socio

"I don't want to belong to any club that will accept people like me as a member." Groucho Marx en Groucho and Me (1959).

lunes, 11 de septiembre de 2017

estación terminal

Fue un posteo de Coki en WhatsApp el que me hizo conocer el documental sobre el Bar Terminal, en la Octava avenida y la calle 42, pero hace más de 35 años. Sheldon Nadelman, el barman durante diez años –entre 1972 y 1982– fotografió a los clientes y los muestra y los recuerda en en cámara: cuante lo poco que sabe de las historias de cada uno de esos hombres que iban a beber a cualquier hora del día, la mayoría cocineros de restaurantes, muchos negros gays en ese período. Viéndolo, escuchando a Nedelman –que al final del documental, en 2002, cuando se filmó, vuelve a la esquina en la que trabajó diez años (frente a una terminal de autobuses de la que la gente sale ya agotada para enfrentar el día en la gran ciudad) y ve lo que fue el bar convertido en un videoclub.
Hay como la sensación de asistir al sumidero del paraíso neoyorkino, pero también a la dimensión real de lo que la vida puede ser en la jungla de asfalto: alcohol, soledad, desesperanza. Vemos los rostros deformados por el paso del tiempo, el deterioro que la bebida produce en esos hombres pobres y allí Nedelman, rescatando esos tipos que le llenaban el día y la vida, los nombres, la gracia que traían consigo esos perdedores.
Acaso allí terminó sus días el esposo de Mary Sánchez, la mujer, el ángel que limpia departamentos por hora y retrató Truman Capote en "Un día de trabajo" o, mejor, la mujer por la que reza Truman Capote al final del cuento. Recemos por ella y por esas vidas que fugazmente conocemos a través de los rostros que retrató Nedelman en una esquina de "New York Shitty", como le oímos decir entre risas sobre el final del documental. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios se moderan, pero serán siempre publicados mientras incluyan una firma real.