5 sangres (Da 5 Bloods, según el título original en
jerga), el film de Spike Lee que estrenó Netflix el viernes pasado narra, a
grosos modos, el regreso de cuatro veteranos negros a Vietnam con el doble
objetivo de recuperar el cuerpo de su amigo muerto allá alrededor de 1968 y,
también, de hacerse con un tesoro enterrado junto con el cadáver del camarada.
Claro, Lee y el guionista Kevin
Wilmott (cuya estrecha colaboración lleva ya años) no sólo revisan la
participación de los afroamericanos durante esa guerra, al tiempo que en suelo
estadounidense era asesinado Martin Luther King, reprimidos miles de
manifestantes negros, muchos de ellos asesinados por la policía; también
reflexionan sobre el verdadero enemigo no sólo en esa guerra, sino en todas las
que libra el imperio.
Filmada mucho antes del asesinato de George Floyd que levantara la mayor de las
protestas contra el racismo en muchas décadas en el seno de Estados Unidos, 5 sangres es tanto una reflexión sobre
esa guerra en la que un pueblo derrotó al mayor ejército del mundo y de la
historia, es también y ante todo una reflexión sobre el presente, como suele
serlo cada film de Spike Lee.
La película, de casi dos horas y media de duración, mezcla no sólo la “fábula” presente, es decir, el viaje de regreso al paisaje de la guerra, hoy un campo minado, abandonado y arruinado por los bombardeos defoliantes del ejército estadounidense, paisaje que se convierte en escenario y agita los fantasmas de cada personaje; también actualiza, hace una suerte de “update” de lo que la negritud significó en cada guerra estadounidense: los negros, dice en la radio la voz de una locutora
Pero, como sucede con todas las
películas de Lee-Wilmott, también las citas –que ahora llaman “Easter Eggs”
(huevos de Pascua)– cuentan la historia.
En Vulture, la revista de
cultura y espectáculos del New York Times,
el periodista Jason Bailey repasó esas citas o guiños cinematográficos.
“La razón por la que Lee y Kevin Wilmott
trabajan tan bien juntos –señala Bailey– es que ambos son profesores: Lee
enseña cine en la Universidad de Nueva York, Wilmott en la Universidad de
Kansas. Es importante tener en cuenta su experiencia académica al ver esta
última película, que es una aventura de la Guerra de Vietnam que abarca una
década y un curso de posgrado en historia y estudios cinematográficos, repleto
de referencias no solo de imágenes anteriores de guerra, sino también
importantes acontecimientos del pasado y el presente”.
Las películas de Lee con frecuencia
están llenas de referencias a sus inspiraciones (La noche del cazador en Haz
lo correcto, Un rostro en la multitud
en Bamboozled, y así. En 5 sangres esas influencias estén tejidas
sutilmente a lo largo de la película.
La película de Lee está llena de guiños
a la icónica Apocalipsis Now de
1979, de Francis Ford Coppola, y por una buena razón: fue una de las primeras
grandes producciones en dramatizar el conflicto de Vietnam (a solo cuatro años del
fin de la guerra cuando se estrenó), y lo hizo de una manera altamente
estilizada que guió el plan de Lee sobre la estética de su película. En la
primera noche de su viaje, los cuatro viejos amigos de 5 sangres visitan una discoteca de la ciudad de Ho Chi Minh llamada
“Apocalypse Now”, decorada con carteles de la película (“¡Eso es un club de
verdad!”, declaró Lee a un periodista de Vulture).
Más tarde, Lee recrea una de las secuencias más famosas de la película, el ataque
con helicópteros mientras suena “La cabalgata de las Valkirias” de Wagner, sólo
que en esa ocasión los cinco protagonistas parten en su viaje río abajo en un
barco turístico que avanza con lentitud. La película también presenta a una
joven francesa cuya familia “hizo varias fortunas dirigiendo una plantación de caucho”
y una secuencia en la que los protagonistas se asustan de un animal de la
selva, ambas escenas saludan a la película de Coppola.
El tesoro de Sierra Madre, el drama de
aventuras de John Huston de 1948, es otra influencia: un grupo de hombres descubren
una fortuna en oro y luego se enfrentan y sucumben a las tensiones y las
sospechas. La segunda mitad de 5 sangres
estimula esas vibraciones, con Delroy Lindo como el sucesor espiritual del
sudoroso, delirante y paranoico Fred C. Dobbs (que en el film de Ford
interpretaba Humphrey Bogart). Y 5
sangres toma prestada la línea
de diálogo más famosa de Sierra Madre: “Si son policías, ¿dónde están sus
insignias”?
Tres Reyes, la sátira de guerra
de 1999 de David O. Russell contaba la historia de cuatro soldados de
infantería que intentaban hacerse con una fortuna en oro en plena guerra. Si
bien no se hace referencia directa en la película de Lee, es posible que el
director se haya inspirado también en este film, cuyo director de fotografía, Newton
Thomas Sigel, fue contratado para 5 sangres.
Los héroes de Kelly (Clint Eastwood,
1970) fue la versión Segunda Guerra Mundial de la historia según la cual “un
grupo de soldados comete un atraco”, con Eastwood, Telly Savalas, Donald
Sutherland y Don Rickles persiguiendo un yendo tras lingotes de oro en la
Alemania nazi.
Lee a menudo cita a Oliver Stone como
amigo e inspiración, por lo que tiene sentido que las secuencias de flashback
en 5 sangres le deban mucho a Pelotón,
de Stone, que ganó el Oscar en 1986, tanto en términos de estilo (los tiroteos
tienen la intensidad que hizo una marca de Pelotón)
y sustancia (el personaje de Chadwick Boseman se parece a Willem Dafoe en Pelotón).
La secuencia de apertura de 5 sangres comienza con un montaje
histórico rápido, bombardeando al espectador con nombres y fechas relacionadas
con el conflicto de Vietnam, las protestas antibélicas y el movimiento de
Liberación Negra.
En el montaje de la secuencia de apertura
Muhammad Ali, joven, entonces el
campeón mundial de peso pesado, explica su negativa a pelear en Vietnam. “Mi
conciencia no me deja dispararle a mi hermano o a algunas personas más oscuras”,
dijo a los periodistas. “¿Y dispararles por qué? Nunca me
llamaron negro”. Ali, un musulmán devoto, se proclamó objetor de conciencia a
la guerra; en 1967 fue declarado culpable de evadir el reclutamiento, y fue
despojado de su título y suspendido del boxeo hasta que la Corte Suprema revocó
esa decisión cuatro años después.
Entre las imágenes y fragmentos de la
resistencia afroamericana a la guerra, vemos las icónicas imágenes en los
noticieros de Tommie Smith y John Carlos, dos atletas victoriosos durante los
Juegos Olímpicos de 1968. Smith y Carlos, que habían ganado (respectivamente)
las medallas de oro y bronce por la carrera de 200 metros, levantaron sus puños negros en el saludo del Black Power
mientras sonaba “The Star-Spangled Banner” (el himno estadounidense), un acto
de protesta en solidaridad con sus hermanos y hermanas en casa, en nombre del “Proyecto
Olímpico para los Derechos Humanos”.
Kwame Ture, Angela Davis, Bobby Seale, las voces clave de la disidencia
del período están en la secuencia de apertura de Lee. Ture (entonces conocido
como Stokely Carmichael), primero un líder del Comité de Coordinación No
Violenta para Estudiantes, luego un “primer ministro honorario” de las Panteras
Negras; Davis, profesora de la UCLA, influyente autora y oradora, y feminista
marxista; y Seale, activista y cofundador del partido de las Panteras Negras.
Lee también incluye imágenes y
fotografías de la manifestación del 4 de mayo de 1970 en el campus de la
Universidad Estatal de Kent, en la que soldados de la Guardia Nacional abrieron
fuego contra los estudiantes que protestaban, matando a cuatro. Pero también
deja espacio para los eventos menos discutidos en Jackson, Mississippi, 11 días
después, en los que oficiales del Departamento de Policía de Jackson y la
Patrulla de Carreteras de Mississippi marcharon al campus de la históricamente
negra Jackson State University y dispararon más de 400 disparos sobre una
multitud de estudiantes, hiriendo a docenas y matando a dos.
Thích Quảng Đức y Ho Dinh Van, estos
dos hombres, capturados en impactantes fotos y noticieros, se encontraban entre
los varios monjes budistas que se inmolaron en 1963 como actos de protesta
contra el gobierno de Vietnam del Sur. Estas protestas suicidas continuarían
durante toda la guerra, tanto en Vietnam como en los Estados Unidos.
Entre las imágenes más horripilantes
del montaje se encuentran el rollo de noticiero y la fotografía del jefe de la
Policía Nacional de Vietnam del Sur ejecutando sumariamente al general Nguyễn
Văn Lém, prisionero y esposado, en las calles de Saigón durante la Ofensiva del
Tet en 1968. Ese impactante metraje, y la fotografía de la misma (filmada por
Eddie Adams de Associated Press) que apareció en las portadas de varios periódicos prominentes, “cambió
el curso de la Guerra de Vietnam”, según el New York Times.
Bombardeo de Napalm de Tring Bàng,
1972, otra filmación clave, fue tomada por el fotógrafo de AP Nick Ut el 8 de
junio de 1972. Un avión vietnamita del sur arrojó una bomba de napalm sobre el
pueblo de Trảng Bàng, matando a cuatro aldeanos y niños, e hiriendo a varios otros
de 9 años que incluyeron a Pold Thị Kim Phúc, cuya ropa fue quemada por el
ardiente ataque. Ut ganó el Premio Pulitzer por la foto, que, según CNN, “comunicó los
horrores de la guerra y contribuyó al creciente sentimiento contra la guerra en
los Estados Unidos”.
Lee señala que el 30 de abril de
1975, el Ejército Popular de Vietnam y el Viet Cong capturaron la ciudad
capital de Vietnam del Sur, Saigón, marcando el final de la Guerra de Vietnam y
lo que The Guardian luego llamaría “la derrota más aplastante en la historia
militar de los Estados Unidos”.
Las referencias históricas y
contemporáneas aparecen como metralla en la película, pero cabe señalar
algunas.
El apodo de los veteranos para Donald
Trump proviene de la explicación oficial por la que el actual presidente se
excusó de su servicio en Vietnam. En el otoño de 1968, cuando Trump tenía 22
años, un podólogo de Queens llamado Larry Braunstein proporcionó (en palabras del futuro presidente) “una carta muy fuerte” con un
diagnóstico de espolones óseos en los talones (“Fake Bone Spurs”), lo que le
otorgó al joven Donald un aplazamiento médico de un año. Braunstein, según descubrió luego el New York Times, alquiló su oficina al padre de Trump, Fred C.
Trump.
Cuando sus amigos descubren que Paul
(Delroy Lindo) votó por el “presidente Fake Bone Spurs”, lo comparan en broma
con un partidario afroamericano que aparecía detrás de Trump en varias manifestaciones durante la
campaña de 2016, con un cartel que rezaba “Blacks for Trump” (“Negros que
apoyan a Trump”). Más tarde se reveló que el hombre en cuestión era “Michael
el hombre negro”, también conocido como Maurice Woodside o Michael Symonette, y
un ex miembro del culto homicida Yahweh ben Yahweh.
Uno de los temas principales de la
película es la complicada relación entre las fuerzas armadas y los soldados
afroamericanos durante la Guerra de Vietnam: luchaban por los derechos humanos
del pueblo vietnamita, derechos que los negros aún no habían recibido en los
Estados Unidos. Fueron representados de manera desproporcionada en el conflicto
(generalmente sirviendo y muriendo mientras sus contemporáneos blancos, como
Trump, tomaban licencias), y los informes contemporáneos y posteriores descubrieron que a los soldados negros se les negaba
promociones, se los castigaba y con frecuencia se les asignaban tareas
serviles.
Sin embargo, como explica uno de los
personajes de 5 sangres, el primer
hombre que murió por el rojo, el blanco y el azul fue un hombre negro. Invoca
el nombre de Crispus Attucks, uno de los cinco hombres que murieron en la
masacre de Boston del 5 de marzo de 1770, cuando los soldados británicos
dispararon contra la multitud. Como lo señala Associated Press, el Dr. Martin Luther King comprobó
el nombre de Attucks y escribió en su libro de 1964 Why We Can’t Wait, “el primer estadounidense en derramar sangre en
la revolución que liberó a su país de la opresión británica fue un marinero
negro.”
En ese mismo discurso, el personaje
del film se refiere a “recuperar” un botín de oro en nombre de, entre otros, “cada
hermano y hermana robado de la Madre Africana a Jamestown Virginia, en 1619”.
Ese fue, de hecho, el año en que los primeros africanos esclavizados llegaron
cerca de Point Comfort en la colonia británica de Virginia, una fecha clave en
la historia de la supremacía blanca en América; también se ha convertido en un
pararrayos cultural gracias al Proyecto 1619 ganador del Premio Pulitzer del
New York Times y las críticas de un puñado de historiadores.
Las escenas retrospectivas de Vietnam
de Lee son acompañadas ocasionalmente por transmisiones de radio de “Hanoi
Hannah”, el apodo que los militares estadounidenses le dieron a la locutora de
Radio Hanoi Trinh Thi Ngo. Era “la principal voz de propaganda de Vietnam del
Norte”, según el corresponsal de guerra Don North, quien escribe que
sus mensajes a los soldados estadounidenses proclamaron que la guerra era
inmoral, alentando a los soldados a desobedecer a sus superiores y desertar,
insistiendo en que sus esposas y novias estaban engañándolos mientras ellos
peleaban esa guerra. Los mensajes fueron, como se dramatiza en la película,
dirigidos específicamente a soldados afroamericanos.
En uno de esos mensajes radiales, “Hanoi
Hannah” informa sobre los estallidos civiles en todo Estados Unidos después del
asesinato, en abril de 1968, de Martin Luther King Jr., quien se opuso a la
Guerra de Vietnam. Las protestas se extendieron durante abril y mayo en Baltimore,
Kansas City, Chicago, Detroit, Nueva York y Washington. “Su gobierno envía
600,000 soldados para aplastar la rebelión”, le dice a los soldados negros. “Tus
almas hermanas se enfurecen en más de 122 ciudades estadounidenses”.
La película menciona e ilustra
también las atrocidades cometidas el 16 de marzo de 1968, en las que cientos de
civiles desarmados de Vietnam del Sur, incluidas mujeres, niños y bebés, fueron
asesinados por docenas por soldados estadounidenses en My Lai (acá hicimos una traducción) Solo uno de los
participantes, el teniente segundo William Calley, fue condenado por ese
delito; declarado culpable de asesinar a 22 civiles, cumplió solo tres años y
medio, todos ellos bajo arresto domiciliario.
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