Vince Gilligan, creador de Breaking Bad, ya dijo que pensó mucho en los spaghetti western cuando se planteó hacer la serie y en el episodio de este domingo (el quinto), es más que explícito con el robo al tren. Ya dijimos acá que BB es, básicamente, la historia de una pyme, de un padre de familia que quiere cumplir con la "utopía" de la acumulación de capital.
Lo que hacen pensar los últimos episodios de la quinta temporada, dado el subrayado de los niños en casa de Walter White y su traspaso a casa de Hank Schrader, es que el capital, necesariamente, necesita del sacrificio de inocentes.
Una temporada que parecía más relajada, que comenzó con algo de humor, va tornándose terrible, tan terrible como el final de la segunda.
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