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"I don't want to belong to any club that will accept people like me as a member." Groucho Marx en Groucho and Me (1959).

viernes, 11 de septiembre de 2015

la moral pública y el capital

El casting, la selección de actores, es lo primero que fascina de Public Morals, que comanda el actor, escritor y director Ed Burns. Se estrenó el 25 de agosto pasado en TNT y la primera temporada tiene 10 episodios.
Public Morals transcurre en la Nueva York de 1960 y es de algún modo la historia de policías de origen irlandés en una Manhattan habitada por la clase trabajadora. Es lo que se deja leer en la entrevista que Nymag.com le hizo a los protagonistas, ese sólo detalle habilita ese viaje atrás en el tiempo.


Imagen tomada de Nymag.
Así, el de los 60 se nos aparece ahora como unos EEUU alternativo –a diferencia del huevo de la serpiente que nos enseñaba Mad Men.
Nuestros policías de la división Moral Pública (encargada de vicios y comportamiento ofensivo; prostitutas, juego clandestino, etcétera) entienden que el área donde deben ejercer la ley atenta contra sus principios mismos: deben castigar a gente que quiere pasarla bien, por lo tanto el trabajo es ridículo.
Lo que importa dentro de ese mundo de policías de procedencia irlandesa, italiana, alemana no es tanto hacer cumplir la ley como "pertenecer", extender al círculo policial los códigos de pertenencia de la familia –todo es un entramado de parientes que se cuidan las espaldas y hacen sus negocios. 
Sin embargo, lo que parece un canto anticorrupción y un himno a la profesionalidad que arribaría en los 80-90 –que no es sino una falacia, dados los últimos casos de gatillo fácil en el gran país arriba del Río Grande– es en verdad una sesuda añoranza de esa Nueva York en la que la clase trabajadora se encaminaba hacia el desfiladero sin saberlo y disfrutaba sus últimos días sobre la ciudad dorada.
A la vez, la serie se plantea –como Mad Men– "antropológica": es para los actores y creadores, según declaran, un trabajo realista, una indagación en torno a lo policial y la ciudad. Así, las palabras de Wass Stevens parecen arrastrar la lectura que hizo David Simons sobre el trabajo policial en The Wire. Dice Stevens: "(En los 60) Se manejaba el vicio y el crimen como opuesto a arrestar y encarcelar gente".  
De modo que Public Morals es menos una serie sobre los 60 en Nueva York que una serie sobre la calle neoyorkina en esos años.
Dice Burns en la entrevista citada:  “Lo que me fascinaba cuando hice la investigación de época es que Nueva York, Manhattan en especial y en esos tiempos, estaba llena de esos vecindarios étnicos de clase trabajadora: tenías a los irlandeses en el West Side, el Lower East Side era judío, Greenwich Village era italiano, Yorkville era alemán. La idea es que estos canas eran tipos que habían crecido en esos barrios. De modo que entonces estos muchachos de clase trabajadora trazaban una línea en el medio. O te convertías en un policía o en un empleado público, si no te pasabas del otro lado. Conocí a un viejo policía que me dijo que lo fascinante era que un sábado a la noche te encontrabas en el bar de la esquina con los tipos con los que habías crecido. Pero de lunes a viernes estabas persiguiéndolos en las calles.” 

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