Una
semana se demoró el anuncio del Premio Nobel de Literatura 2016- Las sospechas
se diluyeron el jueves pasado, cuando se anunció que el ganador era nada menos
que Bob Dylan, cuyo nombre rondaba las
ternas para el máximo galardón desde hace un par de décadas. Al día de hoy, el
mismo Dylan no se expidió aún y, como muchos sospechan, tomará el Nobel como
otros premios importantes que recibió a lo largo de sus 54 años de carrera (Robert
Allen Zimmerman, según su nombre de nacimiento, nació el 24 de mayo de 1941).
Los
argumentos de la academia para otorgarle el premio a Dylan parecen posicionaran
al comité sueco entre lo más avanzado de la crítica, que no necesita ni una
novelística o una lírica palpable para reconocer la literatura. En el anuncio
oficial, la vocera de la Svenska Akademien destacó que el jurado había valorado
al músico, de 75 años y toda una leyenda del rock, por “haber creado nuevas
expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la canción estadounidense”.
Sara Danius, secretaria
permanente de la Academia –quien eligió a Dylan, incluso aconsejó que para “empezar
a escuchar o leer (a Dylan), se debería comenzar con ‘Blonde on Blonde’, el
disco de 1966 que tiene varios clásicos y es un ejemplo extraordinario de su
brillante modelo de rima, de su armado de estribillos y de su pensamiento
pictórico”.
En
diciembre de 1997, cuando Dylan recibió el premio Dorothy and Lilian Gish en
Nueva York, el gran crítico y cronista del rock Grail
Marcus –quien siguió su carrera desde los días en que se presentaba en los
recitales de Joan Báez–, fue mucho más eficaz en la descripción: “Bob Dylan
trabaja en varios campos: como cantautor, como cantante, como el tipo al frente
de una banda, como guitarrista –un hombre que canta y baila, como él mismo lo
dijo. Trabaja como historiador, como si se nutriera de libros perdidos; trabaja
como moralista; funciona como una especie de detective privado, un sabueso que
toma los casos que la mayoría de nosotros ni siquiera reconocemos como
misterios. Antes y después de todo eso, sin embargo, Bob Dylan es un performer:
alguien que aparece en público, ante otras personas, toma lo que puede de
ellos, devuelve lo que tiene que dar, dice lo que tiene que decir, recoge los
frutos y se hace cargo de las consecuencias”.
La revista
Vulture hizo un recuento, el mismo día que se conoció el Nobel, de cómo
recibió Dylan los distintos premios a durante su carrera. Aquí resumimos los
más diez importantes:
1963 - Tom Paine Award
A
sólo semanas del asesinato del presidente John F. Kennedy, con 22 años, Dylan aceptó
este premio del Comité de Emergencia de Libertades Civiles, que reconocía los
aportes de su obra al movimiento de derechos civiles. El ahora Nobel pronunció
estas desconcertantes palabras ante un público que lo abucheó: “Debo admitir
que el hombre que disparó contra el presidente Kennedy, Lee Oswald, no sé
exactamente dónde, qué pensaba que estaba haciendo, pero debo admitir
honestamente que yo también, yo vi algo de mí en él.”
1991 - Grammy Lifetime Achievement
Award
Con
la Guerra del Golfo en progreso, un Dylan de 50 años interpretó su tema
“Masters of War” antes de aceptar el reconocimiento. Luego de que Jack
Nicholson le entregara una placa, Dylan parafraseó un salmo bíblico y lo
atribuyó a una frase de su padre (Dylan se convirtió al cristianismo a fines de
los 70): “Me dijo, ‘Ya sabés que es posible ser tan deshonrado en este mundo
que tu padre y tu madre pueden llegar a abandonarte, y si eso sucede, Dios
siempre creerá en tu habilidad para mejorar tus propios caminos. Gracias.’”
1997 - Kennedy Center Honoree
No
se reuirió a Dylan que dijera discurso alguno. El entonces presidente Bill
Clinton dijo: "Como un canto rodado (‘Like a Rolling Stone’, en referencia
a la canción del músico), Bob Dylan se ha mantenido en movimiento hacia
adelante, musical y espiritualmente, desafiando a todos a seguir adelante con
él. Gracias, Bob Dylan, por una vida de agitación de la conciencia de la nación”.
2000 - Oscar por Mejor Canción
Original, “Things Have Changed” del film “Wonder Boys” (“Loco fin de semana” en
Latinoamérica)
Dylan
aceptó su Oscar vía satélite desde Australia; le agradeció al director Curtis
Hanson y a mucha de la gente que trabajaba en Columbia Records. “Obviamente,
una canción no se anda con vueltas o hace la vista gorda ante la naturaleza
humana”, dijo.
2007 – Premio Príncipe de Asturias de
las Artes
Dylan
obtuvo un diploma, una medalla, una escultura de Joan Miró y un cheque de 50.000
euros. Pero no asistió a la ceremonia, tenía un gran concierto en Omaha esa
noche.
2008 – Premio Pulitzer especial
Dylan
ganó este premio debido a su “profundo impacto sobre la música popular y la
cultura americana, marcado por sus composiciones líricas de extraordinario
poder poético.” En las páginas del New York Times el novelista Jonathan Lethem cuestionó
al comité con el argumento: “Es como darle un smoking a Elvis Presley, no
encaja del todo.”
2012 – Medalla presidencial de la
Libertad
“No
hay un gigante más grande en la historia de la música americana”, declaró el
presidente Barack Obama cuando le entregó el más alto premio estadounidense al
artista. Dylan llevaba puesto un smoking y gafas de aviador, pero ni sonrió ni
habló, apenas movió la cabeza para saludar al presidente antes de volver a su
asiento.
2013 – Orden de la Legión de Honor
El más alto honor de Francia suele darse a sus
propios ciudadanos en reconocimiento del servicio militar como civil. La
adjudicación a Dylan fue bloqueada después de que algunos miembros del comité
de nominaciones expresaran preocupaciones por sus creencias contra la guerra y
el consumo de marihuana. También lo obtuvieron Paul McCartney, Miles Davis,
Liza Minnelli, y Sir Laurence Olivier. Con botas de vaquero fue a la ceremonia
y dijo: “Estoy muy agradecido y orgulloso, eso es todo.”
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