Había una foto de la dictadura cívico-militar argentina (1976-1983) en la que se veía a una ama de casa que cruzaba una esquina porteña en la que estaban desplegados soldados con fusiles en uno de los típicos operativos patoteriles de entonces. La mujer llevaba una bolsa de los mandados y era, vagamente, una epifanía de la vida cotidiana en tiempos de la política del terror: la necesidad que se abre paso en medio de las condiciones más extremas, o la pueril seguridad de quien podría escudarse tras la bolsa de los mandados de cualquier contaminación ideológica. Quién sabe.
Foto de Antonio Scorza (AFP), 14-12-2010.
Las amas de casa siguen hoy cruzando con el único escudo de sus bolsas de mandados los retenes más feroces. Así lo prueban estas fotos tomadas respectivamente en una favela de Río de Janeiro y Atenas.
Foto de Kostas Tsironis (AFP), 15-12-2010.
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