socio

"I don't want to belong to any club that will accept people like me as a member." Groucho Marx en Groucho and Me (1959).

jueves, 23 de junio de 2016

el otro lado

En 1986, en el primero de los cuentos de Historias desaforadas, "Planes para una fuga al Carmelo", Adolfo Bioy Casares  vuelve a visitar el universo de su novela Diario de la guerra del cerdo a 34 años de su publicación original. En el cuento, entonces, un profesor llamado Félix Hernández, se sorprende y se dice: “Últimamente me dio por hablar solo”. La misma frase repite Isidro Vidal, protagonista de la novela, como una letanía que pretende ahuyentar con un golpe de conciencia el anuncio de la vejez. Pero, a diferencia del Diario –donde los jóvenes persiguen y asesinan a los viejos–, en "Planes para una fuga" Hernández tiene una alternativa (la Argentina, en ese universo, logró erradicar la vejez exterminando los viejos): fugarse al Uruguay, donde suprimieron la muerte y está lleno de viejos, a quienes los jóvenes argentinos ven con espanto, como una infección.

"Planes para una fuga" fue lo primero que me vino a la mente cuando leí La uruguaya, la novela de Pedro Mairal (que me recomendara mi amigo Dabove) a quien leo con fascinación desde hace ya más de una década. Es decir: el Uruguay como ese otro lugar. Lo dice el mismo autor en sus páginas: "el Uruguay como lado B del Río de la Plata", una Buenos Aires sin peronismo (de hecho, en Amalia Montevideo es la orilla sin Rosas).
Copio parte de la contratapa: «“Como en los sueños, en Montevideo las cosas me resultaban parecidas pero diferentes. Eran pero no eran.”
«Lucas Pereyra viaja a Uruguay en barco por el día a buscar dólares. Son tiempos de restricciones cambiarias. Tiene ya arreglado un encuentro secreto en Montevideo, pero sus planes pueden fallar.
«Encandilado por el recuerdo de un verano anterior y agobiado por un matrimonio que se resquebraja, sueña con escaparse y no volver. ¿Con quién se va a encontrar? Montevideo, esa ciudad idealizada por la distancia, se volverá impredecible.»
Acá el comentario que hicimos esta tarde en radio de la novela, sobre la que volveremos: 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios se moderan, pero serán siempre publicados mientras incluyan una firma real.