socio

"I don't want to belong to any club that will accept people like me as a member." Groucho Marx en Groucho and Me (1959).

martes, 29 de mayo de 2012

"el relámpago de una mutación"


 Todas las imágenes en el sitio de Nicola Costantino.

Con Savon de corps (2004), obra en la que había fabricado lujosos jabones de tocador con un 3 por ciento de su grasa corporal, obtenida tras una lipoaspiración, detestaba lo que hacía Nicola Costantino y creía que podía fundamentar ese rechazo con las palabras de Jacqueline Lichtenstein cuando visita el museo de Auschwitz y se dice que le parece que está en un museo de arte contemporáneo –tal como lo refiere Paul Virilio en “Un arte despiadado” (2003)–: “Ellos (los nazis) ganaron, ya que impusieron un modo de percepción que es una unidad con el modo de destrucción tan propio al que dieron lugar”. Es decir, no había caído en la cuenta de que Lichtenstein se refería a un museo de la memoria, mientras que Costantino, con Savon de corps, estaba haciendo arte contemporáneo y, sobre todo, estaba poniendo el cuerpo, su cuerpo y, con ello, actualizando el que sigue siendo el más contemporáneo de los acontecimientos de la modernidad, el plan de exterminio de la Alemania nazi, ese que desnuda, descarna lo real de la acumulación del capital: en su expresión más acabada, el capitalismo paga el trabajo con la muerte, con el consumo de la vida de los esclavos que producen los bienes de consumo.
Después leí aquél artículo de Carlos Kuri en la revista Nueve Perros que se llamaba, así, sin pelos en la lengua, “El jabón de Nicola Costantino”, donde reseña: “Los objetos de Costantino exponen aquellos estados del cuerpo que hay que suprimir de la vista. Lo cadavérico en la comida, lo inhumano en la moda, el cuero, la piel y la cabellera humana en la vestimenta, y ahora el dominio de la cosmética y la cirugía”. Y escribe también Kuri en ese texto que encabezará un libro próximo a publicarse con la obra reunida de Costantino: “La estética en Costantino es así el relámpago de una mutación de lo ideativo y ético, lo ético y la idea se deshacen en obra, no duran más que lo necesario para producir el resplandor de lo secreto”.
En fin, trabajo, consumo y muerte han sido los temas sobre los que gravita la obra de Costantino. Al principio me maravillé con el oficio puesto en la fabricación de sus objetos, pero a partir de su trabajo con la fotografía y el video (desde 2007 en adelante) comencé a ver una suerte de unidad con historia. Por ejemplo, en su video instalación “Vanity con tocador”, Costantino aparece en el espejo de un tocador maquillándose el rostro. Y ese rostro, en ese espejo oscuro, que no nos muestra nuestro reflejo, sino el de ella, pero en el gesto automatizado de maquillarse eternamente, su rostro va convirtiéndose en los distintos rostros que nos enseñó el cine, desde los pálidos maquillajes de los films mudos e impresionistas de los 20 hasta los cargados y coloridos de los 80, como si al modelar su rostro modelara la historia. Me digo y hasta se lo pregunto a ella: su trabajo parte del cuerpo, de manipular con arcilla cuerpos animales, la piel de “Peletería humana” para, una vez que ese universo cobrase forma, una vez erguido el gólem de su creación, desplegar las imágenes de un sueño demiúrgico.
Antes de ir a visitarla a su casa, en el límite entre Villa Crespo y Palermo, en una manzana en la que hay por lo menos cinco talleres mecánicos, pregunté a varias personas fuertemente relacionadas con el arte (un crítico de fuste que reside en Buenos Aires, el director de un museo y acaso el principal artista plástico de Rosario) sus impresiones sobre la obra de Costantino. Todos coincidieron en esto: “Nunca te deja indiferente”. Lo que hallé en esa casa, en la calle Aguirre, entre el estruendo de avenida Juan B. Justo y las vías, fue no sólo un trabajo descollante, sino un estilo, es decir, el despliegue de un enigma que pone en suspenso el mundo.

sábado, 26 de mayo de 2012

spektor

Stephen Thompson debe ser el más despistado de los comentaristas de NPR, porque al hacer una débil descripción del último disco de Regina Spektor, What We Saw from the Cheap Seats (Lo que vimos desde la popular), se detiene en lo que considera detalles: que Spektor haya llegado al Bronx a los 9 años desde Moscú, por ejemplo... Y, sin embargo, Thompson no es tan despistado: lo que su "detalle" señala es esa libido migrante que nos traen las canciones de Spektor (acaso como  fenómeno, antes que como canciones). Es decir, la voluntad de crear un deseo "nacional" allí donde su música funda un vacío: la canción centroeuropea de cabaret despojada de su escenario. Una mujer muy cercana, al escuchar uno de los discos de Regina Spektor, me dijo que no le interesaban las cantantes que buscan "calentar" a los tipos que las escuchan: un error del oído que ha escuchado perfectamente ese desvío que opera en la performance de la Spektor.
Acá podemos escuchar el último álbum.

miércoles, 23 de mayo de 2012

y entonces nos lo perdimos para siempre


Martín Prieto recuerda el no regreso de Carlos Fuentes a Rosario: «El entonces intendente, Miguel Lifschitz, nos había llamado, en 2009, para que participáramos de los fastos del Bicentenario organizando un Encuentro internacional de Literatura, para el año siguiente. Teníamos libertad de armado y de pensamiento, a cambio de una solicitud: que la apertura o el cierre de dicho Encuentro quedara en manos de Carlos Fuentes, cuyo encendido discurso en el Congreso de la Lengua Española que se había hecho en nuestra ciudad unos años atrás se ve que aun resonaba en la cabeza de Miguel. Comenzamos, a través de nuestros modestísimos contactos, a buscar a Carlos Fuentes, y a poco andar ya sabíamos que Fuentes no atendía el teléfono ni contestaba correos. Una enigmática mujer –tal vez una secretaria, o su mujer- filtraba las comunicaciones o se atribuía la facultad –no sabíamos si delegada o no por Fuentes- de decirnos que no. A todo. De manera muy amable. “Otros compromisos”. “Inglaterra”. “París”. Finalmente nos enteramos de que Fuentes llegaba a Buenos Aires y a través de nuestros buenos amigos de la editorial que publicaba sus libros en la Argentina, conseguimos un desayuno con el insigne mexicano. En su hotel. Nuestra media hora. Fuentes cargaba su plato de salmón ahumado, jamón, frutas. Rebozaba salud y parecía  no haber comido durante meses. Nuestras armas: la carta de invitación firmada por Miguel, la apuesta a un recuerdo, que imaginábamos feliz, en nuestra ciudad. “Una ciudad lo espera”, exageramos un poco la nota. La carta le interesó. La leyó, nos hizo unas preguntas sobre el Partido Socialista, sobre el gobierno de la ciudad y sobre el de la provincia. Después le dijo al joven que trabajaba en la prensa de la editorial, que también desayunaba con nosotros, que le llevaran la carta a la habitación. Pero Rosario... Parecía no acordarse, ni del Congreso de la Lengua, ni de la ciudad. De golpe, algo se le iluminó: el recuerdo, o el recuerdo de una recuerdo: “El hotel donde me alojaron era bastante malo.” Eso dijo. Una semanas más tarde, a través de la editorial, nos avisaron que Fuentes agradecía enormemente la invitación, pero que no vendría al hemisferio Sur en todo el 2010.»
Agrego, entre los invitados al XVI FIPR, hubo uno que había tenido algún trato con Fuentes en México y se asombraba de la versatilidad de temas que era capaz de abordar el célebre escritor en cualquier conferencia o encuentro al que fuese, que eran muchos. Por versatilidad, nos dejó en claro, entendía el buen tino que tenía Fuentes para seleccionar a sus "colaboradores". 

navegante anónimo


René Magritte, "La reproducción imposible" (1937, tomada de este blog).

Mientras el proyecto de Canon Digital (se pretendía que todos los medios de almacenamiento digital como discos y pendrives, por ejemplo, pagasen un impuesto remunerativo destinado a subsidiar las posibles pérdidas de los grandes pulpos editoriales de música, literatura y cine por las copias y descargas no autorizadas) duerme la siesta en el freezer, tras el fuerte rechazo que tuvo el año pasado; Proyecto Sur presentó un proyecto para despenalizar la copia en Internet que pretende legalizar el acceso a los bienes culturales en el espacio público de Internet siempre que esto se realice para fines personales, para goce de la cultura, entretenimiento, educación sin que medien fines de lucro.
En el marco de la deriva legal que hay sobre el tema, que siempre es aprovechada por los intereses más rapaces, la noticia es buenísima. El proyecto, tal como lo presenta en su página Beatriz Busaniche, directora de Wiki Media Argentina y presidenta de la fundación Vía Libre, es simple claro y conciso: “El acceso a las obras autorales comprendidas por la ley 11.723, o su uso, mediante la red Internet, realizado en forma individual o en la intimidad del hogar, en el ámbito escolar, universitario, o bibliotecas de acceso público y gratuito, con la finalidad exclusiva de instruirse, educarse, informarse, entretenerse, o emocionarse, y con exclusión de cualquier modalidad de utilización comercial o uso público de las mismas, constituye el ejercicio del derecho de acceder a la cultura y, en ningún caso, podrá configurar un acto ilícito aún cuando el usuario realizare una única copia en un archivo digital en su ordenador personal y la misma no fuere utilizada con fines comerciales o de lucro. Tampoco será punible el facilitar este acceso cuando el mismo se ofrezca gratuitamente al usuario”.
El proyecto se presentó el lunes 14 de mayo en la Cámara de Diputados de la Nación, con el diputado Fernando Solanas, el legislador Julio Raffo (experto en derecho de autor y autor del texto legislativo), junto con Valentina Delich, directora de la maestría en Propiedad Intelectual de FLACSO y Martín Becerra, investigador del Conicet y docente de la UBA y la Universidad Nacional de Quilmes.
Ese mismo día se conocía el pedido de juicio oral a los tres socios que regentean el sitio argentino Trainga y comenzaba por tres o cuatro días el bloqueo del sitio de intercambio de archivos torrent Thepiratebay, todos lugares de los que descargarse, de forma privada cualquier tipo de archivo. El bloqueo a The Pirate Bay, que afectó a todos los navegadores en Argentina, se logró por medio de un mandato preliminar concedido en una corte de Hamburgo a Disney Enterprises y Paramount Pictures, asociados con Sony Pictures, Twentieth Century Fox, Universal Studios y Warner Bros que se exigió a CyberBunker, el proveedor de internet que deje de ofrecer ancho de banda y hosting al sitio. En caso de no hacerlo, enfrentarían una demanda legal en Alemania.
«CyberBunker –informó el blog Alt1040– aceptó dejar de ofrecer servicios al sitio de torrents y quedaron offline”. De este modo, la justicia en casi cualquier parte del mundo baja la cabeza ante grandes corporaciones pseudo-defensoras del Copyright. Como ningún directivo de estas multinacionales del neolítico parece querer entender cómo funciona la web, la respuesta es negar el presente o buscar prebendas como la del Canon Digital.
El jueves a primera hora The Pirate Bay ya había conseguido servidor y volvía a estar online.
Desde que el FBI logró cerrar los servidores de Megaupload, a fines del año pasado y a través de una orden judicial ¡emitida en Virginia, Estados Unidos, para intervenir en Nueva Zelanda y Hong Kong!, la internet y el intercambio de archivos en la red no ha vuelto a ser el mismo. Por eso los especialistas recomiendan lo que llaman “anonimizar” la navegación a través de programas de enmascaramientos de la IP (la identidad que tiene la computadora particular en internet), entre los que recomiendan TOR (siglas de The Onion Router: el direccionador de la cebolla –lo de cebolla es por las sucesivas capas–) un proyecto surgido originalmente en el terreno de la inteligencia militar para cubrir las comunicaciones, que si bien no puede proteger del todo los datos transferidos, es eficaz a la hora de borrar los rastros de la navegación y ocultar la IP.
La libre circulación de la cultura en internet es apenas el síntoma de un mundo cada día más biometrizado, con registros de entradas y salidas del trabajo mediante impresión digital, reconocimiento de retinas o numeración de tarjetas de transporte como Sube y, pronto, pagos vía celular. El anonimato parece ser la última línea de resistencia de la intimidad.

jueves, 17 de mayo de 2012

ella vendrá (por neil young)


Nunca escucharon “She’ll Be Coming Round the Mountain” como suena acá, informa Bob Boilen en la NPR. Y sigue: Para su primer álbum juntos en nueve años, Neil Young y Crazy Horse tomaron la música del clásico repertorio folk americano y la revigorizaron con músculo, luminosidad y mucha guitarra eléctrica. Algunas de las canciones del siglo 19 incluidas son: “Oh Susanna” (sin banjo) y “Tom Dula” (mejor conocida como “Tom Dooley”). También hay canciones del último siglo que incluyen “This Land Is Your Land”, de Woody Guthrie, que hacen entera con los versos omitidos de la original.
El mismo Young anota, según menciona Boilen, sobre la canción “She’ll be Coming Round the Mountain”: «Escrita en el siglo XIX y basada en un viejo negro spiritual, esta canción se refiere a la segunda venida de Jesús. “Ella” (“she”) es la carroza sobre la que llega Jesús. Algunos la interpretan como el fin del mundo. Otros han dicho que “ella” se refiere a la dirigente sindical Mary Harris “Mother” Jones, quien acudía a los campos mineros de carbón de Appalachian para promover la unión de los trabajadores. Los arreglos de Americana retoma el proceso folk con una nueva melodía, un nuevo título [lamentablemente Young no tomó la segunda interpretación y tituló: “Jesus’ Chariot”] y una nueva combinación de fuentes para la letra».

de ernesto cardenal


Imagen hallada en theletterisback.

Oración por Marilyn Monroe

Señor
Recibe a esta muchacha conocida en toda la tierra con el nombre de Marilyn Monroe
aunque ése no era su verdadero nombre
(pero Tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita violada a los 9 años
y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar)
y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje
sin su Agente de Prensa
sin fotógrafos y sin firmar autógrafos
sola como un astronauta frente a la noche espacial.
Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia (según cuenta el Time )
ante una multitud postrada, con la cabeza en el suelo
y tenía que caminar en puntillas para no pisar las cabezas.
Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras.
Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno materno
pero también son algo más que eso…
Las cabezas son los admiradores, es claro
(la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz).
Pero el templo no son los estudios de la 20th Century-Fox.
El templo –de mármol y oro– es el templo de su cuerpo
en el que está el Hijo del Hombre con un látigo en la mano
expulsando a los mercaderes de 20th Century-Fox
que hicieron de Tu casa de oración una cueva de ladrones.

Señor
en este mundo contaminado de pecado y radioactividad
Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda
Que como toda empleadita de tienda soñó ser estrella de cine.
Y su sueño fue realidad (pero como la realidad del tecnicolor).
Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos
–el de nuestras propias vidas– y era un script absurdo.
Perdónala Señor y perdónanos a nosotros.
Por nuestra 20th Century
por esa Colosal Superior-Producción en la que todos hemos trabajado.
Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes,
para la tristeza de no ser santos se le recomendó el psicoanálisis.
Recuerda Señor su creciente pavor a la cámara
y el odio al maquillaje -insistiendo en maquillarse en cada escena-
y cómo se fue haciendo mayor el horror
y mayor la impuntualidad a los estudios.

Como toda empleadita de tienda
soñó ser estrella de cine.
Y su vida fue irreal como un sueño que un psiquiatra interpreta y archiva.

Sus romances fueron un beso con los ojos cerrados
que cuando se abren los ojos
se descubre que fue bajo reflectores
¡y apagan los reflectores!
y desmontan las dos paredes del aposento (era un set cinematográfico)
mientras el director se aleja con su libreto porque la escena ya fue tomada.
Y como un viaje en yate, un beso en Singapur, un baile en Río
la recepción en la mansión del duque y la duquesa de Windsor vistos en la salita del apartamento miserable.

La película termino sin el beso final
la hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono
Y los detectives no supieron a quién iba a llamar.
Fue
como alguien que ha marcado el número de la única voz amiga
y oye tan sólo la voz de un disco que le dice: WRONG NUMBER
O como alguien querido por los gánster
alarga la mano a un teléfono desconectado.

Señor
quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar
y no llamo (y tal vez no era nadie
o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de Los Ángeles)
¡contesta Tú el teléfono!


Esta mañana me llegó un correo de Harold Alvarado Tenorio, al que conocí en un encuentro de literaturas hace dos años. En ese momento me pidió el correo y días después comencé a recibir sus mensajes, por lo general lleno de diatribas e información sobre la literatura colombiana e hispanoamericana.
A Ernesto Cardenal lo crucé en una librería, durante el III Congreso Internacional de la Lengua Española, en 2004. Hacía años que no lo leía, pero fue verlo y recordar los libros suyos editados por Carlos Lohle, leídos con fervor entre 1982 y 1984. Me acerqué a darle las gracias, a repetir –como deben hacerlo tantos– mi perorata de la admiración. Incluso en ese entonces había olvidado este magnífico poema escrito en 1964. 

de una pantalla a otra



Hasta entrado el año 2009, cuando las redes sociales como Twitter o Facebook no habían estallado aún, con el consiguiente aplanamiento de la experiencia en la red y la suma de pajarones que de un día para otro se reconciliaron con todo su pasado y nos convirtieron en íntimos de sus miserias, la red social más prolífica era el blog. Los blogs, con sus autores muchas veces anónimos desplegaron o acentuaron una forma de escritura cuyo misterio y erotismo –porque lo que circula en la web es también libido– terminó de configurar una especie de ficción arraigada en el yo y la identidad de ese yo.
Primero como blog, luego como libro y, por último como programa de televisión, Carolina Aguirre fue la creadora de Ciega a citas, que mientras duró en la web –como blog– muchos leyeron como una historia real: la de una muchacha, acaso perdedora, que debía conseguir un novio antes del casamiento de su hermana menor. Lo que resultaba de algún modo inquietante en la lectura del blog, en 2008, es que el lector no sabía a ciencia cierta si lo que leía era una novela, un diario personal abierto al público.
Carolina Aguirre me aclara por correo electrónico que no tuvo nada que ver con el libreto del programa que hasta el año pasado se emitía por canal 7. Me dice sin empacho: “No tengo tele hace 10 años, bajo lo que quiero ver de internet. Del 2011 las series que me gustaron mucho (veo casi todas) fueron Mad Men, Homeland, The Killing, Episodes”.
También responde estas preguntas:
—¿Cómo encaraste ese relato en primera persona del blog, que era una ficción? ¿Cómo intervino tu propia experiencia?
—En realidad yo solo pienso en ficción. Se me ocurre una historia que me gustaría contar y elijo la forma más eficaz para narrarla. En ese caso, en el de Ciega a citas, la primera persona le daba verosimilitud, identificación, complementaba el formato. Si la historia hubiese sido más eficaz en tercera, narrada por un hombre, o por una flaca, lo hubiera hecho también. Si después se desprende otra cosa (es inevitable que afloren obsesiones, ciertos temas afines, una visión moral del mundo), es un efecto colateral deseable, pero no su misión. Acá a los escritores se les exige ser intelectuales sí o sí: filósofos, teóricos, políticos, periodistas, qué se yo. Casi no existe la figura del escritor de ficción, el que solo está interesado en contar bien una historia sin que esa historia sea voluntariamente una cifra de otra cosa, un misil político o social. Esa falencia o ese vicio le hace muy mal a la ficción porque está obligada siempre a ser un medium, un soporte para otras cosas, cuando debería (al menos cada tanto) ser un fin en sí mismo. Una historia genial, nada más y nada menos.
—¿Y cuando se llevó eso a la pantalla, qué te parece que era incompatible con el blog?
—No lo llevé yo, pero era un folletín y estaba escrito por mí, que soy guionista, y pienso todo como un guión, así que ya tenía mucho de tira. De hecho los diálogos estaban estructurados como en una película. Ciega a citas no nació como un hijo bastardo de los libros, sino de los guiones audiovisuales, porque yo entiendo el mundo de esa manera.
—¿Qué es lo que te atrae de la ficción que se ve en televisión? ¿Qué relación percibís con lo que podríamos llamar los dispositivos ficcionales de internet?
—No sé a qué te referís estrictamente con los dispositivos ficcionales de internet. El único que conozco es el anonimato y si querés, la mentira.
—¿Te parece que hay una especificidad de la ficción televisiva, o una tradición, por ejemplo el melodrama como el de Ciega a citas?
Ciega a citas nunca fue un melodrama y ese fue uno de los errores graves de la adaptación. Era una comedia romántica. En el melodrama, los protagonistas se conocen, se enamoran perdidamente y el entorno los separa (la clase social, la guerra, un casamiento por interés). Ellos saben que se aman pero no pueden unirse por circunstancias externas. En la comedia, los personajes se conocen pero no saben que se están enamorando o no lo aceptan. El entorno los favorece y ellos no pueden. Se dan cuenta al final, cuando se unen. Ciega a citas siempre tuvo estructura de comedia (vos tampoco sabías quién era el galán porque estaba narrada en estricta primera persona, es decir, desde el punto de vista de ella que tampoco sabía) pero cuando lo adaptaron a tele hicieron una mezcla rara, con una estructura de melodrama con elementos de comedia, que le quitó muchísima intriga y coherencia. Ella reconocía que amaba al galán en el capítulo 8 y tardaba 120 capítulos en concretar porque al guionista se le cantaba e inventaba obstáculos. 


miércoles, 16 de mayo de 2012

sentado en el muelle de la bahía (del pirata)



Cuando esta mañana tampoco pude entrar a The Pirate Bay, busqué en la web y hallé esta entrada en Alt1040: «Si estos días te resulta imposible entrar a The Pirate Bay no es tu conexión, tampoco es que los responsables cedieron antes presiones legales y cerraron el sitio, se trata de los estudios de Hollywood que han amenazado legalmente a tal nivel al proveedor de ancho de banda del sitio que tuvieron que “cerrar la llave”.


«Lo logran por medio de un mandato preliminar concedido en una corte de Hamburgo a Disney Enterprises y Paramount Pictures, asociados con Sony PicturesTwentieth Century Fox,Universal Studios y Warner Bros. donde se exige a CB3ROB Ltd, dueños de CyberBunker, que dejen de ofrecer ancho de banda y hosting a The Pirate Bay. En caso de no hacerlo, enfrentarían una demanda legal en Alemania.
«CyberBunker evidentemente ha aceptado dejar de ofrecerle servicios al sitio de torrents y quedaron offline. Yo me quedo de piedra al ver cómo la justicia en casi cualquier parte del mundo baja la cabeza ante grandes corporaciones pseudo-defensoras del Copyright y hasta qué punto parece haber un desconocimiento absoluto ante la forma en que funciona internet. Cerrar webs no es la solución al problema de la industria audiovisual, que en realidad tiene relación a la forma en que no ofrecen sus contenidos, todas las restricciones que ponen para distribuir en forma digital y los altísimos precios que mantienen en sus soportes físicos.
«Dicho eso, los responsables de The Pirate Bay están trabajando contra-reloj para poner el sitio online. Será cuestión de horas.» 

domingo, 13 de mayo de 2012

once upon a time

De paso por Buenos Aires, en la casa de mi amigo Ng, siempre los mismos lugares. Sólo que esta vez distingo, allá arriba en el cartel, señas del lugar que más frecuento en estos tiempos, como la serie Once Upon a Time


 Por calle Paraguay, el hotel de Osplad, donde paré en el año 1982 junto con el director del Industrial cuando fui a retirar un premio que había ganado por un cuento sobre la Antártida que prefiero no recordar.

viernes, 11 de mayo de 2012

ayer nomás



A mediados del año pasado la editorial porteña Caja Negra publicó Después del rock, primer libro que apareció en el Río de la Plata de Simon Reynolds, uno de los críticos y escritores sobre la escena musical más lúcidos y notorios de la contemporaneidad. Ahora la misma casa editora puso en circulación Retromanía. La adicción del pop a su propio pasado, un volumen que analiza el fenómeno del retorno al pasado reciente de una manera sugestiva y llena de desvíos exquisitos.

Las fuentes de Reynolds son tanto las entrevistas a músicos y productores, las revistas especializadas, como los autores Giorgio Agamben, Andreas Huyssen, Jacques Derrida o el zigzagueante historiador-ensayista Raphael Samuel, entre otros. Es decir, Reynolds no viene a describir los retornos de bandas del punk como New York Dolls o Gang of Four en los 2000, sino a contar una historia y a analizarla junto  con algunas de las voces más descollantes de estos últimos años. Por eso se engañaría quien se metiera con este libro en busca de eso que solía llamarse la actualidad musical.

Retromanía se pregunta, a propósito del boom revivalero de las últimas dos décadas, con bandas que regresan tras veinte años de inactividad, con nuevos músicos que rescatan figuras de los 60 como la Lady Singer para salpicarlas con tendencias actuales como la finada Amy Winehouse, o mutantes de los escenarios del glam, como Lady Gaga; en ese panorama, y sin desatender las ramificaciones que el fenómeno tiene en el arte o en ese terreno mucho más extenso que es la “museificación del pasado”, Reynolds se pregunta: “¿Qué ocurrirá cuando nos quedemos sin pasado? ¿Nos estaremos dirigido a una suerte de catástrofe cultural-ecológica, en la que los recursos de la historia pop se habrán agotado?” Y, luego, retoma el interrogante de Huyssen: “¿Por qué estamos construyendo museos como si no hubiera futuro?”

Claro, el auge del archivo y los registros en la era de YouTube y el blog colaboran en parte a explicar algunas cosas, pero cuando Reynolds hace una crónica de sus visitas a los distintos museos del rock y el pop británicos, o a los recitales de regreso de bandas emblemáticas del punk y postpunk, la aventura física por los derroteros de la nostalgia se convierte, reflexiones mediante, en la odisea metafísica de pensar por qué el “evento”, lo que acontecía de modo inesperado para marcar un momento liminar entre el pasado y el futuro, de modo que las cosas ya no serían como habían sido; por qué el “evento”, decíamos, se convierte en algo “que ha ocurrido antes”.

Las páginas de Reynolds en Retromanía tienen por momentos el filoso resplandor del augurio y la revelación, aunque se refieran al pasado, porque ese pasado es, a esta altura, la suma de las expectativas sobre el futuro que sería y no es. Así sus líneas más intensas nos muestran el pasaje a la fantasmagoría del porvenir: “La reescenificación –escribe, a propósito de la reedición de happenings e intervenciones de los años 70 a mediados de los 2000– es como una forma espectral de arte performático: lo que presencia el espectador nunca alcanza una presencia completa”.

Los conceptos de Reynolds caben también en lo contemporáneo según aquella definición de Agamben: “La contemporaneidad se inscribe en el presente señalándolo sobre todo como arcaico y sólo quien percibe en lo más moderno y reciente los indicios y las signaturas de lo arcaico puede ser su contemporáneo”. En otras palabras, Retromanía explora la idea de haber llegado tarde (como generación), la nostalgia por un futuro que moldeó la juventud y que ya no será o, para usar la metáfora de Montaigne, la imposibilidad de “hacer pie” en un presente que, como el mismo Reynolds enuncia, se ha vuelto “un país extranjero”.

jueves, 10 de mayo de 2012

miseria de la biografía


Fotografía de Giselle Marino. 

Esta tarde a las 13.14 el telefonito sonó con el ringtone del Gtalk. Era Alan Mills:

Alan: saludos Makovsky
Yo: Alan querido, maya hacker!
Alan: cómo vas querido? por ahí seguimos hackeando el hiperespacio
Yo: Uf. Sema thing
Same no sema
Lapsus, porque sema es signo, sentido, no?
Alan:
exacto
la metonimia siempre nos traiciona
Yo: Totalmente
Alan: te imaginas una novela
C Marx descubre que en realidad le habría ido mejor
haciendo dinero
de hecho así le pasó, dicen...
Yo: Está bien eso
De hecho hay escritores q lo son sin escribir
Alan: el escritor perfecto no escribe
sólo la página en blanco es perfecta
(Marx) en el Anti Duhring
ya adelanta
que no hay ninguna producción cultural, ni espiritual
que escape a la lógica de la mercancía
Yo: En eso estoy. Tendré q leer anti duhring
Alan: hay que volver a Marx
pero como dijo cierto escritor
a la miseria de su biografía
no a los horizontes de su sueño, sino precisamente a su situación material
ahí está la clave
Yo: Quién dijo lo de la miseria de la bio?
Alan: y cómo va todo en Rosario?
Yo: Es genial, claro
Devuelve a marx al cristianismo
Alan: "El filisteísmo olvida esta persistente pobreza, que en largos períodos descendía
hasta la más extrema miseria, a la que Marx no se resignó nunca y que marcó en
gran parte su trato íntimo con los demás. Hacia 1862 escribió a Lasalle:
¡Si sólo supiera emprender algún business! Gris, querido amigo, es toda teoría, y sola-
mente el business es verde. Por desgracia he llegado demasiado tarde a esta con-
vicción”.
ahí está la novela, ¿no?
Yo: Rosario, poco dinero, mucho progresismo, cero marx, los dos, groucho y karl
Alan: jaja
la enfermedad infantil
del comunismo
a ver si no termina teniendo razón Den Xiaoping
no importa el pelaje del gato, importa que cace ratones
los chinos, querido, cómo ignoramos a los chinos
y ahí los ves, todo un mundo y parece que no se viene abajo con nada
Yo: This is argentina, no place for cats and mice, just monkeys n gorillas
Alan: jajaja

signos

Ved el tamaño de este libro.


Desde el Ministerio de Innovación y Cultura me llamaron para trabajar en la edición de Signos Santafesinosentre 2009 y 2010, bajo la feliz supervisión de Nora Avaro. Lo que tuve en mis manos entonces fue una serie de artículos que abordaban momentos particulares de la historia santafesina, tenía libertad para agregar citas o referencias bibliográficas que me parecieran adecuadas, unifiqué cuestiones de estilo, y así. Cuando tuve este enorme libro en mis manos, hace unos días, no pude reconocer casi mi trabajo, que se había convertido en  parte de un texto mayor, que fluye ajeno a mis pantanos. ¿Hay mayor prueba de un gran trabajo de edición?
Maravilloso. Gracias, Nora.


burning down the car


Imagen tomada de mr-ad.

Parece que Agustín Valle recibió por correo electrónico el “Manifiesto de la quema de autos”: esto de que en Buenos Aires, desde fines del verano, una banda no identificada incendia autos, en principio de alta gama, que están en la calle a la madrugada (cosa que habría comenzado en Berlín a mediados de 2011).
Comienza así: “La acumulación de autos es un síntoma de nuestra pobreza.
“La fiebre automotriz desprecia la vida, en los veinte cuerpos que hace cadáver cada día -y los que tullida- pero también la vida posible para todos, la indeterminación del arco de las ansias, el repertorio común del querer.
“Convertimos en humo lo que hay que desear. Algunas alegrías simplemente están mal. Un bicho humano ocupa un auto y, si no resiste a la poderosa inercia subjetiva contenida en la maquina, sus semejantes pasan a ser estorbos materiales para la realización de su máximo beneficio (estar yo-ya-allá)”. En Sólo las cosas el texto completo.
Más claro, echale nafta.

lunes, 7 de mayo de 2012

la preciosa pérdida


William Bell vuelve a aparecer en el episodio 21 de la temporada 4 de Fringe y mantiene una conversación con David Robert Jones, le dice: "El arte del ajedrez es saber cuándo una pieza es más valiosa. Y entonces, en ese preciso momento, estar dispuesto a sacrificarla. Porque en el vacío creado por la pérdida de lo más preciado abunda la oportunidad, la influencia se maximiza y el deseo se convierte en destino"*.


* The art of chess, the art is knowing when a piece is most valuable, and then, in that very moment, being willing to sacrifice it. For in the vacuum created by the loss of what is most precious opportunity abounds, influence is maximized and desire becomes destiny.

jueves, 3 de mayo de 2012

la derecha de la copia



El blog Golosina Caníbal nuevamente señaló el debate cada vez más interesante e intenso sobre los derechos de autor, regalías, internet y esta oleada represiva sobre la circulación de libros, películas, series y música. Esta vez discuten en el programa de radio de Jorge Lanata Beatriz Busaniche y Marcelo Birmajer. El audio puede escucharse acá. En Derecho a Leer, y a propósito de esta discusión, hay suficientes enlaces como para recorrer el tema: desde el superávit en Sadaic y los magros sueldos que perciben sus empleados hasta las estadísticas de espectadores de cines.
Vale la pena hacer el recorrido para revisitar aquella idea de que la acumulación de capital está necesariamente asociada a la represión.

miércoles, 2 de mayo de 2012

attenti traductores



Corina Moscovich nos hace llegar esta información urgente para traductores.

Programa SUR de apoyo a las traducciones

La Dirección General de Asuntos Culturales de la Cancillería da a conocer el relanzamiento del Programa Sur de Apoyo a las Traducciones (PROSUR) para el año 2012. PROSUR contempla para este año, subsidios para traducir 150 nuevas obras a otros idiomas. El programa fue creado en 2009 con el objeto de promover y difundir en el exterior -mediante subsidios para la traducción de obras de autores argentinos- el pensamiento y las letras argentinas. A mediados de 2010, PROSUR fue declarado política permanente de Estado. Desde sus comienzos PROSUR aprobó subsidios a más de 400 obras traducidas a 34 idiomas y en 40 países.

Destacadas personalidades de la cultura argentina integran el “Comité de Traducciones”, órgano encargado de evaluar las solicitudes. Presidido por la Directora General de Asuntos Culturales Embajadora Magdalena Faillace, integran el Comité: Horacio González, Noé Jitrik, Mario Goloboff, Carlos Pazos y Silvia Hopenhayn.

Este año, las solicitudes se recibirán hasta el 30 de septiembre y deberán ser publicadas antes del 30 de noviembre de 2013. El monto máximo del subsidio es de USD 3.200. 
Desde que la Argentina fue designada País Invitado de Honor en la Feria del Libro de Fráncfort en 2010, se han vendido en distintos países del mundo más de 200 títulos de autores argentinos.

Autores como Echeverría, Sarmiento, Lugones, Gorriti, Gerchunoff, Arlt, Quiroga, Marechal, Borges, Macedonio Fernández, Bioy Casares, Silvina Ocampo, Storni, Victoria Ocampo, Alejandra Pizarnik, Rodolfo Walsh, Cortázar, Bayer, Puig, Antonio Di Benedetto, Juan José Saer o Ernesto Sábato, han recibido subsidios para la traducción de sus obras a otros idiomas.

La diversidad de los países interesados, los idiomas involucrados, edades, estilos y orígenes de los autores requeridos y de los géneros de las obras traducidas, reafirman la vasta repercusión del Programa Sur de Apoyo a las traducciones.


Los Reglamentos traducidos a cinco idiomas, formularios de solicitud y toda la información del PROSUR puede encontrarse acá.

vestigios (del barrio obrero)


Todas las imágenes, salvo indicación, pertenecen a Giselle Marino y pueden verse en FotoGénica.

Luego de la entrada a partir del paseo por Refinería, la historiadora Agustina Prieto –de quien supe los orígenes del barrio– me envía esta apretada síntesis de su vasta investigación sobre el tema.


Un siglo atrás existían en Rosario un barrio, una sección municipal, un paisaje y un universo social identificados con el nombre de una fábrica: la Refinería Argentina del Azúcar. Cuando se hablaba, en ese entonces, de Refinería, las referencias espaciales podían remitir a las inmediaciones de la fábrica que refinaba azúcar tucumano o a una zona sensiblemente más vasta, como la comprendida por la V Sección Municipal, que se extendía entre el río Paraná, la calle Mendoza y las actuales avenidas Lagos y Francia. En el tramo que iba de Salta al río, dominaban la V Sección una serie de “barrios” (así se los llamaba, aunque algunos no eran más que caseríos) surgidos en torno a algún establecimiento productivo, como el que bordeaba a los Talleres del Ferrocarril Central Argentino.
Por esa concentración de fábricas, talleres y barracas donde se almacenaban “frutos del país”, se los conocía, desde fines de la década de 1880, como los barrios industriales, perfil acentuado por la discordancia con el carácter eminentemente comercial del casco urbano. Acentuaba la singularidad productiva de los barrios industriales el aislamiento impuesto por la sucesión de vías que los separaban de la ciudad, relativamente atenuada por la apertura del paso Celedonio Escalada.

La actividad productiva delineó un paisaje que algunos cronistas imaginaron similar al de la Manchester británica o la Chicago norteamericana por su traza irregular; el contraste entre la sobria belleza de la arquitectura industrial y la precariedad material del entorno; el aire viciado por el humo de las chimeneas…. El icono de ese luminoso paisaje que parecía adelantar el futuro era la Refinería Argentina, levantada por Ernesto Tornquist con capitales nacionales. Las visitas oficiales de mandatarios extranjeros y funcionarios nacionales solían incluir una recorrida por sus instalaciones para observar la organización del trabajo y admirar el espectáculo de las máquinas funcionamiento.
El tipo de actividad predominante en la zona delineó, al mismo tiempo, un universo social que se parecía, en sus aspectos negativos, al de las grandes ciudades industriales. En los también llamados “barrios obreros” de Rosario, la mayoría de los emprendimientos productivos empleaba mano de obra fija y un número sensiblemente mayor de trabajadores ocasionales que alternaban estas ocupaciones con tareas agrícolas. Por esta razón, durante la temporada de cosecha, no menos de la tercera parte de los pobladores migraba al campo. Los únicos que escapaban a la incertidumbre cotidiana provocada por el tener o tener conchabo eran los trabajadores calificados por el dominio de un oficio o del manejo de una máquina.
El carácter cosmopolita de Rosario se acentuaba en Refinería, con su abrumadora mayoría de varones adultos nacidos en el extranjero. Algunas empresas construyeron casitas y departamentos que estuvieron al alcance de los trabajadores estables y mejor pagos. Pero los pobladores de esa Babel obrera se alojaban mayoritariamente en conventillos, ranchos o casillas como las que formaban el “barrio de las latas”. El hacinamiento y la falta de higiene signaron la vida cotidiana de los inquilinos de estas habitaciones tan precarias como caras. El símbolo de esta faceta sombría de la vida barrial fueron los “Cuartos de Arijón”, con sus cuatro centenares de habitantes distribuidos en 95 habitaciones y abastecidos por un surtidor de agua.

Las durísimas condiciones de vida y de trabajo de los hombres y mujeres de los barrios industriales fomentaron la organización de sociedades de ayuda mutua y de resistencia que expresaron sus reclamos a través de huelgas y manifestaciones. Que la primera conmemoración del 1º de Mayo tuviese como fallido punto de llegada la Refinería Argentina, resulta ilustrativo del valor simbólico atribuido al lugar donde una joven Virginia Bolten fue detenida por repartir volantes que invitaban a la conmemoración.
En los años inmediatamente posteriores los barrios obreros fueron escenario de huelgas trascendentales, como la protagonizada por los trabajadores de la Refinería Argentina en octubre de 1901, en la que, por primera vez en la historia del país, murió un huelguista por efecto de la acción represiva del Estado. Tras participar del multitudinario acto de repudio convocado por las organizaciones obreras rosarinas, los socialistas porteños Juan B. Justo y Enrique Dickmann, recorrieron Refinería guiados por el escritor y periodista Florencio Sánchez, protagonista y testigo del luctuoso episodio mencionado. Impactados por esas imágenes de la vida obrera y por la fuerza del movimiento anarquista, definieron a Rosario la “Barcelona argentina”.
Refinería estuvo, desde fines en los ochenta, en la mira de los que buscaban mostrar el Progreso ligado a la industria; un paseo distinto; imágenes pintorescas para el registro fotográfico o tema para una crónica periodística. Pero estuvo también en la mira de los pensaban, como los anarquistas, que los oprimidos por ese orden social eran los revolucionarios que habrían de acabar con él. Y en la de los socialistas, radicales, masones, católicos o protestantes que creían que había que reformar ese orden tan crudamente expresado en los contrastes de Refinería. Algunos vestigios de esa historia sobreviven a las transformaciones de los últimos años. Es cuestión de buscarlos.






Las fotografías muestran las transformaciones del barrio mientras se construían las torres de Puerto Norte y cuando comenzó a remodelarse la Refinería para erigir el complejo Forum, de alta gama.