de Twin
Peaks en
la revista Vutlure, Matt
Zoller Seitz subraya que la serie es a esta altura un canon y que
cualquiera, aunque no la haya visto, sabe lo que es y qué significó.
Lynch se dedicaba a la pintura antes de ponerse detrás de una cámara, de
ahí la exhaustiva devoción “estética”, visual de la serie y de muchas de sus
películas –cabe aclararlo, de toda esa filmografía sólo nos interesan (El hombre elefante(1980), Blue Velvet y Una historia sencilla (1999)–, lo que suele convertirlas en una
sucesión de cuadros, a veces más importantes que la historia en desarrollo.
El desarrollo de Twin Peaks
–protagonizada por el agente del FBI Dale Cooper, interpretado por Kyle
McLachlan, quien a su vez había protagonizado Blue Velvet– comenzaba a ser común en algunos films de fines de los
80 –un estilo sardónico, al borde de la parodia, lleno de extrañeza y en un
tono en el que nunca resultaba del todo claro si los personajes o la puesta en
escena era en broma o no–. De algún modo los grandes directores de eso que dio
en llamarse Cine Clase B, de Roger Croman –el gran maestro– a John Carpenter,
ensayaban una ironía similar en sus films, pero resultaba invisible para el
público con ciertas pretensiones, que buscaba guiños cultos y de aire europeo
en las películas que venían de Hollywood. Lynch llegó para satisfacer ese
nicho.
Frost declaró a un
periodista de The Guardian que la
serie no se verá anacrónica cuando estrene en 2016 sus nueve episodios –aún no
hay una fecha precisa–: “Creo que efectivamente seremos capaces de traducirla
al lenguaje y la cultura actual sin problemas”, declaró. Por su parte, Lynch
dijo en la misma nota que le resulta mucho más interesante lo que hoy se hace
en televisión que lo que se realiza en cine.
El estreno de esta nueva Twin
Peaks –detrás de la cual vuelven a estar Lynch y Frost– será en el canal de
cable Showtime (por su pantalla pasan varias de las series que abrieron un
magnífico camino en los últimos años: Homeland,
Ray Donovan, etcétera). Todos
coinciden en que su puesta al aire, hace un cuarto de siglo, inauguró una forma
de hacer ficción en televisión que esparció su semilla entre realizadores como los
citados Chase y Carter hasta Matthew Weiner (Mad Men) o Ryan Murphy y Brad Falchuk (American Horror Story) o Glen Morgan (Millenium y Expedientes
secretos X). Veremos cómo se comporta el monstruo original entre sus brillantes
vástagos actuales.
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