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sábado, 8 de enero de 2011

a vestirse



debe haber sido la primavera de 2008 cuando le dije a mi hija que se preparara para entrevistar a una de las diseñadoras de Vitamina, que presentaría en el alto rosario nueva colección, claro que yo sabía porque me habían avisado de atypica, si no todavía estaría por enterarme. es más, la nota iba a salir en esa revista, pero mi hija tardó un buen rato em escribirla... acá está.

 Silvia Ortiz, Vitamina girl.

por Elena Makovsky

“¡La ropa es sagrada!”, dice mi papá cuando yo o algún niño le tiramos de la camisa. Pensar que la ropa es sagrada, que podría no usarse encima, me consuela. Porque la ropa de Vitamina me sirve de inspiración: soy muy chica para ponérmela.
Mientras pienso en estas cosas estoy en la presentación de la nueva colección, primavera/verano 2008, de Vitamina, en el local del Alto Rosario. Estiro mi cuello para no perderme ningún detalle y me sorprende el saludo de la diseñadora Silvia Ortiz, que recién termina de hablar para todos de su último trabajo. Tener doce años y estar un poquito más abajo que la mayoría, en ciertas ocasiones, tiene sus beneficios. Creo que por eso Silvia me recibió con alegría cuando le dije que le iba a hacer algunas preguntas. Es más, la última estaba en mi lista de preguntas que casi nadie puede responder.
—¿En qué te inspiraste en esta temporada?
—Habíamos pensado hacer una colección que tenga que ver con playas, con cosas veraniegas. No queríamos hacer una colección tropical, queríamos hacer una colección como más urbana, porque nos parecía que mucha de la ropa tenía una onda más de los años sesenta, cosas como este tapadito que tengo puesto (apretado en la cintura y después suelto), bien entalladito. Los años sesenta tienen un entorno como más urbano, de arquitectura moderna, con cosas más ópticas y no… florcitas, si bien hay flores en la colección queríamos que no fuera flores, vegetación, que no fuera demasiado orgánico.
—¿Como se sabe cuándo hay belleza en la ropa?
—Y, es un sentimiento. Lo sientes acá, en la panza. El más fuerte lo sientes en la panza y no lo entiendes mucho, pero es una cosa puesta y realmente es una sensación. Nos pasa que tiene que ver con la tela y obviamente tiene que haber una armonía entre todo: entre tela, color, la proporción de la prenda, el largo justo; los detallecitos. O sea, tiene que haber un balance entre todas las cosas para que sea bello realmente. Y bueno, también la belleza está en el ojo del que mira, así que lo que para nosotros puede ser bello para otros, no. Tratamos de que a todos les resulte bello pero, bueno, es difícil.
—¿Qué lugar ocupa la ropa para vos?
—¡Ay!, el 98 por ciento de mi casa es ropa. En mi oficina hay ropa por todos lados. Realmente pienso en ropa todo el tiempo, pero lo pienso como que la ropa ayuda a que la gente transmita cosas. Es algo lindo, está bueno cambiar de estilo, uno se cansa de algo y busca otra cosa. Me encanta estar inspirada para crear cosas, recibir información, adaptarla. Adaptar las cosas al estilo Vitamina, que no es algo fácil. Cuando uno quiere estar a la moda hay que buscar algo especial, pero de moda, hay que tener en cuenta que otro lo puede tener también.
—¿Para vos corre la opción vestirse o formal o informal?
—No, no para mí la mezcla. Yo soy partidaria de mezclar clásico con no clásico, o diferentes estilos. Igualmente tiene que ver con el físico de la persona: qué te queda bien y qué no, esa es otra. El estilo también pasa por lo informal o lo formal, y es bien relativo hoy. Por ejemplo, el otro día fui a un casamiento súper formal y había una persona con jeans; o sea, era un jean divino, oscuro, con un topcito con brillo. Pero era un casamiento súper formal, tenía obviamente unos zapatos y una cartera divinos. Hoy por hoy no hay muchas reglas.
—¿Por qué el rosa es de mujer?
—Mira, yo creo que eso es una cosa muy que nos vienen metiendo desde que somos chiquitos. ¿Viste los bebés? Si es nena te regalo todo rosa, si es varón, todo celeste. Pero no sé por qué, quizá sea porque está relacionado con cosas que son rosas como las flores, el rubor de aquí, de las mejillas, cosas como esas, que clásicamente son de mujer. En los varones el azul tiene que ver con una cosa militar, una cosa más de uniforme. Igual, creo que esa idea fue siempre. Si bien hay cosas que se están rompiendo cada vez más. Yo veo tipos con camisa rosa, así que es como que se está disolviendo de a poco. Además, yo tengo puesto este tapadito azul y no me siento nada masculina.

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