Hace unos días encontramos en la web un artículo muy bien
fundado, escrito por el ruso Habibullo I. Abdussamatov –que leímos en inglés,
el español sigue siendo paupérrimo en ciertos temas que circulan en internet–
a propósito de las medidas del diámetro del sol y los cambios que comenzarán en
2014 en el clima global –Abdussamatov escribe a partir de la experiencia en la
Estación Espacial, de la que se hicieron cargo los rusos con notable
eficiencia. En concreto, el ruso aporta datos que desmienten la teoría del
calentamiento global y anuncia una era de frío que se extenderá por unos 22
años. Entonces llamamos a Pire para consultarlo. Tras la entrevista y luego de
leer el artículo, en un correo, Pire confirma lo que conversamos: “Con la
medición precisa del diámetro del sol (Abdussamatov) «ve» cuanto nos emite y
vamos para el frío extremo a mediados de este siglo, como él dice”.
En ese día tórrido es imposible casi imaginar el frío. Pire
dice que en su actividad privada ha diseñado productos para compañías de seguro
pero también ha acudido a esas compañías para que sus empresarios financien el
boyado del Atlántico sur: con los datos que recogen las boyas de profundidad es
posible tener mejores predicciones, lo que a la larga beneficiaría a las mismas
aseguradoras. “Nadie quiere poner un peso”, concluye Pire, y agrega: “Acá,
salvo Luis Blotta, hay muy poca gente que sepa de clima. El serviciometeorológico estuvo siempre a cargo de la Fuerza Aérea, que de lo único que se
preocupaba era de saber cómo estaba el viento en los aeropuertos. Esto no tiene
inversiones y vivimos de lo que llueve, porque sin lluvia nos morimos de
hambre, entonces es una locura que no se hayan hecho las inversiones
correspondientes”.
Imagen 45° aniversario de la "salida de la Tierra" en el sitio de la ISS.
—¿Es muy difícil pronosticar el clima?
—El clima regional y en todo el mundo es muy fácil de
pronosticar, incluso con muchos días de anticipación, salvo en Sudamérica y en
Argentina porque el Servicio Meteorológico y las empresas argentinas nunca
hicieron las inversiones, entonces nunca tienen los datos.
—¿Cuáles son esos datos?
—El clima global tiene varios componentes que están todos
estudiados. Lo más importante es la distancia del sol y después hay algunos
componentes que operan de forma positiva o negativa. Por ejemplo, un volcán o
una fosa marina que explota bajo el agua calienta el agua y provoca un Niño, un
mega Niño. Y cuando el fenómeno está sobre el mar, al largar ceniza enfría el
ambiente. Lo demás es todo mecánico. La mecánica de las envolturas fluidas. El
problema de Argentina es que sería muy fácil tener buenas predicciones si
tuviéramos el Atlántico boyado. Con boyas de profundidad, porque
lamentablemente esto está comandado por cerebros muy chiquitos que nunca
hicieron las inversiones y que incluso dividieron el planeta mal. Porque el
océano más grande del mundo no es el Pacífico como todos dicen: eso depende de
cómo los europeos dieron la vuelta al mundo. El más grande es el del hemisferio
sur, el océano Austral que rodea la Antártida y ese océano no está estudiado,
no está boyado. Entonces no se puede pronosticar el clima de Argentina.
—¿Y a nivel global?
—En el macroclima, el de la Tierra en general, en el
2013-2014 estamos en la proximidad del sol, luego nos vamos alejando por dos
ciclos que son de 11 años cada uno, 22 años en los que va a haber menos
energía, menos agua en el sistema, y más frío. Salvo que pase algo como una
erupción volcánica, un meteorito, hay muchas cosas que pueden pasar que
cambiarían el clima, que es algo dinámico. Pero el pronóstico es hacia años más
fríos y secos.
—¿Y en qué queda la teoría del calentamiento global?
—La teoría del cambio climático y el calentamiento global es
una mentira grande como una casa y los mentirosos que ganaron dinero durante
más de diez o veinte años hasta tiene un premio Nobel, Al Gore. Una vergüenza
científica mundial. Incluso hasta hay científicos de Rosario que trabajan en
eso, porque dan plata en subsidios para eso. No saben ecología, porque el
regulador de dióxido de carbono del planeta es el agua del océano, ahí hay otro
error grave, el planeta tierra es en realidad el planeta océano, porque las tres
cuartas partes del planeta es océano. O sea que venimos de un período de 22
años de acercamiento al sol. Claro, con calentamiento y más lluvias. Aumento de
manchas solares: lo de las manchas solares se descubrió ya en el 1700. Y a
principios de 1900 hubo una generación de genios que descubrieron tres o cuatro
cosas muy importantes a nivel global: una de ellas, las glaciaciones y los
períodos del frío en Europa –se descubrió que se debía a la proximidad o
alejamiento del sol. El otro genio fue un alemán, que descubrió la tectónica de
placas (Alfred Wegener, 1912), es decir, que los continentes se separaban, cosa
que nadie le creyó nunca durante 50 años. Lo descubrió porque estaban los
mismos fósiles en América y África, en los mismos estratos. Descubrió de forma
muy indirecta cómo se movía la Tierra. Otra cosa es el descubrimiento del Niño,
por un inglés (Gilbert Walker, 1914), quien tomó todos los datos a mano, a
partir de información que le proveían los empleados del ferrocarril después de
una gran hambruna que hubo en la colonia inglesa de la India. Cuarenta años después,
un norteamericano que estudió su trabajo logró que se boyara el Atlántico norte
y pudieron tener datos precisos.
—¿Entonces las teorías del calentamiento se sostuvieron por
el dinero que venía de los países centrales?
—Ya cambiaron el discurso. En el primero momento hablaban de
calentamiento global y ahora hablan de cambio climático. No sabía de dónde
venía la teoría, pero hace muchos años ya dije “esto es una barbaridad”. El mar
se está calentando porque hay más radiación, no porque quemamos más
combustibles fósiles. En realidad fue todo una movida por dinero, porque cuando
se dan estas movidas tan grandes hay detrás una macropolítica. Y a través de un
mensaje con un colega de Harvard me dicen que querían reimponer, porque ya está
la tecnología, la energía atómica. Claro, era algo que cerraba con las ideas de
los verdes: para evitar el calentamiento que dicen que producen los
combustibles fósiles querían reimponer las centrales atómicas. Tuvieron la mala
suerte de que les pasó lo de Fukuyima.
—Implica menos agua. Porque
el gran búfer para mantener la temperatura global es el agua: tanto lo que se
evapora como lo que llueve, además de los vientos, etcétera. Un gasto
energético muy grande que genera movimientos de masas. La energía que aporta el
sol hace que este sistema funcione más. Llueve más en los océanos y en los
continentes. Ahora, a medida que pase el tiempo va a haber menores cosechas,
para colmo ahora tenemos una práctica que no es muy buena para la economía del
agua en el suelo que es la siembra directa, que es un error tecnológico muy
grande, porque no se acumula agua en el perfil. El agua que llueve
torrencialmente se va. Entonces el perfil vive del agua que tiene, aparte es un
sistema que se va autodestruyendo, porque se va planchando. Hace falta que haya
rotación. Así como tendría que haber rotación de cultivos debería haber
rotación de labores cada diez u ocho años. Y acá no lo hacemos.
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