Ahora, el extremo sur del barrio Refinería, que da contra el río, adquiere el nombre de la gigantesca inversión inmobiliaria que se erige allí, Puerto Norte.
La calle que atraviesa la plataforma de los edificios más altos de Rosario, y acaso los más caros, se llama Madres de Plaza de Mayo. Paradójicamente, la Fundación de las Madres desarrolló el proyecto Sueños Compartidos (con sus consecuencias, luego de que el crápula de Sergio Schoklender desfalcara la organización), mediante el cual los humildes construyen sus propias casas, desarrollan sus proyectos de vida, etcétera. La avenida Costanera, que atraviesa Puerto Norte y Refinería, desemboca, entre otros lugares, en el barrio Toba, donde Sueños Compartidos se desarrolla hoy a los tumbos.
Es curioso cómo los recorridos urbanos nos devuelven a la imagen real de la ciudad en tiempos de la biopolítica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios se moderan, pero serán siempre publicados mientras incluyan una firma real.